

Una de las decisiones más significativas en la vida de cualquier joven estudiante es definir qué hacer con su futuro una vez se gradúa de escuela superior. Indiscutiblemente, este es un momento decisivo que, idealmente, requiere de la asistencia de un consejero profesional que le ayude a dirigirse hacia sus metas.
Tomando en cuenta esto, te presentamos diversas estrategias que, según aseguran los expertos, te pueden ayudar a manejar esa toma de decisiones con éxito.
La estrategia principal es, precisamente, buscar la asistencia de un consejero profesional, ya sea en el entorno escolar o el universitario. El estudiante también puede acudir a un profesional que tenga su práctica privada. De cualquier manera, contar con una guía profesional le ayudará a sentirse más confiado en los pasos que debe dar.
“Ese proceso puede ser estresante porque estamos aspirando a lo que es nuestro futuro. La mayor recomendación es que el estudiante busque y participe de esos servicios individuales y grupales, talleres y actividades que realizan los consejeros. [Estos profesionales] le ayudarán a autogestionar esa exploración y también le acompañarán en el manejo de las emociones asociadas a la búsqueda de las alternativas”, explicó Víctor M. Serrano Román, consejero profesional licenciado y presidente de la Asociación Puertorriqueña de Consejería Profesional.
Luego de contar con la asistencia de un consejero, es necesario que el estudiante explore sus intereses con relación a sus expectativas y metas académicas y profesionales, todo enmarcado en teorías ocupacionales.
Para esto, Serrano recomendó el modelo de evaluación RIASEC, desarrollado por John L. Holland, el cual ayuda a identificar en el estudiante las características dominantes relacionadas con el trabajo y a explorar ocupaciones compatibles.
“Este es un modelo de personalidad vocacional y se compone de seis características: Realista, Investigador, Artístico, Social, Emprendedor y Convencional. Este permite que el estudiante autogestione un proceso de exploración asociado a sus intereses y cómo esto se alinea a su personalidad”, sostuvo Serrano.
Por su parte, la consejera profesional Gloria E. Rosario, directora de la Oficina de Calidad de Vida y Bienestar Estudiantil de la Universidad Ana G. Méndez (UAGM), Recinto de Gurabo, recomendó que los estudiantes tomen esta prueba de intereses desde el undécimo (11) grado.
“La prueba está [disponible] en inglés y en español, y es avalada por el Departamento del Trabajo de los Estados Unidos. Esta prueba pueden tomarla gratis en la página de la UAGM bajo la sección Mi UAGM o en el portal gratuito Mi Próximo Paso, disponible en https://www.miproximopaso.org”.
De hecho, Rosario explicó que para los estudiantes con diversidad funcional también existe una prueba llamada Reading Free, “que [se ofrece] a través de láminas, en la cual los consejeros les asisten para poder identificar sus habilidades y destrezas y poder ubicarlos en una institución”.
Asimismo, la profesional de UAGM sugirió que los estudiantes realicen una planificación y gestión del tiempo adecuadas, a la vez que participan de actividades que los acerquen a su profesión de interés.
“Pueden buscar un trabajo de verano que esté relacionado con lo que quieren estudiar o con lo que están estudiando; también pueden ir a un campamento en el área que les interesa, pueden hacer labor voluntaria, hacer estudio y trabajo. Además, pueden participar en las ferias universitarias y en las jornadas de puertas abiertas en las diferentes instituciones. Otra cosa que se hacía antes era pasar días trabajando con una persona que labora en el área de interés. Todo esto les ayuda a clarificar esa toma de decisiones”, afirmó Rosario.
La experta también recalcó la importancia del apoyo familiar en el proceso de la toma de decisiones.
“Lo más importante es que la familia se involucre en el proceso porque ellos son los que los van a ayudar y deben visitar con ellos las universidades. Aunque piensen que los estudiantes ya son grandes y que no necesitan ayuda, la necesitan”, afirmó Rosario. Precisamente, para facilitar este proceso con la familia, algunas instituciones realizan orientaciones dirigidas a los padres, de modo que puedan involucrarse en el proceso de sus hijos.
Reconociendo esta necesidad, Sandra Sánchez, decana auxiliar de Programas e Iniciativas del Decanato de Estudiantes del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico, indicó que su oficina orienta a los padres “sobre las estrategias para manejar la vida universitaria y brinda orientación sobre las ayudas económicas que existen”.
De hecho, la decana destacó otra estrategia útil para el estudiantado que consiste en buscar la asistencia de estudiantes que trabajan como orientadores para que les den una perspectiva más informal y directa de la experiencia universitaria.
“En la UPR contamos con el Programa de Estudiantes Orientadores, donde los estudiantes de nuevo ingreso reciben una invitación y pueden solicitar que se les asigne un estudiante mentor durante el primer año. Yo diría que esto es clave porque, ¿qué mejor que escuchar [lo que ocurre] de alguien que está estudiando? Alguien que conoce lo que está pasando actualmente y que le va a ayudar con las particularidades que ocurren en la universidad. Es una manera informal de navegar [la institución y sus ofrecimientos]”, señaló Sánchez.
Además de esto, la decana de la UPR recomendó que los estudiantes no se pierdan las actividades de las instituciones, para conocer sus servicios de apoyo, los programas que existen, internados, intercambio, y así puedan tomar decisiones acertadas.
“Los estudiantes se gradúan de cuarto año y quieren irse de viaje, pero las universidades invitan a distintas actividades durante el verano y agosto. Les invito a no perdérselas porque son oportunidades para ir desarrollando estrategias de independencia, reformular [intereses] y redefinir cómo se van a proyectar”, recomendó Sánchez.
Mientras que la doctora Nelissa Domínguez, consejera profesional, creadora del programa ¡Estás Aceptado!, aconsejó a los estudiantes investigar opciones de programas académicos para encontrar esa institución ideal y, dentro de esta, poder escoger la modalidad de estudio que más se ajuste a sus intereses y necesidades.
“Hay modalidades diferentes: online, híbrido o presencial. Hay que ir mirando según la necesidad, porque si el estudiante necesita trabajar, debe investigar qué instituciones ofrecen estos programas en línea”, detalló Domínguez.
Así también recomendó que los estudiantes se aseguren de tener sus documentos al día para todos los trámites que requiere el proceso de matrícula, la solicitud de ayudas económicas y la búsqueda de hospedaje, entre otros.
“En estos meses que quedan, si ya se gradúan, deben tener a la mano la información que necesitan en términos de requisitos, exámenes estandarizados y transcripción final. El estudiante puede crear su propia carpeta con los documentos importantes: transcripción de créditos, copia de la tarjeta del seguro social y licencia de conducir, factura con dirección de residencia y todos los documentos necesarios para que, al momento de necesitarlo, te puedas matricular”, puntualizó la consejera profesional.
La autora es periodista colaboradora de Suplementos.
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