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Las colaboraciones internacionales abren un mundo de posibilidades

26 de octubre de 2025 - 12:00 AM

Las empresas que se abren al intercambio internacional desarrollan capacidades que las hacen más competitivas y sostenibles. (Shutterstock)

En el escenario empresarial, las fronteras cada vez se desdibujan más. Con el paso del tiempo y la llegada de nuevas tecnologías, los emprendedores se enfrentan a un mundo interconectado donde los negocios que logran crecer son los que se abren al conocimiento, la cultura y las alianzas internacionales.

El doctor Juan Carlos Sosa Varela, decano de la División de negocios, Turismo y Emprendimiento de la Universidad Ana G. Méndez, señaló que las colaboraciones internacionales son esenciales para dos cosas: crecer e importar conocimiento, tecnología y mejores prácticas.

“Las empresas que se abren al intercambio internacional desarrollan capacidades que las hacen más competitivas y sostenibles. Pueden mantener su modelo en el tiempo, adaptarse a disrupciones políticas, sociales o tecnológicas, y responder mejor a los cambios del mercado”, explicó Sosa Varela.

Y es que, la internacionalización va mucho más allá de exportar, pues, precisamente, la exportación es la parte más básica de la ecuación.

“Una empresa que invierte directamente en otro país, ya se convierte en una multinacional, porque pasa de vender afuera a producir y generar valor en otro territorio. Eso es escalar de verdad”, sostuvo el académico.

Abre tu mente

Tras las estrategias internacionales de muchas compañías exitosas, hay un cambio de mentalidad, mencionó el experto.

“El pensamiento crítico es una competencia que cualquier empresario debe tener. Y le añadiría algo más: la ambidestreza. Es decir, tener en mente el modelo de negocio actual, pero también una visión de cómo cambiará en el futuro”, aseguró.

Sosa Varela opinó que, en la capacidad de pensar en el hoy y anticipar el mañana, está la clave del éxito para el emprendedor moderno que se enfrenta al gran reto de entrenar la mente para pensar globalmente.

“Cuando entras a un mercado internacional, al principio puede parecer un apéndice de tu negocio actual, pero, a medida que crece, se vuelve autónomo. Si no tienes esa capacidad de evolucionar, puedes terminar matando el mercado porque no tienes estructura para manejar la demanda”, destacó el experto, quien además aseguró que el pensamiento crítico es necesario “porque es lo que te ayuda a analizar a profundidad, a anticipar los escenarios y a prepararte para lo que viene”.

El experto hizo énfasis en la importancia de conocer el mercado internacional antes de lanzarse a la aventura de conquistarlo, pues aseguró que “vender afuera no es lo mismo que colaborar”, ya que las empresas exitosas no solo exportan, sino que crean redes de conocimiento, talento e innovación.

“Las compañías que construyen alianzas con universidades, startups o centros de innovación, pueden innovar más rápido y anticipar tendencias. Las colaboraciones funcionan como puentes: transfieren conocimiento, talento y tecnología. Esa transferencia aumenta la productividad y fortalece la cultura de innovación”, explicó.

Estas alianzas, además, amplían la visión del empresario. “Te dan acceso a mercados, a talento diverso y a conocimientos especializados. Son tres pilares que impulsan la productividad y la sostenibilidad de cualquier empresa”, puntualizó.

El impacto se nota en todos los sectores. “Más allá de las industrias farmacéuticas o de manufactura, hay áreas como el turismo y la agroindustria que pueden beneficiarse enormemente. Desarrollar colaboraciones internacionales permite crear el conocimiento que se necesita para mantenerse vigente en el tiempo”, dijo.

Errores cuando decides internacionalizarte

Aunque Puerto Rico tiene talento y potencial, no todos los empresarios logran cruzar la frontera con éxito. El decano identificó tres errores frecuentes: no entender la cultura, no comprender la estructura del mercado y asumir que la cercanía geográfica equivale a afinidad comercial.

“Uno quisiera que todo se pudiera estandarizar, pero las normas y valores de cada país varían. Puedes tener un buen producto, pero si no entiendes cómo se negocia o cómo se compra, cometes errores importantes”, señaló.

A eso se suma el desconocimiento del mercado, pues en algunos países, “la distribución puede ser un oligopolio —controlado por pocas empresas— y, en otros, estar altamente fragmentado. Además, muchos piensan que el país más cercano es el más conveniente, y no siempre es así”, explicó.

Como ejemplo, mencionó a las empresas locales que sirven a la industria biofarmacéutica y que son clientes que no necesariamente están en Estados Unidos, pueden estar en Irlanda, India o algún país asiático. Lo importante es la conexión con el modelo de negocio, no la distancia física y eso requiere que, como empresario, entiendas las diferencias culturales para establecer las estrategias.

El error es asumir que “el lenguaje de negocios es universal”. En su experiencia, cada cultura requiere una aproximación diferente.

“Negociar con asiáticos no es lo mismo que con estadounidenses o latinoamericanos. Por eso, hay que hacer un estudio previo de esas diferencias antes de entrar a un país”, mencionó Sosa Varela, quien estableció que, incluso, dentro de un mismo idioma hay matices y “aunque hablemos español, hay que tener cuidado con las variaciones. Un desliz lingüístico puede causar una mala interpretación”.

Busca la manera de crecer

Expandirse al exterior no solo transforma el mercado, también transforma la empresa. Sosa Varela explicó que, como empresario, debes entender cómo tu empresa va a cambiar en su estructura, procesos y roles a medida que crece.

El experto señaló que “el talón de Aquiles de muchas startups es que, aunque son exitosas al inicio, luego se les hace difícil adaptarse”. Por eso es que para emprender a nivel internacional, tiene que asumir la posibilidad de que surjan cambios orgánicos o abruptos y estar preparado para reinventarse.

“Existen productos globales, pero no existen personas globales. Por eso, el empresario debe posicionar su producto según las circunstancias del país. Puede mantener su esencia, pero debe adaptarse”, aseguró.

Sosa Varela mencionó que, en la actualidad, el reto no es solo exportar un producto, sino exportar una visión y eso comienza “con un cambio de mindset: abrirse al conocimiento, al respeto cultural y a la posibilidad de aprender del mundo”.

La autora es periodista colaboradora de Suplementos.

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Este contenido fue redactado y/o producido por el equipo de Suplementos de GFR Media.

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