

Durante los últimos años, una combinación de retos ha sacudido a la industria hospitalaria, poniendo a prueba su estabilidad. Sin embargo, lejos de detenerse, estos desafíos sirvieron de impulso para transformar sus modelos tradicionales. El resultado: servicios más especializados, innovación tecnológica y una atención centrada en el paciente.
“Estamos en un proceso de transformación y evolución que se ha visto acelerado en los últimos tiempos por todo lo que ha ocurrido. Esta transformación es multifactorial”, expresó la licenciada Jessica Losa Robles, presidenta del Colegio de Administradores de Servicios de Salud (CASS).
“La industria hospitalaria está en constante evolución, y uno de los retos principales es la tecnología, que cambia a diario, tanto en el área de diagnóstico como en la de tratamiento”, expresó, por su parte, el licenciado Jaime Plá, presidente ejecutivo de la Asociación de Hospitales.
La presidenta del CASS estableció que otros de los desafíos son el factor económico y el aspecto del financiamiento.
“Nosotros recibimos las primas más bajas de Medicare y Medicaid en comparación con otros estados de Estados Unidos; este es el tema de la paridad por el que se sigue luchando. Los hospitales y toda la industria de la salud se tienen que preparar porque se ha anunciado que puede haber recortes en Medicaid en el 2027”, advirtió la licenciada Losa.
Asimismo, el licenciado Jaime Maestre Grau, presidente y COO del Grupo Hospitalario, que incluye las instituciones Manatí, Mayagüez y Bayamón Medical Center, el Puerto Rico Children’s Hospital, el Mayagüez Medical Center San Antonio y CT Radiology Complex Imaging Center, apuntó también a la reducción de fondos federales y a cambios en las políticas de reembolso, por parte de las aseguradoras, como aspectos que “han impactado considerablemente las finanzas hospitalarias”.
“Además, la carga operacional sigue aumentando, obligando a los hospitales a explorar eficiencias y buscar rentabilidad mediante fusiones, adquisiciones y la consolidación estratégica de servicios especializados. En nuestro caso particular, Grupo Hospitalario ha creado un modelo de negocio sostenible basado en la eficiencia, la prevención y el valor, contribuyendo a la fortaleza económica para asegurar que los puertorriqueños cuenten con servicios hospitalarios de calibre mundial”, aseguró el licenciado Maestre.
Mientras tanto, el licenciado Rafael Alvarado Noriega, director ejecutivo operacional del Centro Médico Episcopal San Lucas, en Ponce, coincidió en el tema de la disparidad. A la vez, apuntó a las regulaciones en la industria y a la falta de profesionales de la salud como esos retos que dificultan, pero que no han impedido que la atención hospitalaria se transforme.
“Nuestra industria es la más regulada en Puerto Rico. Además del Departamento de Salud, tenemos el nivel federal y en muchos hospitales tenemos el Joint Commission. A eso hay que sumarle la escasez de personal, no solamente de médicos y enfermeras, sino de recursos en todas las profesiones aliadas a la salud. Todos esos factores han hecho que los hospitales se adapten a buscar la forma de cómo prestar el servicio y cómo hacerlo más eficiente”, apuntó el licenciado Alvarado.
Los hospitales han hecho sus ajustes para diferenciarse y destacarse, ofreciendo una atención especializada y centrada en el paciente, esto amparados en la tecnología.
“Todos los días nos enfrentamos a que los equipos se vuelven obsoletos, y cuando viene la próxima generación de servicios y productos, suele ser mucho más costosa. Por eso, desde la Asociación de Hospitales trabajamos constantemente con la Legislatura de Puerto Rico y con el Congreso de Estados Unidos. Esto, para asegurar que el financiamiento de la salud en Puerto Rico cuente con los fondos necesarios para ofrecer a los pacientes la calidad de servicios que merecen”, sostuvo el licenciado Plá.
Como parte de la transformación, según la licenciada Losa, además de adquirir nuevos equipos tecnológicos, muchos hospitales se han reevaluado con el objetivo de ofrecer servicios más especializados.
“Se han preguntado: ‘¿Qué tengo que hacer diferente para que la gente elija este hospital?’. Han invertido en infraestructura tecnológica, y hoy vemos hospitales especializados en la salud de la mujer o en la atención a pacientes con derrames cerebrales (stroke), entre otros”, señaló la licenciada Losa.
Sin embargo, para lograr esas especializaciones y obtener las certificaciones requeridas, las instituciones hospitalarias han tenido que realizar inversiones económicas significativas, con el fin de agilizar procesos y brindar una atención más avanzada.
“Muchos hospitales nos hemos movido a que el paciente pueda hacer su prerregistro desde su casa, de modo que, al llegar al hospital, el tiempo de espera sea mucho menor. Además, ya son muchos los hospitales que han integrado su récord médico electrónico. Eso ha permitido automatizar la atención al paciente y hacerlo mucho más eficiente” dijo el licenciado Alvarado.
Otro aspecto innovador que, según el director ejecutivo del Centro Médico Episcopal San Lucas, vino para quedarse es la telemedicina, herramienta que “permite establecer contacto entre los pacientes y aquellos especialistas que no están en el hospital. Además, sirve para dar seguimiento a los pacientes luego de haber estado hospitalizados”.
Los hospitales también han optado por la incorporación de robots a sus salas de operaciones para mayor eficiencia y para que los pacientes tengan un tiempo de recuperación más rápido.
“Antes había procedimientos en los que los pacientes tenían que estar una semana en el hospital y ahora se reduce a la mitad. También hay hospitales que han incorporado modelos de inteligencia artificial. Obviamente, esto no va a reemplazar al médico, pero sí lo ayuda a hacer un diagnóstico mucho más certero y a determinar el tratamiento”, detalló el licenciado Alvarado.
Los expertos coinciden en que brindar al paciente una atención de calidad y lograr que, cuando esa persona llegue al hospital, se sienta a gusto con su tratamiento y regrese, de necesitarlo, es la clave para que continúe la transformación.
“Debemos tomar en consideración al paciente, escuchar sus necesidades, respetar sus preferencias y tener una comunicación transparente de manera que esa confianza sea cada vez mayor. No tratar al paciente solo por su condición física, sino también su estado mental y ver por su entorno”, señaló el licenciado Alvarado.
Esa comunicación efectiva debe contemplar al paciente y a sus familiares, quienes tienen parte en la experiencia hospitalaria.
“Nosotros colocamos al paciente en el centro de todas nuestras acciones, fomentando una relación activa, transparente y cercana. Esto implica respetar y entender profundamente todas las necesidades del paciente y de sus familiares. Hemos creado una cultura de acceso fácil, de empatía genuina y de rapidez en la atención como un asunto prioritario”, afirmó el presidente y COO del Grupo Hospitalario.
Para esto, la constante autoevaluación es clave a la hora de lograr que el paciente pueda sentirse a gusto con el servicio.
“Hay unos retos que todos los escenarios de salud tienen que analizar todos los días y es: ¿qué podemos hacer diferente? ¿qué podemos hacer para que el paciente me escoja? Los hospitales se han dado cuenta en dónde tienen que invertir y qué tienen que hacer diferente”, afirmó la presidenta del CASS.
Basado en esto, la Asociación de Hospitales afirmó contar con programas de garantía de calidad bien específicos.
“Actualmente, hay 50 hospitales participando en un proyecto para garantizar un servicio de calidad al paciente, a través de estudios, desarrollar técnicas para mejorar el servicio y disminuir las áreas de riesgo que pueda tener un paciente. Hay unas 25 áreas que nosotros estamos midiendo para asegurar que se puedan mantener unos servicios de calidad”, indicó el licenciado Plá.
Para continuar en una evolución constante, el licenciado Alvarado estableció que es necesario el esfuerzo, no solo de la industria hospitalaria, sino también del Gobierno, las aseguradoras y los proveedores.
“Necesitamos ver de qué manera podemos aumentar los reembolsos a los hospitales, que el Gobierno se involucre más en la paridad de fondos, tanto para Medicare como para Medicaid de Puerto Rico, para que los hospitales puedan continuar con la inversión sostenida en sus estructuras, tecnología y todo esto que redunda en beneficios para el paciente”, dijo el director ejecutivo del Centro Médico Episcopal San Lucas.
El presidente ejecutivo de la Asociación de Hospitales concurrió con la importancia de continuar luchando para contar con el financiamiento adecuado y el desarrollo de profesionales de la salud.
“No solamente médicos, también se necesitan enfermeras, técnicos de laboratorio, tecnólogos médicos, terapistas respiratorios, entre otros. Creo que eso es un reto importante. Igualmente, tenemos que seguir trabajando para contar con un mejor financiamiento de la salud que proviene, mayormente, de fondos federales, Medicare y Medicaid, y asegurarnos de que esos fondos sigan llegando a Puerto Rico”, resaltó el licenciado Plá.
El licenciado Maestre afirmó que la evolución que experimenta la industria continuará impulsada, precisamente, por los retos.
“La industria hospitalaria de Puerto Rico vive una transformación profunda impulsada por factores financieros, alianzas estratégicas, innovación en modelos de negocio, captación del talento, transformación en la experiencia del paciente, cambios demográficos e inversiones en infraestructura resiliente. Cada uno de estos factores, en interacción dinámica, está redefiniendo no solo el presente, sino también el futuro de los hospitales puertorriqueños, haciendo necesario evolucionar hacia modelos más integrados, eficientes, sostenibles y centrados en el paciente. Eso es lo que estamos haciendo: crecemos o de lo contrario nos estancamos”, concluyó el presidente y COO del Grupo Hospitalario.
La autora es periodista colaboradora de Puerto Rico Saludable.
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