

29 de junio de 2025 - 11:10 PM
Recuerdo mi primera visita a Medellín, hace ya varios años. Llegué impresionada por la facilidad de conexión aérea interna había en Colombia, donde los vuelos desde Bogotá, su capital, contaban con buena organización y puntualidad. Eso fue hace más de una década y no había vuelo directo desde San Juan, pero ahora que los hay, la ciudad de la “Eterna Primavera” es un destino accesible y económico que puede visitar todo el año. Pero el próximo agosto, la ciudad vivirá uno de sus momentos culminantes, la celebración de su tradicional Feria de las Flores.
Son miles los turistas y colombianos que se darán cita como cada año para disfrutar del evento, que incluye numerosas actividades y que se ha celebrado desde 1957. Verlo es todo un deleite para los sentidos, mientras se honra la tradición de llevar en silletas, colgadas en las espaldas, las flores cultivadas en diferentes partes de la región de Antioquía, que serán llevadas hasta Medellín para su posterior comercialización. Colombia es el segundo exportador de flores del mundo, precedido por Holanda y Antioquía aporta el 40% de la producción nacional.
La cultura silletera fue desarrollada en la época de la colonia, especialmente en Santa Elena, zona rural de Medellín y desde el 2010 la feria es Patrimonio Cultural Inmaterial del país suramericano. Este año se celebra del 1 al 10 de agosto.
El evento cumbre es el Desfile de Silleteros, con la participación de cientos de campesinos que llevan en sus espaldas las silletas que ellos mismos diseñan y adornan con cientos de flores, de más de 80 especies. La feria incluye muchos otros eventos, incluyendo presentaciones en varios días de artistas internacionales, lo que crea un ambiente festivo y concurrido en la ciudad.
Aunque la Feria de las Flores amerita que de una “vueltita” por Medellín, la ciudad tiene muchísimo más que ofrecer en cualquier temporada del año, entre ellos un clima fresco todo el año, y sus paisajes montañosos.
Pero no se puede dejar atrás el encanto paisa, que atrae como un imán al turista, que siempre queda tan encantado, que jura volver. Ese acento susurrante y cálido de su gente, la alegría contagiosa y la buenísima comida son parte fundamental de la experiencia del visitante, que también se sorprende muchísimo al ver una ciudad vibrante, económicamente activa, con muchas atracciones culturales y con mucha diversión para pasarla bien.
Hay que destacar su plato insignia, la bandeja paisa, que cada es más famosa en el mundo entero, y que es un festín gastronómico sabroso y abundante, con chicharrones, plátano amarillo, huevos, morcilla, aguacate, arroz, habichuelas, chorizo y arepas.
En el 2013 fue nombrada como la ciudad Más Innovadora del Mundo, un logro inmenso para una ciudad que por décadas fue reconocida como uno de los lugares más violentos del mundo, y la “casa” de Pablo Escobar. En la memoria de muchos paisas, como le llaman a sus habitantes, todavía duelen los recuerdos la violencia y del fuerte golpe social y económico que dejó el Cartel de Medellín.
Pero también hay mucho orgullo en los habitantes de la ciudad que supo resurgir de las cenizas como el ave fénix. Ahora, la ciudad, un eje económico importante de Colombia, lo que muestra es el compromiso de su gente para echar para delante y hacer que el turista se sienta como en casa.
Sus proyectos de inclusión social, le sorprenderán. Las Escaleras Eléctricas de la Comuna 13, uno de los lugares más visitados, le mostrarán las casas construidas entre cuestas y cómo esas escaleras, el primer sistema de movilidad urbana del mundo, aliviaron a los residentes al evitarles subir peldaño a peldaño hacia sus hogares. Verá también numerosos graffitis. Los que trabajan allí son residentes del lugar o líderes comunitarios, incluyendo los que hacen tours.
Cuando vaya le sorprenderá el excelente sistema de transportación pública, que integra metro, metrocable y autobuses, sigue siendo modelo a seguir. En el metrocable podrá llegar al Parque Arví, una propuesta ecoturística en una reserva forestal, atendida por personas de la comunidad, que le gustará.
Lugares para ver son muchos, pero imperdibles están el Pueblito Paisa, una réplica de un pueblo antioqueño, la Plaza Botero o Plaza de las Esculturas, donde verá 23 colosales esculturas del antioqueño Fernando Botero; el Museo de Antioquía, frente a esa plaza, el Jardín Botánico Joaquín Antonio Uribe y el Museo de la Memoria, un lugar que invita a la reconciliación con exposiciones, fotografías y documentos del violento pasado de la región.
Desde Medellín también puede hacer tours de un día para lugares impactantes, como Guatapé y ver la piedra del Peñol, (para llegar a su cima subirá 649 escalones).
Desde la isla hay variedad de vuelos directos, o puede combinar su viaje con visitas a otras ciudades colombianas, como Bogotá.
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