

La Gran Hermosa Ley (o OBBBA, por sus siglas en inglés para One Big Beautiful Bill Act ) de la administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, contempla una serie de medidas para transformar la agenda fiscal del gobierno federal.
En particular, este proyecto de ley, el cual fue convertido en legislación el 4 de julio de 2025 ante la firma del primer mandatario, propone la ejecución de una reorganización presupuestaria de los préstamos estudiantiles derivados de fondos federales para estudios posgraduados.
Entre los cambios a implementarse bajo el OBBBA:
De cara a estas medidas, que comenzarán a partir del primero de julio del 2026, la doctora Yaitzaenid González, directora institucional de cumplimiento normativo de EDP University afirmó que “la clave es estar preparados… hay que mantenerse atentos e informados a todas las comunicaciones del Departamento de Educación federal y las agencias locales, porque puede haber más cambios en los próximos meses”, indicó.
A partir del 1 de julio de 2026, los préstamos federales PLUS serán suprimidos, lo que, a juicio de González, “elimina una fuente crítica de financiamiento para estudiantes de maestría y doctorado que dependían de estos fondos para cubrir costos superiores a los límites estándar”, en el caso de las instituciones educativas que manejan principal o exclusivamente una matrícula beneficiaria de estas ayudas financieras.
Los préstamos PLUS solo están disponibles para estudiantes matriculados en grados profesionales o para padres elegibles de dependientes cursando estudios subgraduados. Tras la erradicación de los préstamos PLUS, los estudiantes posgraduados o los padres de dependientes subgraduados, podrán solicitar préstamos directos con una cantidad reducida en los límites de asistencia.
Específicamente, los estudiantes de posgrado podrán ser elegibles para una asistencia de hasta $20,500 por año o $100 mil para toda la carrera. En el caso de estudiantes de carreras profesionales como por ejemplo medicina y derecho, las medidas reducen el tope de la asistencia hasta $50 mil por año, fijando un máximo de $200 mil por todo el grado.
Finalmente, el OBBBA reduce el máximo vitalicio de préstamos estudiantiles a $257,550 por estudiante para toda su carrera universitaria.
En el caso de los padres prestatarios, el OBBBA fijó los límites a $20 mil por año o $65 mil para la totalidad de la asistencia disponible.
Según la doctora González, uno de los cambios principales gira en torno a las políticas de endeudamiento y repago, cuyo incumplimiento podría impactar negativamente tanto al estudiante como a la institución universitaria.
Tras la cancelación del plan de repago SAVE (en inglés, Saving on a Valuable Education) instituido bajo la administración del anterior presidente, Joe Biden, el cual contemplaba una reducción en los pagos mensuales a razón de ingreso y tamaño del núcleo familiar, las consecuencias del deudor delincuente son más estrictas.
“Ante estos cambios, se podrían afectar muchas instituciones… los estudiantes tienen que pagar en un plazo establecido y, si las instituciones no cumplen a un ritmo saludable, se pueden ver afectadas y perder sus fondos federales”, acertó González a la vez que añadió que ha optado por contratar servicios de orientación financiera para sus estudiantes sobre el proceso de repago de los préstamos estudiantiles.
Por otro lado, González sostuvo que los estudiantes cuentan con otras opciones para costear sus estudios, entre los cuales destacó los planes de pago que dispone EDP University “sin intereses o cuotas adicionales” o préstamos privados que pueden ayudar a sufragar gastos necesarios. En el caso de EDP University, señaló, “la opción de un préstamo privado ha ayudado a la mayoría de los estudiantes que componen nuestra matrícula. (Nosotros) tratamos de que el estudiante no tenga que hacerlo y busque esa ayuda suplementaria haciendo un plan de pago con nosotros, pero la realidad es que nuestra población, mucha de ella de Estados Unidos, toma préstamos privados para gastos relacionados a viajes, estadía y alimentos”.
Otro de los cambios impactará la supervisión a las instituciones universitarias cuyas tasas de graduados sin un empleo afín al grado cursado sean excesivamente altas. A estos efectos, las universidades cuyos graduados no superen el ingreso promedio de un titular de un diploma equivalente, podrían perder elegibilidad para préstamos federales, afectando especialmente, a las carreras con índices bajos de empleo.
Sobre este particular, González interpuso que EDP University “ está trabajando con servicios de carreras, de manera que estén en comunicación con los estudiantes para conseguirles empleo y apoyarles en el proceso de contactar patronos, cómo hacer un resumé, cómo conseguir trabajo, entre otros”, puntualizó.
La autora es periodista colaboradora de Suplementos.
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