Cuando algo nos llena el alma, ¿por qué terminarlo rápido? A los puertorriqueños, los días festivos nos colman de felicidad; y lo demostramos con un hecho reconocido internacionalmente: celebramos la Navidad más larga del mundo.
Desde el Día de Acción de Gracias, siguiendo por las Octavitas hasta las Fiestas de la Calle San Sebastián, aprovechamos cada “excusa” para irnos de parranda —el símbolo indiscutible de nuestra vocación fiestera navideña.
Esta expresión cultural que lleva un “asalto’’ de alegría a los hogares, transforma la noche en fiesta. El cuatro, el güiro y los panderos… van acompañados por un coro que canta con fuerza. Las puertas de las casas se abren, y los dueños ofrecen lo mejor de la comida típica de la temporada: pasteles, lechón, morcilla, arroz con gandules, tembleque y coquito.
La parranda no es solo música; es herencia viva. Y mantener la tradición se hace de una sola forma: ¡celebrándola!
Hoy, cuando todo pasa con rapidez, la parranda nos detiene para recordarnos lo que realmente importa: nuestras familias, amigos e identidad como pueblo. Nos recuerda que la unión se siente más fuerte cuando se canta en coro.
Cantar juntos reafirma que somos un pueblo alegre. Por eso, este cancionero no es solo un libro: es una invitación. Una invitación a abrir la puerta, a encender la música y a despertar tradiciones que jamás deben perderse.
Este cancionero de colección, una edición especial de Al Son de Aquí, nació como un regalo de la familai de GFR Media ―El Nuevo Día y Primera Hora― para cantar, parrandear y compartir el espíritu navideño que nos distingue. Agradecemos a quienes se han unido a esta iniciativa y creen en la importancia de preservar nuestras costumbres y tradiciones.
Así que, reúne a los tuyos, agarra el cancionero, afina tu garganta o lleva un instrumento… Porque mientras haya un boricua dispuesto a cantar, la Navidad en Puerto Rico seguirá siendo la más larga y la más alegre del mundo.

Te invitamos a descargar cualquiera de estos navegadores para ver nuestras noticias: