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Los propósitos para el 2026 que recomienda un psicólogo

Son herramientas para que tengas una visión de vida más amplia, clara y consciente

21 de diciembre de 2025 - 9:55 AM

En 2026 (y siempre), el descanso va en primer lugar en el calendario porque no es un lujo, no es un premio, es una función biológica que viene siendo igual de importante que comer. (Shutterstock)

Al finalizar cada año, muchos se ponen metas a las que llaman “resoluciones de año nuevo”. Algunos utilizan esta estrategia para enfocarse en lo que anhelan lograr, otros tratan de que esto los motive para hacer cambios positivos en sus vidas. Lo cierto es que hacer una lista de resoluciones no te llevará a cumplir con el propósito, sino que, comprometerte con tu propósito, es lo que te llevará a alcanzar esas metas.

“Cuando pensamos en propósitos de año nuevo, en resoluciones, muchas veces nos imaginamos una lista de tareas, ir al gimnasio, mejorar mi dieta, ahorrar, viajar, leer más. Uno visualiza lo que quisiera lograr. Sin embargo, desde la perspectiva de la salud mental, nosotros hemos aprendido que lo que verdaderamente sostiene el cambio no es la lista, es el propósito detrás de la lista”, expresó el doctor Humberto Cruz Esparra, psicólogo especialista en medicina conductual del Hospital CIMA Menonita.

Vemos que algunas de las principales resoluciones de las personas son bajar de peso, ahorrar más, saldar deudas, concretar proyectos profesionales y personales. Pero, a veces, las personas se olvidan de las cosas que verdaderamente impactan sus vidas y que pueden traer salud física, mental y emocional.

“Puerto Rico, en estos últimos años, ha atravesado presiones sumamente grandes a nivel emocional y esto trae como resultado el que muchas personas empiezan a desarrollar una capacidad inmensa para mantenerse de pie, pero se han desconectado de lo que sienten, de su bienestar, de ellos mismos. Vivimos cumpliendo responsabilidades sin espacio para respirar nuestra propia vida”, afirmó el especialista.

Por esto, el doctor Cruz propuso que las personas establezcan unos propósitos que no sean superficiales ni repetitivos, sino propósitos más humanos.

“En esencia, estos propósitos van a ayudar a recuperar la capacidad de sentir, de descansar, de pensar con claridad, a tener relaciones con intención. Menos de hacer más y, más, de vivir desde un lugar más sano y sostenible”, sugirió.

Para lograr estos “propósitos humanos”, Cruz Esparra recomendó plantearse acciones pequeñas y repetitivas, que perduren hasta alcanzar el objetivo.

“La literatura es clave cuando habla que el comportamiento demuestra que el cambio real de la gente no ocurre por una motivación intensa de inicio, sino por estructuras pequeñas y repetidas que el cerebro pueda sostener. Por una meta a largo plazo, yo tengo que hacer tres metas pequeñas a corto plazo, porque con esto lo que busco es consolidar un hábito y un hábito se consolida en un periodo de 60 a 90 días. Y los hábitos negativos no se eliminan por fuerza de voluntad, ellos se debilitan cuando se sustituyen por hábitos más saludables”, explicó.

Dejando a un lado las resoluciones típicas de cada año, el psicólogo clínico aconsejó enfocarse y proponerse estos propósitos más humanos:

1. Agenda el descanso con la misma prioridad que el trabajo.

“En 2026, el descanso va en primer lugar en el calendario porque no es un lujo, no es un premio, es una función biológica que viene siendo igual de importante que comer. Cuando vivimos demasiado acelerados por largos periodos, el cerebro se funde y el cuerpo entra como en un modo de supervivencia que tarde o temprano nos va a pasar factura en forma de ansiedad, irritabilidad, fatiga crónica, incluso, en síntomas físicos y somáticos”.

2. Pide ayuda antes de llegar al límite.

“En Puerto Rico se busca ayuda cuando ya se toca fondo y eso hay que cambiarlo. La salud emocional debe ser preventiva y no reactiva. Debes hablar con un psicólogo, médico, líder espiritual o con una persona de confianza, no cuando ya no puedas más, sino cuando comienzas a sentir las señales internas. Cada uno de nosotros, nos conocemos y el pedir ayuda es un acto de madurez emocional. Hay que exteriorizar lo que se siente porque, a medida que se exterioriza, esa emoción va perdiendo fuerza. El hablar se convierte en el medicamento para poder minimizar la carga emocional que sostiene el evento que estoy sintiendo internamente”.

3. Construye y sé parte de relaciones que reparen, en vez de relaciones que drenen.

“No se trata de tener más gente alrededor, es tener vínculos donde exista presencia, donde haya honestidad y cuidado. Una sola relación segura puede reducir sustancialmente el riesgo de depresión, mejorar la salud cardiovascular y aumentar la esperanza de vida. Así que es bien importante que inviertas en la calidad emocional y no en la cantidad social. No es que seas antisocial y estés con poca gente, pero tienes que saber escoger a quién integras a tu círculo. Necesitas gente que te añada, no que te reste”.

4. Reduce deliberadamente la velocidad interior.

“La gente subestima el poder de respirar conscientemente. La capacidad de parar y respirar conscientemente durante el día es una herramienta médica, no es una moda ni tendencia. Cuando respiras conscientemente y pausas, activas neuro fisiológicamente áreas del sistema nervioso central, enviando señalizaciones a la glándula suprarrenal para que disminuya la producción de cortisol en la sangre. El cortisol es la hormona de la ansiedad y la evidencia en neurociencia muestra que pequeñas pausas van a reducir el cortisol y van a mejorar la claridad mental y a restaurar la capacidad de atención. Una recomendación es: 10 minutos de respiración diafragmática al día pueden cambiar el curso de una jornada del día completa”.

5. Recupera las actividades que te conectan con tu identidad.

“Muchas personas dicen que sienten que están vivos, pero no presentes, que están en automático y se les hace difícil conectar. Una de las formas más potentes de recuperar eso es volver a algo que amabas y dejaste atrás, por ejemplo tocar un instrumento, cantar, bailar, cocinar, escribir, ir a la playa sin prisa. Estas actividades no son solamente entretenimiento, son anclas de identidad y esto te recuerda quién eres, te hace humano. Te desconecta de la cotidianidad, de la agenda llena de cosas”.

Según el psicólogo, estos propósitos te servirán como herramientas para que en 2026 tengas una visión de vida más amplia, clara y consciente.

“En este nuevo año que se aproxima, no necesitas una versión más ocupada de ti, necesitas una versión más consciente, más presente. Así que el reto para el 2026 no es demostrar más fuerza, te tienes que permitir vivir con mayor consciencia. Este puede ser un año más o puede ser el año en que vuelvas a conectar contigo mismo”, puntualizó Cruz.

La autora es periodista colaboradora de Puerto Rico Saludable.

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Este contenido fue redactado y/o producido por el equipo de Suplementos de GFR Media.

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