El senador por California Alex Padilla fue empujado, lanzado al piso y esposado por agentes federales tras intentar hacer una pregunta a la secretaria del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), Kristi Noem, durante una conferencia de prensa en Los Ángeles, epicentro de las protestas en contra de las redadas del gobierno de Donald Trump contra personas que se sospecha no tienen un status migratorio definido.

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Padilla interrumpió la conferencia de prensa de Noem y, de inmediato, agentes federales le empujaron y le lanzaron al piso a pesar de que se identificaba como senador federal.

“Si es esta la forma en que esta administración responde a un senador con una pregunta… solo pueden imaginarse lo que le están haciendo a trabajadores agrícolas, cocineros, trabajadores en la comunidad de Los Ángeles, alrededor de California y el país. Vamos a hacer que esta administración rinda cuentas”, indicó Padilla tras ser liberado.

Padilla sostuvo que asistió a la rueda de prensa para escuchar a la secretaria Noem y cuando comenzó a hacer una pregunta sobre la política migratoria de Trump, que ha generado intensas protestas en Los Ángeles, “me sacaron a la fuerza del salón, me tiraron al piso y me esposaron”.

Su oficina señaló que el senador Padilla estaba “ejerciendo su deber como congresista de supervisar las operaciones del gobierno federal en Los Ángeles y en toda California” y se encontraba en el edificio federal para recibir información y escuchar la conferencia de Noem.

DHS indicó falsamente, en declaraciones escritas, que el senador no se identificó y sostuvo que se le advirtió que se echara hacia atrás, cuando los vídeos reflejan que era empujado hasta ser lanzado al piso.

También se indicó que Noem luego sostuvo una reunión de 15 minutos con el senador.

El incidente provocó fuertes denuncias en el Senado y la Cámara de Representantes. La senadora republicana Lisa Murkowski (Alaska) afirmó que ese incidente no refleja el Estados Unidos que conoce.

Tras ver el vídeo, el líder de la minoría demócrata del Senado, Charles Schumer (Nueva York), reclamó una investigación y denunció el maltrato contra el senador Padilla.

“Me dio asco...Necesitamos una investigación completa para asegurar que esto no vuelva a suceder”, dijo Schumer en el hemiciclo del Senado.

Por su parte, el senador Brian Schatz (Háwai) afirmó que “maltratar a un senador estadounidense en una sesión informativa pública por defender a sus electores es propio de dictaduras”.

Los miembros del Caucus Hispano del Congreso fueron hasta la entrada de la oficina del speaker Mike Johnson y del líder de la mayoría republicana del Senado, John Thune a expresar su disgusto con el trato a uno de los suyos.

El presidente del Caucus, Adriano Espaillat (Nueva York), sostuvo que los agentes “agresores” son parte de la seguridad de la secretaria Noem, cuya renuncia solicitó.

“Esta escalada es peligrosa e inaceptable.Exigimos una investigación exhaustiva sobre los atacantes de Padilla y exigimos la renuncia de la secretaria Noem; es dolorosamente evidente que no es apta para dirigir esta agencia crucial”, dijo Espaillat.

El comisionado residente en Washington, Pablo José Hernández, y la congresista demócrata boricua Nydia Velázquez (Nueva York), estuvieron entre los que se sumaron a la protesta del Caucus Hispano.

“Agredir a un senador estadounidense es injustificable.Lo que le hicieron al senador Padlla fue excesivo e indignante”, señaló el comisionado Hernández.

Mientras, la congresista Velázquez afirmó que “lla administración Trump intenta silenciar manifestantes, periodistas e incluso senadores estadounidenses”. “Eso es autoritarismo”, añadió Velázquez.

El speaker Johnson, sin embargo, consideró, por el contrario, que el Senado debe censurar a Padilla por su comportamiento. “Pienso que su comportamiento, como mínimo, se eleva a un nivel que merece censura”, afirmó el líder de la Cámara de Representantes.

“Si así tratan a alguien con un título y una plataforma nacional, imaginen cómo tratan a los miembros indocumentados de nuestras comunidades, sin cámaras ni micrófonos, cuando nadie los ve. Esto no es solo un abuso de poder; es un reflejo de una administración cada vez más cómoda con tácticas autoritarias”, señaló la congresista demócrata Nannette Barragán, electa por un distrito de California.

Por su parte, la ex vicepresidenta Kamala Harris, a quien Padilla sustituyó en el Senado, afirmó que en esa conferencia de prensa el senador “representaba a los millones de californianos que exigen respuestas a las acciones de esta administración en el sur de California”.