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Atención padres y maestros: cómo construir una relación positiva para apoyar a los estudiantes

La psicóloga y consejera en asuntos de la niñez, Jayleen Gorritz Pérez, brinda consejos prácticos

25 de agosto de 2025 - 12:03 PM

Los padres no deben perder de perspectiva que la educación de la niñez requiere un enfoque integral y precisa de su participación en el quehacer académico y en el bienestar emocional de sus hijos. (Shutterstock)

La relación entre padres y docentes es fundamental para el desarrollo académico de los menores y para su bienestar general en el salón de clases.

Se trata de varios agentes que deberían trabajar colaborativamente en virtud de la mejor experiencia escolar posible para el menor. No obstante, para la licenciada en psicología y consejera en asuntos de la niñez, Jayleen Gorritz Pérez, “los retos son parte de la vida dentro y fuera de la escuela y, como padres, atender los retos que puedan surgir en el desarrollo académico de los hijos en un espíritu de colaboración es esencial”, acertó.

La experta enmarca esta apertura al diálogo desde la convicción de que el hogar es la primera escuela de los menores. A estos efectos, la escuela siempre tendrá un papel importante en el desarrollo de los hijos, por lo que, como padres, “debemos ver la escuela como un aliado y trabajar en un frente común por el bienestar de la niñez”, indicó Gorritz Pérez.

Las razones que crean desfases entre padres y docentes son variadas. Estas pueden derivarse por algún malentendido, un señalamiento hacia el menor, alguna calificación con la que el padre no esté de acuerdo, entre muchos escenarios más. Para Gorritz Pérez, lo más importante es preservar la comunicación como denominador común para entender la percepción del otro, siempre partiendo desde la buena fe.

“En estos momentos [de controversias] tenemos que dar el ejemplo y mostrarles a nuestros hijos que el diálogo y la conversación son necesarios en todos los aspectos de la vida. Tenemos que ser sensatos y enaltecer los valores de la prudencia, la escucha activa y tratar de entender al maestro, quien también es un humano que comete errores”, aseveró la conejera y psicóloga, añadiendo que el maestro es una figura clave en el desarrollo cognitivo de los niños, “pero no puede hacerlo todo”.

Por otro lado, la psicóloga recomendó la utilización de los canales de comunicación que disponen las instituciones académicas, de manera que, cuando surjan diferencias, esto podrá generar un acercamiento a las autoridades escolares para buscar soluciones a un conflicto particular. Para Gorritz Pérez, es recomendable ir procurando sobre estos canales al alcance de los padres, pues, aunque “el comunicar la situación que nos inquiete, es importante… debemos hacerlo con intención; si hacemos nuestra diligencia de antemano, podemos solicitarle a la escuela que se activen ciertos protocolos, si hay que activarlos”, subrayó la psicóloga y directora de la consultoría educativa Inspirando Vidas.

Por último, la licenciada exhortó a los padres a no perder de perspectiva que la educación de la niñez requiere un enfoque integral y precisa de su participación en el quehacer académico y en el bienestar emocional de sus hijos. Partir del entendimiento de que, a veces, los niños necesitan recursos adicionales para su beneficio puede brindar los refuerzos necesarios que mejor se atemperen a las necesidades del menor. “A veces ellos [los niños] necesitan apoyo en ciertas áreas y es importante estar ahí y responder si necesitan de un profesional de salud mental, o algún tutor, así como otros recursos académicos que les puedan ayudar”, puntualizó.

Gorritz Pérez ofreció los siguientes consejos para construir una colaboración cohesiva entre padres y docentes:

  • Presentarse a los docentes y directores de la escuela, pues esto ayuda a comunicarle a la comunidad escolar que los padres y cuidadores del niño están activos en su desarrollo.
  • Comunicar cualquier preocupación o aspecto que el docente deba conocer sobre el estudiante y su trasfondo, tales como creencias religiosas, información médica importante o eventos significativos como alguna muerte o pérdida en el hogar.
  • A pocas semanas del comienzo de clases, la psicóloga recomienda ir normalizando una rutina de sueño saludable y una buena alimentación, pues ambas son sumamente importantes para el aprendizaje.
  • Comenzar a hacer una resaca del área de estudio y convertirlo en un espacio bonito y acogedor para que los niños se sientan cómodos y puedan tener una asociación positiva al estudio.
  • Asegurarse de asistir a las reuniones para conectar con la comunidad escolar y conocer los canales de comunicación de la escuela para ventilar alguna queja.
  • Identificar si el menor necesita algún refuerzo emocional y crear una estrategia para fortalecer las herramientas necesarias para su bienestar.
  • Poner metas cortas diarias para pulir las materias más débiles. A modo de ejemplo, si el menor enfrenta retos en la lectura, la psicóloga recomienda crear el hábito de leer de 3 a 4 páginas diarias.
  • Mantener un diálogo con el menor y hacerle saber que los padres están para ayudar y escucharle.
  • Hacerse disponible al docente y a la dirección de la escuela para contestar preguntas futuras y conversar sobre el menor en cualquier momento.

La periodista es colaboradora de Puerto Rico Saludable.

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Este contenido fue redactado y/o producido por el equipo de Suplementos de GFR Media.

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