OPINIÓN
Punto de vista
Se adhiere a los criterios de The Trust Project

SI LE DAN SU MERECIDO... ¿QUÉ LE DAN?

La lingüista Aida Vergne conversa sobre el uso de la palabra merienda.

2 de marzo de 2015 - 1:00 AM

Las opiniones expresadas en este artículo son únicamente del autor y no reflejan las opiniones y creencias de El Nuevo Día o sus afiliados.

¡Ajá! ¿De nuevo por aquí? ¡Qué alegría! ¡Continuamos con esta miniserie lingüística-gastronómica. Ayer almorzamos juntos tempranito y hoy, le voy a dar su merecido: la merienda. Esta linda palabrita está emparentada con otras muy parecidas como merecer, mérito, e incluso “tener o dar su merecido”. Pero merendemos primero... Merendar y merienda, nos cuenta Covarrubias, era lo que se comía a mediodía (nuestro almuerzo moderno). La merienda, era poquita, con el fin de dejarle espacio a la cena. Más aún, aquella merienda “cuasi meridiana”, o antes "cuasi merenda”, se daba, explica Covarrubias, DESPUÉS DE HABER TRABAJADO, cuando ya se merecía. ¿Se imagina? En fin, que merienda nos llega del latín merenda y, de acuerdo con Corominas y Pascual, esta voz pertenecía a la lengua ¡militar! La merienda era la comida que se le daba a los soldados, a mediodía. Hoy día la ponemos en la lonchera, ya sea para la escuela o el trabajo, junto con el almuerzo de las 12, que lo único que tienen de liviano es el plato de cartón. En fin, aquella merienda original había que ganársela y solo entonces, se merecía. Hoy en día todo el mundo merienda, por ley, merecida o no. ¿Se imagina regresar a los tiempos de la meritocracia? ¿Cuántos se quedarían hoy sin merendar?

Guías de Opinión
Las columnas deben enviarse a Gerardo Cordero: gerardo.cordero@gfrmedia.com. Las columnas tienen que ser de 300, 400 o 500 palabras. Al enviarnos su columna, el escritor concede a GFR Media una licencia exclusiva, perpetua, irrevocable, sublicenciable, mundial y libre de regalías para reproducir, copiar, distribuir, publicar, exhibir, preparar obras derivadas, traducir, sindicar, incluir en compilaciones u obras colectivas, y de cualquier otro modo de forma general utilizar su columna (en todo o en parte), sin reserva ni limitación alguna, en cualquier medio (incluyendo pero sin limitarse, a las versiones impresas o digitales o en los sitios web o aplicaciones móvil del periódico El Nuevo Día), forma, tecnología o método conocido en el presente o que sea conocido, desarrollado o descubierto en el futuro. El autor acepta que GFR Media, LLC, podría cobrar a los suscriptores las versiones digitales, sitios web o aplicaciones móviles de GFR Media por el acceso a la columna. has context menu


Ups...

Nuestro sitio no es visible desde este navegador.

Te invitamos a descargar cualquiera de estos navegadores para ver nuestras noticias: