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Como abogada o diplomática, la puertorriqueña Mari Carmen Aponte no cesa de abrir camino

La actual embajadora de Estados Unidos en Panamá ha sido, por décadas, estandarte de la diáspora boricua en Washington D.C.

5 de diciembre de 2023 - 11:40 PM

Nota de archivo
Esta historia fue publicada hace más de 11 meses.
La puertorriqueña Mari Carmen Aponte, izquierda, líder de la embajada de Estados Unidos en Panamá comparte con varias jóvenes panameñas en una actividad pública. (Suministrada)

Washington D.C. – Cuando concluyó sus funciones como secretaria adjunta de Estado para Latinoamérica, en el último tramo de la administración de Barack Obama, la embajadora puertorriqueña Mari Carmen Aponte consideró que su carrera en el servicio público llegaba a su fin. Pero, después del torbellino generado por la administración de Donald Trump, el presidente Joe Biden volvió a reclutarla.

Aponte, que había sido embajadora en El Salvador, aceptó liderar la sede diplomática de Estados Unidos en Panamá, puesto para el cual fue confirmada en septiembre de 2022. La embajadora boricua presentó sus cartas credenciales, el 14 de noviembre de ese año, ante el gobierno de Panamá.

Aponte ha sido funcionaria, abogada en la empresa privada, activista y mentora de muchos puertorriqueños e hispanos en esta ciudad. La diplomática puertorriqueña llegó a Estados Unidos cuando era adolescente. Desde el tercer año de escuela secundaria, se fue a estudiar a una escuela católica privada en Nueva York para prepararse mejor y dominar el inglés, pues su padre le insistió en que, como preámbulo a una carrera profesional, debía “poder navegar sola en su vida”.

“Para él, y también para mi mamá, pero especialmente para él, que yo tuviera independencia y me pudiera defender y abrir camino sola era muy importante”, señaló.

Realizó su carrera universitaria en Filadelfia –bachillerato en Rosemont College y leyes en Temple University–, donde considera que fue la primera mujer puertorriqueña en practicar Derecho. El ejercicio de la abogacía la vinculó con clientes de Puerto Rico, como el fenecido alcalde de Caguas, Ángel O. Berríos.

A la capital estadounidense, donde ha tenido su domicilio durante los últimos 44 años, Aponte llegó como becaria del programa “White House Fellows” de la Casa Blanca de Jimmy Carter, en 1979. Una vez terminó su asignación en la Casa Blanca, en un programa que tiene un año de duración, se fue a trabajar a un bufete en Washington D.C., desde el cual comenzó a vincularse con la comunidad hispana de la ciudad, junto al también abogado boricua José “Yeyo” Ortiz y el mexicoamericano Eduardo Peña.

“No había muchos puertorriqueños (en la zona de Washington D.C.) y casi todos trabajaban en el gobierno federal”, recordó Aponte, en una reciente entrevista por Zoom, al indicar que el incremento en la población boricua del área “ha sido un gran cambio y muy positivo”. En sus primeros años en la zona, comentó que percibía que tenía que formar su propia oficina o bufete de abogados “para tener trabajo”. “Pienso que eso ha cambiado totalmente”, agregó, al señalar que ahora se ve el interés en reclutar hispanos en general, y boricuas en particular, en puestos de gobierno, bufetes de abogados, la NASA y la empresa privada.

En la capital estadounidense, buscó movilizar votantes hispanos para las elecciones locales. Desde Washington, se vinculó con los trabajos del Fondo Puertorriqueño para la Educación y la Defensa Legal (PRLDF), ahora Latino Justice, donde conoció a Sonia Sotomayor, quien, en 2009, se convirtió en la primera persona boricua e hispana con un curul en el Tribunal Supremo de Estados Unidos. “Seguí una trayectoria de estar bien activa en la comunidad”, afirmó.

En 1998, el entonces presidente Bill Clinton designó a Aponte como embajadora en la República Dominicana. Para no avanzar su nombramiento, los republicanos del Senado cuestionaron que hubiese tenido un novio que frecuentó, como comerciante, la entonces Oficina de Intereses del gobierno de Cuba. En 2001, la gobernadora Sila María Calderón la nombró directora de la Administración de Asuntos Federales de Puerto Rico (PRFAA).

“Dimos a conocer a Puerto Rico a una comunidad más amplia”, dijo Aponte, bajo cuyo liderato se llevó a cabo la campaña de inscripción de electores boricuas e hispanos “Que nada nos detenga”.

Cuando el presidente Obama la nombró embajadora en El Salvador, en 2009, republicanos del Senado volvieron a recurrir al caso de su exnovio para no confirmarla. Obama optó por designarla en receso y revivió el nombramiento en propiedad, en 2011, cuando finalmente Aponte fue confirmada como representante de Estados Unidos en El Salvador.

Pese a estar cinco años como embajadora, ese fantasma volvió a salir cuando el presidente Obama la designó embajadora ante la Organización de Estados Americanos (OEA). Debido a que los republicanos del Senado insistieron en frenar su nombramiento, el presidente Obama le encomendó la secretaría adjunta de Estado para Latinoamérica.

Por décadas, la diplomática boricua ha tenido una amistad estrecha tanto con Sotomayor como con la congresista demócrata puertorriqueña Nydia Velázquez (Nueva York), conformando un triunvirato de poder de alto nivel boricua en las tres ramas del gobierno de Estados Unidos. “Estos puestos hay que tratarlos constructivamente, como un privilegio… Estas dos mujeres están muy presentes en mi vida”, sostuvo.

La puertorriqueña Mari Carmen Aponte, embajadora de Estados Unidos para Panamá, posa junto a un grupo de panameños en una actividad reciente.
La puertorriqueña Mari Carmen Aponte, embajadora de Estados Unidos para Panamá, posa junto a un grupo de panameños en una actividad reciente. (Suministrada)

Su vida en Panamá

La experiencia del último año en Panamá le ha traído recuerdos de Puerto Rico.

“Ha sido muy buena, muy positiva. Los panameños se identifican mucho con los puertorriqueños y viceversa. Hay una gran conexión”, dijo. De hecho, la primera dama de Panamá, Yazmín Colón de Cortizo, es puertorriqueña. Y la música boricua está por todos lados.

“La música es algo que nos une aquí. Daddy Yankee es un titán. Bad Bunny es muy popular. Vienen, y los conciertos se llenan, aunque no han estado aquí (durante mi incumbencia). Cuando vengan, tienen muchos asiduos en la embajada”, afirmó Aponte.

En la prensa panameña, dicen que la funcionaria boricua es “la prima de Charlie Aponte”, uno de los cantantes emblemáticos que tuvo El Gran Combo de Puerto Rico hasta que salió de la agrupación en 2014.

“No soy prima de Charlie, pero así me describen. No lo hacen con mala intención… y no me ofende que me conecten con El Gran Combo”, subrayó.

Cuando se le pregunta si Panamá es su última asignación como funcionaria, Aponte responde que se dice a sí misma que ya es suficiente. Pero también afirmó que, cuando terminó el gobierno de Obama, “estaba segura de que no iba a volver”.

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