Al ignorar el problema del estatus político en su último mensaje de estado del cuatrienio, Pedro Pierluisi le puso el sombrero a la inconsecuencia de su gobierno, escribe Orlando Parga
Al ignorar el problema del estatus político en su último mensaje de estado del cuatrienio, Pedro Pierluisi le puso el sombrero a la inconsecuencia de su gobierno, escribe Orlando Parga
Los mensajes de estado que la constitución anualmente obliga a los gobernadores rendir a la asamblea legislativa, hace años que en Puerto Rico perdieron lustre y relevancia. La última década se vivió con ausencia de liderato político fuerte que inspirara confianza y diera esperanza. Hemos sobrevivido con gobernadores incapaces de convencer a una mayoría para revalidar a un segundo término. La reconstrucción de Puerto Rico es un asunto serio, de suma urgencia, pero este cuatrienio se vivió en el purgatorio de una administración pública pasiva, pálida e inconsecuente.
Te invitamos a descargar cualquiera de estos navegadores para ver nuestras noticias: