El astro japonés de $700 millones,Shohei Ohtani, no es el único en las filas de los Dodgers de Los Ángeles capaz de batear y lanzar al mismo tiempo.

En 12 temporadas en las Grandes Ligas el puertorriqueño Kike Hernández ha hecho prácticamente de todo cuando se trata de cubrir una posición en el terreno de juego.

En la paliza que los Dodgers de Los Ángeles le propinaron el martes en la noche a los Marlins de Miami con marcador de 15-2, el boricua volvió a exhibir su versatilidad al tiempo que registró su nombre en los libros de récords históricos de las Grandes Ligas por una curiosa particularidad.

Hernández, que no comenzó jugando el partido en el Dodger Stadium, fue enviado al terreno a cubrir la primera base para el inicio de la séptima entrada. Y en solo tres episodios hasta el final del encuentro, tuvo dos apariciones en el plato, bateando de 1-1 con una base por bolas, dos carreras anotadas, y como si fuera poco, subió al montículo a hacer la función de lanzador para relevar en la novena entrada.

Así las cosas, como resaltó el sitio especializado en estadísticas Stats Perform, en su cuenta oficial de la red social X, Hernández se convirtió en el primer y único pelotero en la era moderna del béisbol con un partido en que anota múltiples carreras, juega múltiples posiciones y consigue una salida al montículo sin permitir carreras, todo sin haber iniciado dicho encuentro.

Una combinación de factores y circunstancias difícil de repetirse por lo que lo hace única la actuación de Hernández.

En la entrada que tiró para cerrar el juego, Hernández entró con cómoda ventaja de 15-2, como terminaría el juego, y permitió dos hits pero pudo cerrar en cero propinando los tres outs.

No es la primera vez que Kike, un jugador de posición capaz de emplearse en todas las posiciones del cuadro interior y en los bosques, aparece en el montículo para resolverle alguna entrada al dirigente Dave Roberts.

En su trayectoria de 12 campañas tiene seis apariciones en el plato y 5.2 entradas de labor combinada, en las que ha permitido cinco carreras limpias para una efectividad de 7.94, que aunque demasiado abultada, no ha tenido consecuencias que lamentar para su equipo pues sus apariciones en la loma han sido siempre en circunstancias similares. Y de todos modos no se trata de un lanzador en funciones, propiamente.

A la ofensiva, en lo que va de esta campaña, ha tenido una lenta arrancada y está promediando .169, aunque tiene cinco cuadrangulares y 11 carreras remolcadas en 22 de los 30 partidos de los Dodgers.