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Deja de “scrollear” sin parar

Una experta comparte estrategias para romper con la costumbre de dejar de buscar constantemente en tu celular

7 de septiembre de 2025 - 12:00 AM

Ponte a prueba: ¿Cuánto tiempo pasas "scrolleando" el celular? (Shutterstock)

Miras el reloj y es la 1:00 a.m. Te sorprendes y sueltas tu teléfono celular porque sabes que la alarma sonará en pocas horas y te espera un largo día de trabajo y responsabilidades familiares. Mientras logras quedarte dormido, te preguntas cómo estuviste tres horas pegado a las redes sociales si tu intención era dar una breve mirada a tus redes sociales antes de dormir.

¿Te suena familiar esta situación? ¿Cuántas veces has dicho “solo 10 minutos” y, cuando miras el reloj, has pasado más de una hora pegado a la pantalla?

Si tu respuesta es “muchas”, “varias”, “con frecuencia” debes saber que no estás solo. Esa necesidad de “scrollear” (que proviene del término scroll, vocablo en inglés que se utiliza para describir la acción de desplazar el contenido de la pantalla de un dispositivo electrónico), es cada vez más común.

Esta acción muchas veces se centra en la expectativa de encontrar algo nuevo que compartir para recibir aprobación.

Según la doctora Dinah Ramos Ortolaza, profesora del programa de Neurociencias Integradas de la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico, el celular activa en el cerebro los mismos mecanismos de placer que median la adicción a sustancias

“Cuando nosotros usamos mucho el celular y estamos en las redes, todo lo que implica gratificación —un ‘like’, un comentario, una visualización— está activando esas mismas estructuras cerebrales. El problema viene cuando lo repetimos tanto que llega un punto en que no lo podemos controlar. Ya lo necesitamos para sentirnos bien”, señaló la experta.

Si este es tu caso o el de una persona cercana, es importante que comprendas que el uso excesivo del celular afecta tres áreas esenciales: atención, memoria y sueño.

“Nuestro cerebro tiene la capacidad de percibir muchos estímulos a la vez, pero cuando hay un estímulo que recibimos con más frecuencia, el cerebro se enfoca en eso. Llega un momento en que no somos capaces de controlar la atención hacia otra cosa que no sea el celular”, explicó la doctora Ramos Ortolaza.

La memoria también se ve afectada por el vicio de “scrollear” si tu mente está pendiente de notificaciones o pensando qué publicar, retener información se vuelve cuesta arriba. Esto, sin dejar a un lado los efectos que tiene la falta de sueño en el organismo.

“Somos animales diurnos, necesitamos el reposo nocturno. Pero muchos niños y adultos se acuestan con el celular en la cara, recibiendo estímulos de luz y contenido. Eso altera el reloj biológico y el ciclo circadiano”, añadió la experta.

Aunque es común ver adultos pegados al celular como si el resto del mundo no existiera, la doctora mencionó que los más expuestos a desarrollar esta dependencia son los niños y adolescentes, porque su cerebro aún está en desarrollo.

“Desde pequeños hasta después de la adolescencia, todavía estamos formando las estructuras cerebrales. Si en lugar de exponerse a actividades físicas o sociales pasan el tiempo frente al celular, corren el riesgo de no desarrollar las destrezas motoras, cognitivas y de comunicación esenciales”, enfatizó Ramos Ortolaza.

¿Por qué ocurre?

Soltar el teléfono puede ser una tarea difícil porque muchos lo ven como una fuente de expectativa más que de entretenimiento.

La experta advirtió que compartir algo y revisar una y otra vez quién reaccionó, comentó o lo compartió, es una combinación peligrosa de entretenimiento, gratificación y ansiedad.

En algunos casos las personas “matan el tiempo” viendo tutoriales, aprendiendo algunos trucos caseros o conociendo la historia de otros, pero existen otras situaciones en las que se desliza la pantalla sin poner atención real a lo que se ve.

“He visto personas viendo videos que duran segundos, pasando uno tras otro. No se quedan en ninguno porque lo que los mantiene es la expectativa de encontrar algo fabuloso. Es similar al casino: la gente sigue jugando porque espera ganar, no porque haya ganado”, dijo Ramos Ortolaza.

¿Cuándo hay que preocuparse y buscar ayuda?

Como en toda acción que se repite sin parar y es difícil dejar a un lado, cuando se “scrollea” sin control hay ciertas “banderas rojas” que indican que es tiempo de buscar ayuda.

La doctora Ramos Ortolaza mencionó que si lo primero que haces al despertar es mirar el teléfono; sales de casa y lo olvidas, regresas por él aunque llegues tarde a tus compromisos; lo llevas al baño y pasas largos ratos allí conectado; o sientes ansiedad si está descargado o si pasan más de 10 minutos sin revisarlo, es momento de preocuparse y buscar ayuda para dejar esta adicción.

“Cuando dependemos tanto del celular que sin él no podemos funcionar, definitivamente ya tenemos un problema”, advirtió Ramos Ortolaza.

¿Qué hacer para recuperar el control?

Lo primero es identificar que tienes un problema y buscar ayuda profesional. Además, puedes trazar algunas estrategias que recomendó la doctora Ramos Ortolaza para romper con la adicción digital.

1. Establece espacios libres de celular. Por ejemplo, si vas a estudiar o trabajar, deja el teléfono en otra habitación para que puedas concentrarte.

2. No lo lleves a todos lados. Si vas a la farmacia, a echar gasolina o a comer en familia puedes dejar el celular en casa o guardarlo en tu cartera. “Hoy en día ves familias completas en un restaurante, cada cual pegado a su pantalla. Si lo guardamos, compartimos de verdad”, dijo la neurobióloga.

3. Esfuérzate por hacer una desintoxicación realista. En estos casos, la doctora aconsejó establecer alarmas para limitar el tiempo de uso, quitar notificaciones innecesarias y dormir sin el teléfono en la mesa de noche. “Una vez creamos hábitos como no tener el celular en el cuarto o poner alarmas cuando lo usamos, el cerebro se va adaptando”, explicó.

4. Cambia el hábito por actividad física. “El cerebro tiene plasticidad y se adapta. La actividad física no solo es buena para la salud, también ayuda a reducir el tiempo de exposición al dispositivo”, añadió.

5. Reemplaza el tiempo en redes con actividades que te llenen. Busca otras tareas y formas de entretenimiento como juegos de mesa, cocinar, practicar un hobby, conversar cara a cara. “Cuando uno se envuelve en cosas que lo mantienen ocupado y estimulado, no siente la necesidad de buscar el celular”, indicó.

6. Controla la expectativa. Antes de abrir la aplicación, decide cuánto tiempo usarás y qué quieres hacer. Coloca una alarma. Cuando suene, detente.

7. Analiza tu situación. Los celulares hoy muestran el tiempo de uso por aplicación. Míralo. “A veces pensamos que pasamos un ratito, pero los datos revelan que hemos estado mucho más tiempo de lo que creemos”, dijo.

La autora es periodista colaboradora de Puerto Rico Saludable.

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Este contenido fue redactado y/o producido por el equipo de Suplementos de GFR Media.

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