


La diabetes aqueja a más de 589 millones adultos en el mundo según datos y estimados de la Federación Internacional de Diabetes. La organización pronostica que esa cifra aumentará a 850 millones en los próximos 25 años.
A nivel mundial, siete de cada diez personas con esta enfermedad crónica están en edad laboral. En el entorno laboral, enfrentan múltiples desafíos, incluida la necesidad constante de manejar su condición médica, la falta de conocimiento generalizado sobre la diabetes y la posible falta de apoyo institucional que les facilite el bienestar integral. De no atenderse adecuadamente, estos factores no solo afectan la salud física de los pacientes, también obstaculizan su bienestar emocional y social en el trabajo.
No se puede pasar por alto que, además, hay casos de empleados que tienen dependientes o familiares directos que padecen diabetes —esposos, padres, hijos o hermanos—, lo que implica un impacto emocional, económico y logístico que también requiere reconocimiento, atención y apoyo institucional.
El impacto no es solo a los pacientes y sus familias, a las empresas también les afecta si no son proactivas en atender las ramificaciones y efectos de la enfermedad. Según los Institutos Nacionales de la Salud (NIH, por sus siglas en inglés), “las personas con diabetes presentan entre 2 y 10 días más de absentismo laboral al año que las personas sin diabetes”. Sin embargo, datos e indicadores recopilados por la World Happiness Foundation (WHF) de fuentes como la firma de estudios Gallup, establecen que las empresas que invierten en programas de bienestar reportan un aumento promedio del 25 % en la productividad de sus empleados, lo que podría beneficiar en particular a aquellos con enfermedades crónicas, como diabetes.
Las organizaciones con una fuerte cultura de bienestar tienen un 21 % más de empleados comprometidos en comparación con las que no lo implementan, y en empresas con altos estándares de bienestar, el 89 % de los empleados se sienten más motivados y satisfechos con su trabajo.
Es crucial implementar desde el departamento de recursos humanos políticas inclusivas, basadas en la educación y la flexibilidad para favorecer el bienestar de todas las personas afectadas directa o indirectamente por la diabetes.
Las siguientes estrategias son recomendadas para el manejo adecuado de la diabetes desde el ámbito laboral:
Educación y sensibilización
Flexibilidad laboral y adaptaciones
Apoyo emocional y salud mental
Promoción de hábitos saludables en la empresa
Políticas claras y confidencialidad
El apoyo efectivo a empleados con diabetes y a aquellos con familiares que viven con la enfermedad genera un ambiente laboral más inclusivo y productivo; contribuye a reducir ausentismo y rotación de personal; mejora la motivación, la fidelidad y el compromiso; fortalece la reputación corporativa como empresa socialmente responsable, y reduce costos por pérdidas relacionadas. Un ambiente laboral saludable puede reducir el ausentismo significativamente, permitiendo una mayor continuidad en las operaciones.
Este Día Mundial de la Diabetes, es vital que las empresas y sus empleados aprendan más sobre la diabetes y tomen acción al respecto en su lugar de trabajo. La educación y la acción colaborativa son claves para construir un entorno saludable y justo para todos. Promover el bienestar del paciente en el trabajo es una responsabilidad compartida: solo a través de políticas integrales, cultura inclusiva y compromiso humano se puede garantizar una #VidaConDiabetes digna y satisfactoria tanto dentro como fuera del entorno laboral.
La autora es presidenta y CEO de la firma de consultoría de capital humano HR Remarkable Talent, LLC. Está certificada como consultora de Recursos Humanos (SHRM-PR), Chief Wellbeing Officer (World Happiness Foundation), y en Evaluación de Talento (TTI Sucess Insights).

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