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Roberto Vázquez tuvo que prepararse mentalmente de igual forma que Dennis Schroder y Bogdan Bogdanovic para el importante compromiso que se avecinaba el pasado domingo: la final por la medalla de oro de la Copa del Mundo de Baloncesto FIBA 2023.
El quebradillano fue el jefe de los oficiales en el partido entre Alemania y Serbia celebrado en el Coliseo Mall of Asia en Manila, Filipinas, convirtiéndose en el primer árbitro puertorriqueño en oficializar el juego de campeonato desde Grecia 1998.
Vázquez estuvo acompañado por el mexicano Omar Bermúdez y el letón Gatis Salins en el encuentro por la copa mundialista, ganada por los alemanes en un reñido encuentro.
“Traté de meterme en la mente de que era un juego más, sabiendo el significado del juego”, dijo el miércoles Vázquez a El Nuevo Día vía telefónica, un día después de su arribo a la isla.
“Pero era imposible por la presión. Traté de no entrar a las redes (sociales) para no drenarme de información ni de la misma presión quizá por la alegría que pueda sentir la gente de ver a otro puertorriqueño en una final de un Mundial. Que no me afectara emocionalmente, lo cual traté de hacer. Me ayudó mucho porque una vez entré al juego, entré un poquito nervioso por el juego que era, y lo boté rápido para concentrarme en el significado del juego”, compartió.
Alemania conquistó su primer campeonato mundialista de FIBA con una cerrada victoria 83-77 sobre Serbia. Schroder fue declarado el Jugador Más Valioso de la competencia.
En 1998, el exoficial Juan “Pucho” Figueroa oficializó el choque entre Yugoslavia y Rusia ante 20,000 espectadores en el Athens Olympic Indoor Hall. Los yugoslavos ganaron el oro con un apretado marcador, 64-62.
El primer boricua en oficializar una final del Mundial fue Calvin Pacheco en 1970 en el duelo final entre el local Yugoslavia y la Unión Soviética, que dominó el partido, 87-72. Pacheco fue seleccionado el mejor árbitro del certamen.
Antes del partido, Vázquez, de 48 años, intercambió mensajes con Figueroa sobre el gran momento que iba a vivir el arbitraje puertorriqueño.
“Nos texteamos. Él me felicitó. Pucho y yo tenemos una gran relación, como hermanos. No le pedí consejos porque el tipo de arbitraje ha cambiado mucho. Si le hubiera pedido consejos, era el tipo de consejo de control de emociones y ya esa construcción de emociones ya la llevaba desde hace cuatro meses en charlas y clínicas. Eso fue lo que me ayudó”, indicó Vázquez.
Vázquez fue nominado a arbitrear en la Copa del Mundo desde abril, a cuatro meses del inicio de la competencia. Mientras trabajaba en el torneo del Baloncesto Superior Nacional (BSN), Vázquez tuvo sesiones virtuales con psicólogos deportivos, además de entrenamientos físicos y criterios asignados a nivel de FIBA como preparación para las fechas de agosto y septiembre.
Este no fue el primer Mundial de Vázquez. Debutó en España 2014, asignado a partidos de primera ronda. Regresó para China 2019, donde laboró en el partido por la medalla de bronce entre Francia y Australia, presa ganada por los franceses.
Para 2023, Vázquez estuvo asignado en la sede de Jakarta, Indonesia, donde se jugó primera y segunda ronda. Laboró en los partidos entre Canadá y Francia, Líbano e Irán, Canadá y Brasil, Brasil y España.
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En Manila antes de la final, tuvo el partido de cuartos de final entre Canadá y Eslovenia, choque en que el armador estelar de los Mavericks de Dallas, Luka Doncic, y el defensa también de la NBA, Dillon Brooks, fueron expulsados del partido.
“Luka es bien fogoso. Tiene un juego bien exigente hacia él. Se exige mucho y exige mucho del arbitraje”, comentó sobre el estelar europeo.
Para la final entre los alemanes y serbios, se cometieron 43 faltas en total entre ambos equipos. Fue un número más elevado del promedio para un partido de FIBA, pero Vázquez apuntó que la importancia del encuentro ameritaba mayor contacto físico sobre el tabloncillo.
“No es lo normal ni tampoco es una exageración de tantas llamadas. Lo normal es 35, por ahí. Unas 43 se entiende por el significado del juego. Los jugadores chocan un poco más. Quiere debilitar al jugador contrario. Está dentro de la norma, pero no es lo que uno está acostumbrado a ver”, comentó.
Además de Schroder y Bogdanovic, estuvieron en la final los canasteros de la NBA, Nikola Jovic, Filip Pretusev, los hermanos Franz y Moritz Wagner y Daniel Theis.
“Lo que nosotros hicimos fue llevar todo lo que se hizo en las primeras dos fases y todo fue aceptado. Sí, había alegaciones normales por el tipo de juego que era, pero no era por los criterios de contacto, porque estaban establecidos desde primer día del Mundial. Los de la NBA aceptaron el cambio. Se ajustaron al tipo de juego internacional”, señaló.
Jorge Vázquez y Johnny Batista fueron otros dos puertorriqueños activos en el torneo. Ambos también trabajaron en el cruce de los mejores 16 equipos.
Con una carrera de 21 años como árbitro, Roberto suma en su resumé partidos olímpicos, incluyendo dos choques por la medalla de bronce (China 2008 y Tokio 2020). También, estuvo en el Mundial Sub-19. Puede renovar su licencia de árbitro de FIBA por dos años más, ya que el límite de edad para oficiales a nivel internacional es de 50, con una extensión hasta lo 52.
Vázquez quiere volver a unos Juegos Olímpicos, con la próxima justa en París 2024, y a la próxima Copa del Mundo en Catar 2027.
“Me quedan dos años sin la extensión. Tengo que mencionar que me gustaría ir a París y a Catar, que sería mi último Mundial por la edad. Lo único que faltaba era la final de Mundial. Entonces, me queda una final olímpica, si es posible y se dan todos los elementos (ya que no es elegible si Estados Unidos avanza a la final). Hasta ahí llegaría mi carrera internacional”, dijo.
“Luego continuar en el BSN y en la NCAA. Estoy muy satisfecho y agradecido a Dios por darme la salud para llegar hasta donde he podido. Fue una alegría y emoción tener esta final. Es a lo que aspiramos todos (los árbitros). Ya puedo comprar una réplica de la copa y de la medalla para ponerla en mi casa (ríe)”, finiquitó.