Yadier Molina ha manejado con astucia el cuerpo de lanzadores de Puerto Rico en el Clásico.
Yadier Molina ha manejado con astucia el cuerpo de lanzadores de Puerto Rico en el Clásico. (Carlos Rivera Giusti)

Miami, Florida - En semana y media, Yadier Molina ha marcado par de encasillados en su lista de deberes como dirigente de Puerto Rico en el Clásico Mundial de Béisbol 2023.

En la ola más alta, el exreceptor estrella de las Grandes Ligas se apuntó un partido de ocho entradas perfectas en un triunfo por nocaut 10-0 sobre Israel el pasado lunes. El miércoles, ganó un “partido de ajedrez” frente a República Dominicana con las movidas de su bullpen que le dio al “Team Rubio” el pase a los cuartos de final.

Y, en el peor de los escenarios, lidió con el estado anímico de la escuadra boricua tras la caída por lesión del cerrador estelar Edwin “Sugar” Díaz en medio de la celebración del triunfo sobre Quisqueya.

Díaz fue operado el jueves de una ruptura en el tendón patelar de la rodilla derecha y es posible que se pierda toda la venidera temporada de las Grandes Ligas con los Mets de Nueva York.

En un repaso de lo acontecido en los pasados días, Molina declaró sentirse satisfecho en su estreno como mentor de “Los Nuestros”.

“Ha sido una semana muy divertida. La hemos pasado bien. Tenemos un grupo de muchachos que somos como familia. Nos llevamos superbién. Obviamente, ganando juegos, que es lo más importante, la pasamos muy bien. Ha sido bueno hasta el momento”, declaró Molina.

Molina, de 40 años, llegó a la competencia con par de mes de experiencia en su debut como piloto en un equipo profesional, cuando dirigió a los Navegantes del Magallanes en la pelota invernal de Venezuela. En el país sudamericano, batalló hasta la última fecha de la postemporada para adelantar a las finales.

Molina jugó los primeros cuatro Clásicos Mundiales. En los primeros dos, tuvo a José “Cheito” Oquendo como dirigente. En 2013 y 2017, años de los subcampeonatos, estuvo a cargo Edwin Rodríguez.

Para el jardinero central Enrique “Kike” Hernández, también integrante de la edición de 2017, la única diferencia es que ahora Molina mira y dirige los partidos desde el dugout.

“No hay mucha la diferencia. Es el capitán, el líder. Para mí, sigue siendo líder. Se siente más o menos igual. Ha hecho un trabajo brutal con el bullpen. Lo ha manejado de una manera increíble. Se demostró (el miércoles). La única diferencia es que no está jugando. Pero, el reemplazo en (Martín) Machete Maldonado ha sido grande y creo que no se ha notado tanto la baja de Yadi en el equipo”, opinó Hernández.

Molina jugó 19 temporadas en las Mayores, convirtiéndose en uno de los mejores cátchers de su generación. Ganó dos Serie Mundiales y nueve Guantes de Oro. Muchos de sus pares aseguran que Molina fue un “segundo dirigente” en la novena de los Cardinals desde que se adueñó de la titularidad detrás del plato.

“Pienso que es una clave muy importante para el equipo. Su presencia, lo que aporta en el clubhouse. Nos ayuda mucho a dar todo por el todo. En los otros Clásicos, veías la pasión que tenía por Puerto Rico, todo lo que hacía por Puerto Rico y lo que hace ahora. Vale mucho su presencia. Cuando él nos habla, sabes que hay que escucharlo. Mucha experiencia detrás de todo”, compartió Christian Vázquez, cátcher y bateador designado del conjunto.

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