Los derechos sexuales y reproductivos de la mujer deben ser observados, protegidos y promovidos en conformidad a las garantías del derecho constitucional, el estado de Derecho y la evolución de este tema. Nuestra sociedad ha dados pasos significativos para ampliar y garantizar los derechos de la mujer, pero aún nos queda mucho. No hay duda que en este último renglón el llamado tercer sector puede tener un papel protagónico.
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