En casi 1,000 partidos celebrados en poco más de un cuarto de siglo desde 1998 al presente en la NBA, ningún equipo había conseguido lo que los Pacers de Indiana lograron la noche del miércoles al derrotar dramáticamente a los Knicks de Nueva York en el Madison Square Garden.

El primer partido de la final de la Conferencia del Este fue digno de comparar con las épicas batallas que tuvieron ambos conjuntos hace décadas, al lograr Indiana una remontada increíble con solo 2:50 minutos en el reloj para forzar un tiempo extra e imponerse finalmente a Nueva York por 138-135.

Antes del partido de anoche en el Garden, ningún equipo que estuviera perdiendo un juego de postemporada en la NBA por un margen de 14 puntos o más, había podido remontar para ganar faltando tan poco tiempo en el reloj.

¿El balance en estas instancias? De acuerdo a la cuenta NBACentral en la red social X, el récord antes del miércoles era de 0-970 en juegos de playoffs bajo esas mismas circunstancias, con el equipo en la retaguardia perdiendo por 14 o más puntos y quedando menos de tres minutos.

Pero Tyrese Haliburton se encargó de cambiar la historia y que los Pacers no fueran uno más en la estadística negativa.

Haliburton cerró un avance de los visitantes encestando al sonido de la chicharra un canasto desde la línea que demarca la zona de tres puntos, para forzar la celebración de un tiempo extra en el que los Pacers continuaron su remontada hasta salir por la puerta ancha.

El canasto pudo haberle dado la victoria a Indiana en ese mismo instante de haber sido en efecto un triple, pero una revisión del vídeo demostró que un pie estaba sobre la línea por lo que los oficiales decretaron que fue en realidad un enceste de dos unidades. Así que el marcador quedó empatado 125-125, obligando al tiempo suplementario.

Los Knicks ganaban por 14 puntos con menos de tres minutos, pero Aaron Nesmith devolvió a los Pacers al juego con una ráfaga de triples en los últimos momentos.

Haliburton, antes de que los oficiales decretaran que su canasto no fue un triple, salió corriendo hacia una banda e imitó un icónico gesto de Reggie Miller, miembro del Salón de la Fama, cuando este protagonizó una memorable remontada en 1994 en un partido de playoffs.

No fue una gran manera para los Knicks comenzar su primera aparición en 25 años en una final de la Conferencia Este.

Ambos equipos se enfrentaron el año pasado en segunda ronda, pero los Knicks estaban disminuidos por las lesiones. Por esa razón, esta final de conferencia se puede considerar verdaderamente una recapitulación de las batallas de antaño en la década de los 90.

Los Pacers y los Knicks se enfrentaron seis veces en un lapso de ocho años, comenzando con un cruce en 1993 que incluyó a John Starks, de los Knicks, siendo expulsado por dar un cabezazo a Miller.

Indiana ganó la última de esas series, una victoria en las finales del Este de 2000, que marcó la última vez que los Knicks avanzaron tan lejos, hasta esta campaña.