Boston - Los Red Sox de Boston pensaron que estarían mejor con un vestuario feliz que con un Rafael Devers descontento.

Un día después de cambiar a su ex tercera base a los Gigantes de San Francisco, el presidente de los Medias Rojas, Sam Kennedy, dijo a los periodistas el lunes por la noche que la negativa de Devers a cambiar de posición hacía insostenible su permanencia en el equipo.

“En cuanto a lo que faltaba, simplemente era esa alineación con lo que sentíamos que necesitábamos de él, lo cual sería lo mejor para el equipo”, dijo Kennedy. “Eso es imposible para nosotros. Necesitamos eso. No pudimos lograrlo. … Así que tomamos la decisión que tomamos”.

Menos de dos años después de firmar a Devers con un contrato de 10 años y $313.5 millones , los Red Sox lo enviaron a los Gigantes de San Francisco el domingo por la noche a cambio de los lanzadores Jordan Hicks y Kyle Harrison y un par de prospectos.

El acuerdo se produjo el día en que Boston consiguió su quinta victoria consecutiva y barrió en tres juegos a sus rivales, los Yankees de Nueva York, un motivo inusual de emoción esta temporada.

“Fue una sorpresa, sin duda, después de la racha que tuvimos la semana pasada”, dijo el lanzador Garrett Crochet en Seattle antes del partido del lunes por la noche contra los Mariners.

“Tenemos mucha temporada por delante. Así que se trata simplemente de mirar hacia adelante y saber que aún queda trabajo por hacer”.

Al preguntársele qué significa este cambio para el equipo de este año, el cerrador Aroldis Chapman respondió: “No lo sé. Realmente no lo sé”.

El director de béisbol, Craig Breslow, reconoció en la conferencia telefónica del domingo por la noche que el acuerdo deja un hueco en la alineación, pero esperaba que rindiera frutos esta temporada.

Si bien existe una nueva necesidad de un bateador potente, el equipo ahora tiene flexibilidad en la plantilla y la nómina para incorporar jugadores en la fecha límite de canjes, afirmó.

“Es importante señalar que esto no significa en absoluto que se abandone el 2025”, dijo. “Estamos tan comprometidos como hace seis meses con poner un equipo ganador en el campo, competir por la división y llegar lejos en la postemporada”.

Devers, tres veces All-Star, se unió a Ted Williams como los únicos jugadores de los Medias Rojas con varias temporadas de 30 jonrones antes de cumplir 25 años. Sin embargo, la relación del toletero con el equipo se agrió cuando este fichó al tercera base Guante de Oro, Alex Bregman, en febrero.

Devers, quien lideró la liga en errores de un tercera base en cada una de las últimas siete temporadas, se resistió a jugar como bateador designado y luego se negó a jugar ni en primera ni en tercera cuando Bregman y el primera base Triston Casas se lesionaron.

“Tenemos la responsabilidad de hacer todo lo posible para mejorar el club. Y sentimos que lo estábamos logrando al traer a Alex Bregman a los Medias Rojas”, dijo Kennedy.

“Y, irónicamente, tenemos la responsabilidad con cada jugador de ese vestuario de hacer todo lo posible para mejorar el club. Así que era algo a lo que nos comprometimos. Y no me arrepiento ni un instante”.

Pero perdieron a Devers en el proceso.

“Nos esforzamos. Teníamos una visión diferente para él de cara al futuro, y no pudimos lograrlo. No logramos encontrar la alineación”, dijo Kennedy. “Y llegamos a ese punto de inflexión y tomamos la decisión de dar un gran paso”.

La decisión sorprendió a los aficionados de los Red Sox, aún molestos por la rebaja salarial de Mookie Betts en febrero de 2020 —después de ganar el premio al Jugador Más Valioso de la Liga Americana en 2018— en un canje que generó poco a cambio.

El equipo también dejó que Xander Bogaerts se fuera como agente libre antes de decidir que Devers era el jugador en el que estaban dispuestos a invertir.

Ahora, sólo una temporada completa después, él también se ha ido.

“Hay algunas razones por las que no funcionó”, dijo el mánager Alex Cora. ​​

“Pero los últimos meses no han sido fáciles. Tomamos decisiones durante la pretemporada. Las circunstancias cambiaron el último mes y esa es la decisión empresarial que tomamos como organización. Ahora Raffy estará con los Giants y, como dije, tenemos que pasar página y estar listos para este equipo”, dijo el boricua.

Breslow insistió en que el acuerdo no pretendía recortar la nómina, como los acuerdos con Betts, quien ganó dos Series Mundiales en Los Ángeles, o con Chris Sale, quien ganó el Cy Young de la Liga Nacional en su primera temporada con los Braves.

El jefe de béisbol reconoció que tuvo dudas sobre cómo gestionó la contratación de Bregman, que tomó por sorpresa a Devers, y los intentos de que el All-Star de 28 años cambiara de posición.

“Pienso en esa pregunta constantemente”, dijo Breslow. “Este no es el resultado que esperábamos. Y me ha obligado a reflexionar sobre las interacciones que he tenido, no solo con Raffy, sino con otros jugadores y las oportunidades para comunicarme de forma diferente”.

La racha ganadora de los Red Sox ha llegado con Bregman y el jardinero Wilyer Abreu fuera de acción, uniéndose a Casas y al jardinero Masataka Yoshida en la lista de lesionados.

En su lugar, el equipo ha recurrido a jugadores convocados como Kristian Campbell, Marcelo Mayer y el prospecto estrella Roman Anthony, quien debutó en las Grandes Ligas con gran expectación la semana pasada.

Breslow dijo que la gerencia continuará buscando formas de mejorar el equipo, y que un bateador para el medio de la alineación es una nueva necesidad.

“Por alguna razón, este equipo es un ejemplo de que el todo no es mayor que la suma de las partes”, dijo. “Y ser excelentes compañeros, sacrificarnos y dar un paso al frente los unos por los otros, y encarnar esta visión compartida, creemos que esos son principios a los que debemos ser fieles.

“Y así, al final de la temporada, creo que podemos mirar atrás y decir que hemos ganado más partidos de los que hubiéramos ganado de otra manera”, dijo, “gracias a la forma en que esta plantilla ahora se ha unido”.