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Vacunación
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Estamos viviendo en un mundo sin vacuna

La pandemia por el COVID-19 ha dejado plasmada la importancia de la vacunación como herramienta de sobrevivencia de la humanidad

5 de octubre de 2020 - 12:14 PM

Nota de archivo
Esta historia fue publicada hace más de 4 años.
Estamos viviendo en un mundo sin vacuna (Shutterstock)

Por años, el tema de la vacunación ha sido eje de controversias entre quienes apoyan o critican su uso para prevenir enfermedades. Los debates han sido constantes y, en incontables ocasiones, han estado plagados por desinformación y falta de evidencia científica que apoye las críticas.

Sin embargo, desde que se descubrió la primera vacuna, la de viruela, en el 1796, han sido varias las que han evitado que enfermedades como el polio, el sarampión, las paperas, la tos ferina y la difteria se hayan proliferado. En épocas más recientes se unen a este arsenal médico las vacunas del virus del papiloma humano (VPH), la vacuna anual contra la influenza, la vacuna neumocócica conjugada y la de hepatitis B, entre otras. El consenso de la comunidad científica es que las vacunas es la mejor manera de prevenir que una enfermedad se propague. Pero, ¿qué ocurre cuando no existe una vacuna para una enfermedad que puede ser potencialmente letal?

“Esto es sencillo. Siempre hemos hablado de las epidemias del pasado y de cómo han funcionado las vacunas, pero, vámonos al presente y ahora mismo estamos viviendo un episodio de una enfermedad que es viral, por la que la gente está muriendo, y no hay vacuna. Lo que hemos dicho que ocurrió en el pasado está ocurriendo ahora mismo, lo estamos viviendo hoy: un mundo que no tiene vacuna contra el COVID-19”, enfatizó el doctor Javier Morales, infectólogo e investigador, quien agregó, convencido, que hoy la gente puede tener una perspectiva clara de la importancia de las vacunas.

“Si hubiese una vacuna para el COVID-19, entonces, se hubiese controlado esta epidemia o no hubiese ocurrido, si se hubiese vacunado la gente y no moriría”, analizó el doctor Morales, recordando que, a través de la historia, diferentes epidemias como la de polio, la de viruela e, incluso, la influenza, mataron a mucha gente, y que, ahora, con el coronavirus, estamos viviendo lo que implica no tener una manera de prevenir esta enfermedad. Sin embargo, también considera que este es, también, un momento importante para educar e internalizar la necesidad de las vacunas cuando están disponibles.

Desde su perspectiva como salubrista e investigador, está convencido de que “esta pandemia de COVID-19 va a cambiar, probablemente, la visión que tiene mucha gente de no vacunarse” y admite que, si bien hay mucha gente que no se vacuna debido a la “información negativa bombardeada constantemente por personas que no tienen los datos científicos para probar sus puntos, hay otras que tienen dudas y que observan si se vacunan o no, mientras que otras, sencillamente, se van a vacunar”.

Al comentar sobre el aspecto de inmunidad natural que defienden quienes promueven la no vacunación, el doctor Morales recalcó que, con el COVID-19, “si tú dejas que la gente se contamine con este virus, va a morir mucha, va a seguir cerrada la economía y va a haber un colapso total de salud y económico mundial. Si tenemos una vacuna, eso se podría detener”, subrayó, al resaltar que el panorama actual resume lo que se ha venido diciendo durante años sobre la importancia de las vacunas.

“Vamos a hablar de la información negativa que ha surgido durante los últimos 25 años sobre la vacunación y vamos a tomar el ejemplo del autismo. Se ha probado hasta la saciedad que la vacunación no está asociada al autismo. Por ejemplo, si miras que las curvas de la gente vacunándose en el mundo han bajado y que el autismo ha aumentado, pues entonces, si tu ves las cosas lógicamente, la vacuna no tienen que ver con el autismo. Sin embargo, la gente cree en la información negativa anecdótica y sin datos científicos”, enfatizó, al poner como un ejemplo reciente las aseveraciones hechas por el presidente Donald Trump en las que hablaba de utilizar sistémicamente detergente y usar luz ultravioleta internamente para “destruir” el virus.

“¿Qué pasa? Te aseguro que va a haber gente que va a probar los detergentes, se los va a inyectar, o los va a inhalar o se los va a tomar y entonces vamos a tener muertes por intoxicación”, argumentó el infectólogo, que ha realizado más de 160 estudios clínicos en temas como VIH, hepatitis C, vacunas de dengue y de Zika, entre otros. Para tomar decisiones relacionadas a la salud, “la información siempre tiene que estar basada en datos científicos probados”, añadió, para mencionar que, junto con la penicilina y la sulfa (dos tipos de antibiótico) y la isoniacida (medicamento contra la tuberculosis), las vacunas se encuentran entre los cuatro grandes avances para la sobrevivencia de la humanidad.

De acuerdo con el doctor Morales, “en este momento, donde el COVID-19 no tiene una vacuna, la mayoría de las personas está esperando a que salga la vacuna para ponérsela porque vieron que el pasado vino al presente y están viendo la película por primera vez en su vida”, reveló, al explicar que ya hay vacunas en fase 1 y fase 2 de investigación en los que estarían probando toxicidad, efectos secundarios y si se desarrollan anticuerpos neutralizantes contra este virus en los sujetos investigados. Si el estudio en fase 2 funciona, se pasa a una fase 3 y, si el estudio es contundente y prueba que la vacuna es efectiva, esta fase se podría acortar y recibir la aprobación rápida por parte de la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA, en inglés), detalló el subespecialista, al recalcar, que, al estar bajo la jurisdicción de la FDA, Puerto Rico tendría acceso a esta vacuna rápidamente.

“Es bien interesante porque, cuando aprueben esta vacuna, van a aprobar una vacuna que debe ser segura y que debe funcionar, y que gran parte de la población va a ponérsela”, comentó, al resaltar que irónicamente, eso no ocurre con otras vacunas que llevan 50 años en el mercado y que son seguras y efectivas.

El doctor Morales enfatizó que el coronavirus puede coexistir con la influenza y que esto aumenta la mortalidad dramáticamente. De ahí la importancia de vacunarse contra la influenza para evitar posibles complicaciones, de ser infectado por COVID-19.

“La vacuna contra la influenza debe estar al día, pero recuerden que aunque se pongan la vacuna ahora tiene que repetirse en octubre, porque son cepas de virus distintas”, finalizó diciendo.

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Este contenido fue redactado y/o producido por el equipo de Suplementos de GFR Media.

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