

De acuerdo con el Instituto Nacional del Cáncer, adscrito a los Institutos Nacionales de la Salud, (NCI, en inglés), las investigaciones son fundamentales para tratar los diversos tipos de cáncer y, de esta manera, no solo mejorar los resultados en términos de diagnóstico y tratamientos, sino también para mejorar la calidad de vida de los pacientes.
Sin embargo, a pesar del progreso que se ha logrado en décadas más recientes para tratar cánceres, como, por ejemplo, el de mama, el NCI señala que, para otros, como el cáncer del hígado, el pancreático y algunos cánceres del cerebro en adultos y niños, no se han logrado desarrollar terapias efectivas.
Tomando en cuenta que el cáncer continúa siendo una de las principales causas de muerte en el mundo y que, cada año, fallecen 8.2 millones de personas a causa de este y más de 32 millones viven con algún tipo de cáncer, las investigaciones siguen siendo esenciales para desarrollar opciones terapéuticas menos tóxicas, más dirigidas y, por consiguiente, más efectivas.
En Estados Unidos, el NCI ha jugado un rol fundamental en esta carrera, subvencionando y avanzado el conocimiento sobre los diferentes tipos de cáncer. Según establece, aproximadamente la mitad de los medicamentos utilizados hoy día para tratar el cáncer fueron descubiertos o desarrollados por investigadores que recibieron fondos de la entidad. Agrega que, tan solo en el 2019, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, en inglés) aprobó once nuevos tratamientos, para los cuales el NCI contribuyó en su desarrollo o en los ensayos clínicos de efectividad. Además, a través del SWOG Cancer Research Network, una red colaborativa global que diseña y realiza estudios clínicos, apoya en probar nuevos tratamientos, estrategias de prevención y en encontrar nuevas maneras de cuidar a los sobrevivientes de cáncer.
A pesar de los retos actuales, impuestos por la pandemia del COVID-19, la comunidad científica mundial continúa en la búsqueda de mejores terapias y nuevas estrategias de prevención. Ejemplos de años recientes son el desarrollo de terapias moleculares dirigidas y la inmunoterapia, las cuales han revolucionado el tratamiento para los pacientes. Con esto en mente, el NCI asegura que, en el futuro, será posible caracterizar molecularmente las células cancerosas, así como los componentes celulares del tumor y hasta la composición de la microbioma para que el paciente y su equipo de salud puedan tomar decisiones de tratamiento informadas y personalizadas.
A continuación, algunas investigaciones y descubrimientos reseñados por el NCI:
1. Avance en el tratamiento del cáncer cervical
Los resultados preliminares de dos estudios clínicos independientes fase 2 que investigan la inmunoterapia basada en la proteína programada 1 (PD1) de la muerte celular para el tratamiento del cáncer cervical metastásico sugieren nuevas opciones de tratamiento para esta enfermedad que actualmente cuenta con alternativas de tratamiento limitadas.
En cada estudio participaron más de 150 pacientes con cáncer de cuello uterino recurrente o metastásico de centros de tratamiento del cáncer en Estados Unidos y Europa. Todas las pacientes fueron tratadas previamente con quimioterapia a base de platino como terapia de primera línea. Los dos ensayos de fase 2 independientes, pero consecutivos, probaron un nuevo agente inmunológico llamado balstilimab administrado solo o en combinación con un segundo fármaco, un anticuerpo monoclonal llamado zalifrelimab.
Los resultados de los estudios, considerados los más grandes de terapias inmunooncológicas contra el cáncer del cuello uterino, fueron presentados en el Congreso Virtual de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO, en inglés) y son esperanzadores.
2. “Debilidad” inesperada en cáncer de próstata avanzado puede tratarse
Los investigadores de la Universidad de Kanazawa, en Japón, reportaron que el compuesto timoquinona (TQ) mata selectivamente las células del cáncer avanzado de la próstata que tienen supresión del gen SUCLA2, al menos en un modelo de ratón. Los investigadores dijeron que la TQ ya tiene efectos anticancerígenos conocidos y demostró ser seguro en un ensayo clínico de fase 1. Según indicaron, los cánceres prostáticos que tienen este gen suprimido representan una fracción significativa en aquellos pacientes con cáncer metastásico o que son resistentes a la terapia hormonal, por lo que la timoquinona podría ser de gran beneficio para ellos.
3. Otra aprobación fortalece la función de la genómica
Recientemente, la FDA aprobó otro uso para el inhibidor de puntos de control inmunitario pembrolizumab (Keytruda), para tratar a algunos adultos y niños con cáncer avanzado de cualquier tipo que presentan un tumor con gran número de mutaciones genéticas, conocido como un cáncer con carga mutacional del tumor alta (TMB-H).
Aunque su efectividad se deberá confirmar mediante estudios adicionales, representa un mayor uso de la genómica, o la secuenciación de tumores, para orientar el tratamiento del cáncer, incluso en los niños.
4. Aprobaciones en cáncer de la próstata
Dos aprobaciones recientes de la FDA brindan nuevas terapias dirigidas para algunos hombres con cáncer de próstata metastásico que ya no responden a los tratamientos hormonales estándares. Se trata del olaparib (Lynparza) y el rucaparib (Rubraca), medicamentos que trabajan bloqueando la actividad de una proteína conocida como PARP, que ayuda a las células a reparar daños específicos en el ADN en los hombres que tienen estas alteraciones genéticas.
Debido a que estudios han dado cuenta de que entre el 20 y el 30 % de los hombres con cáncer de próstata metastásico tienen alteraciones genéticas que afectan los mecanismos de las células para reparar el ADN, contar con dos nuevas terapias es una buena noticia.
5. Tomar aspirina podría aumentar el riesgo de muerte
Aunque muchos estudios indican que las personas que toman con regularidad dosis bajas de aspirina tal vez reduzcan los riesgos de recibir un diagnóstico de cáncer o de morir por la enfermedad, los hallazgos del estudio clínico ASPREE (Aspirin in Reducing Events in the Elderly) no confirman que ocurra lo mismo en los adultos mayores.
De acuerdo con este estudio, cuyos resultados fueron publicados en agosto de este año en el Journal of the National Cancer Institute y en el cual participaron unas 19,000 personas con un buen estado de salud general y mayores de 70 años, si bien no hubo diferencias en la probabilidad de recibir un diagnóstico de cáncer entre los participantes que tomaron una dosis diaria de 100 mg de aspirina y los que tomaron un placebo, fue más probable que recibieran un diagnóstico de cáncer avanzado o que murieran por cáncer.
Los investigadores recomiendan seguir a los sujetos del estudio más tiempo para comprender mejor los posibles efectos de la aspirina en los diagnósticos de cáncer y las muertes por la enfermedad.
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