Washington D.C. - Cuatro miembros de una familia puertorriqueña de Illinois fueron asesinados durante el pasado fin de semana en un suburbio de Chicago, en circunstancias aún no esclarecidas.

La Policía de Romeoville informó que halló los cadáveres del matrimonio puertorriqueño compuesto por Alberto Rolón, de 38 años, y Zoraida Bartolomei, de 32 y sus dos hijos, de 10 y 7 años. También, se dio muerte a los tres perros de la familia.

Los fallecimientos fueron certificados en la noche del domingo, aunque se cree que ocurrieron entre las 9:00 p.m. del sábado y las 5:00 a.m. del domingo.

“La investigación está en su etapa preliminar”, dijo ayer, lunes, en una conferencia de prensa, el subjefe de la Policía de Romeoville, Chris Burne.

La Policía investiga el incidente como asesinatos. “No se trata de un caso de asesinatos y suicidio”, aclaró Burne.

Raúl Santiago Bartolomei, primo de Zoraida y profesor asociado de la Escuela de Planificación de la UPR, dijo que se trata de una familia trabajadora.

“No hacían más que trabajar, con turnos de 12 horas. Era una familia bien cariñosa”, dijo Santiago Bartolomei, quien indicó que su prima trabajaba en una tienda de ventas al detal y su marido en un almacén de una empresa licorera.

La familia solo conoce los detalles que ha divulgado la Policía.

“Este vil asesinato de mi prima hermana, su esposo y sus hijos me lleva a pensar que el deterioro social de Estados Unidos es insuperable. Horrible”, sostuvo Santiago Bartolomei en la red social X, antes Twitter.

Zoraida –cuyo padre es de Villalba y madre de San Juan– nació en Illinois, pero vivió cerca de 15 años en Puerto Rico. Hace una docena de años regresó a Illinois. La pareja había comprado su vivienda en abril pasado.

Según el profesor Santiago Bartolomei, el matrimonio se ocupaba de que no coincidieran sus turnos de trabajo, para que siempre estuviese uno de los dos en la casa.

Según la Policía, la alerta llegó porque alguno de los dos no se reportó a trabajar el domingo a las 6:00 a.m. Al no poder localizarlos, se llamó a la Policía en horas de la noche.

Romeoville está a 31 millas de Chicago.