Washington D.C. - El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha suscrito un decreto que establece una nueva clasificación para empleados federales que “no son de carrera”, con el objetivo de que puedan ser despedidos con mayor facilidad.

La orden ejecutiva, firmada el jueves, no precisa cuántos empleados federales adicionales se convertirán en prescindibles de entenderse que no siguen la política pública ni tienen la confianza del presidente de Estados Unidos.

El gobierno federal tiene cerca de 2.3 millones de empleados. Según el Servicio de Investigaciones del Congreso, al comenzar esta administración – es decir antes de los masivos despidos ocurridos en agencias del gobierno federal-, había cerca de 14,400 empleados civiles federales en Puerto Rico.

La orden ejecutiva indica que bajo la categoría G estarán ahora puestos de “formulación o promoción de políticas públicas”, los que estarán normalmente “sujetos a cambios como resultado de una transición presidencial”.

La semana pasada, el secretario de Estado, Marco Rubio, despidió a alrededor de 1,300 empleados de su departamento.

Mientras, esta semana, la mayoría conservadora del Tribunal Supremo estadounidense validó que la administración de Trump pueda despedir 1,400 empleados del Departamento de Educación federal, el cual el inquilino de la Casa Blanca quiere desmantelar.

Al final de su primera administración, Trump también ordenó reclasificar empleados federales bajo la categoría F, de libre remoción. La orden ponía en peligro la permanencia de unos 50,000 empleados federales.

Pero, el demócrata Joe Biden canceló la orden tan pronto asumió la presidencia el pasado cuatrienio.