

25 de septiembre de 2025 - 7:45 AM
Washington - La Casa Blanca ha amenazado con iniciar una nueva ola de despidos de empleados federales si no se logra un acuerdo sobre el presupuesto y se pone en marcha el 1 de octubre un cierre parcial del gobierno estadounidense.
La amenaza fue presentada el miércoles en un memorando del director de la Oficina de Gerencia y Presupuesto (OMB, por sus siglas en inglés), Russell Vought, que representa un intento de presión hacia el liderato demócrata del Congreso, que ha reclamado un acuerdo bipartidista sobre una resolución que dé continuidad al presupuesto vigente, que vence a la medianoche del martes.
Los líderes demócratas del Senado, Charles Schumer, y de la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries, coincidieron en que se trata de un intento de intimidación que no va a funcionar y aseguraron que se trataría de despidos ilegales que serían revertidos por los tribunales.
Los potenciales despidos y cierre del gobierno federal ocurrirían después de que el gobierno de Donald Trump – inicialmente con el multimillonario Elon Musk a la cabeza de una comisión de Eficiencia Gubernamental (DOGE)-, despidió a cerca de 200,000 de empleados, según Federal News Network.
En Puerto Rico, antes de esos despidos, había alrededor de unos 14,000 empleados federales.
Vought consideró que al vencer el financiamiento de programas federales, no sería obligatorio ejecutarlos. Por ello, ordenó a las agencias federales a que “aprovechen esta oportunidad para considerar la emisión de avisos de reducción de personal (RIF)” en el caso en que el financiamiento vence el 1 de octubre o no se ajusta “a las prioridades” del presidente Trump.
Una vez el Congreso logre un acuerdo para financiar temporalmente el presupuesto – el plan del liderato republicano es extender los gastos actuales hasta el 21 de noviembre-, “las agencias deben revisar sus RIF según sea necesario para mantener el número mínimo de empleados necesario para llevar a cabo las funciones estatutarias”.
Todo plan de reducción de personal debe ser presentado a la OMB.
“Esto es un intento de intimidación. Donald Trump ha estado despidiendo a empleados federales desde el primer día, no para gobernar, sino para asustar. Esto no es nada nuevo y no tiene nada que ver con la financiación del gobierno. Estos despidos innecesarios serán revocados en los tribunales o la administración acabará contratando de nuevo a los trabajadores, como hizo (el miércoles)”, indicó Schumer, electo por Nueva York, en una declaración.
En marzo, cuando el gobierno federal se enfrentó a una situación similar, Schumer dijo que promovió darle continuidad al presupuesto por temor de que se le diera más poder a Trump para “destruir servicios esenciales” del gobierno federal.
Ahora, después de que Trump rescindiera fondos asignados por el Congreso, ha cambiado de posición.
Jeffries- electo por un distrito de Brooklyn, en Nueva York – afirmó que Vought es una persona “maligna y corrupta”, y afirmó que los congresistas demócratas no se dejarán “intimidar por tu amenaza de despidos masivos”.
Pero, Jeffries también escribió un mensaje dirigido a los electores de Virginia – que en noviembre tienen elecciones para gobernador-, al indicar que la Casa Blanca tiene como como “objetivo arruinar tu vida y castigar a las familias trabajadoras que ya están luchando con los aranceles de Trump y la inflación”.
La mayoría republicana de la Cámara de Representantes, con el voto a favor de un solo demócrata, aprobó el pasado viernes una resolución que daría continuidad al presupuesto vigente hasta el 21 de noviembre. Pero, el Senado, donde los republicanos pueden necesitar al menos siete votos demócratas, derrotó dos horas después la legislación de mayoría.
Ambas cámaras derrotaron también la resolución de la minoría demócrata que busca extender de forma permanente los subsidios de los planes médicos de “Obamacare” que expiran a finales de año, eliminar los recortes de Medicaid de la ley de reconciliación fiscal del pasado 4 de julio y prohibir nuevas acciones del presidente Trump para cancelar fondos aprobados por el Congreso.
El Senado, que como la Cámara baja ha estado toda esta semana en receso legislativo, volverá a sesionar el lunes, cuando el líder de la mayoría, John Thune (Dakota del Sur), prevé ordenar una nueva votación sobre la resolución republicana.
El “speaker” Mike Johnson, sin embargo, canceló las sesiones que estaban previstas para el lunes y martes de la semana próxima, lo que los demócratas sostienen es otro mecanismo de presión.
Para los empleados del gobierno federal, un cierre parcial del gobierno representará tener que trabajar o irse a sus casas sin recibir paga temporalmente.
De ocurrir un cierre de oficinas del gobierno federal, los cheques del Seguro Social continuarán siendo financiados, pero la reducción de personal, debido a la falta de presupuesto, puede retrasar su trámite. Tampoco se afectaría el acceso a Medicare o los beneficios para veteranos.
Los empleados esenciales, como los de seguridad, militares y controladores aéreos, tendrán que trabajar sin paga hasta que el Congreso apruebe una nueva legislación presupuestaria.
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