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Cuando Mako Oliveras entró de emergente a la dirección de los Indios de Mayagüez para reemplazar a Luis Matos, lo primero que hizo fue reunirse con los jugadores y hacerles una pregunta: “¿Quién no me quiere aquí?”.
“Si alguien no me quiere aquí, que lo diga y hablamos. Nadie dijo nada. Tuve la suerte que todos se pusieron para su número y dieron lo mejor. Esa fue la diferencia”, recordó el veterano mánager sobre su llegada al equipo, antes de llevarlos a la serie de campeonato.
Oliveras y los Indios sacaron del camino en seis juegos de la ronda semifinal a los bicampeones Criollos de Caguas para adelantar a su quinta final consecutiva.
La batalla por el campeonato arrancará mañana, martes. Los Indios visitarán a los Gigantes de Carolina en el Estadio Roberto Clemente para el inicio de la final desde las 7:10 p.m. Carolina eliminó el lunes a Santurce en el séptimo choque de la semifinal B.
Los Indios no conquistan un campeonato desde 2013-14. Totalizan 18 títulos en su historia. Oliveras ganó con la tribu en 2009-10, siendo su último cetro en la liga. Es el mentor con más campeonatos con siete.
Oliveras, de 76 años, no estaba activo en la liga cuando el torneo comenzó el pasado 4 de noviembre de 2022. Fue reclutado por la gerencia de los Indios, el 23 de diciembre, cuando el equipo sumaba seis derrotas en los últimos siete partidos y había caído a marca de 21-20 a solo medio juego de ventaja del quinto lugar.
Con Oliveras, los Indios llegaron a subir al segundo lugar, pero al final clasificaron en el cuarto lugar (26-24) con algo de inconsistencia en su juego. Y el premio era enfrentar a Caguas, que venía de eliminarlos en las últimas dos finales.
El libreto fue diferente esta vez. Los Indios supieron aprovechar cada error del oponente para imponerse en seis juegos y terminar con el reinado de los Criollos.
Los Indios apenas cometieron tres errores en seis partidos y – a excepción del quinto juego que permitieron 10 carreras- los brazos mayagüezanos solo concedieron ocho anotaciones en los restantes cinco choques. Y aunque colectivamente batearon para .191, supieron aprovechar todas las oportunidades que les dieron en la serie.
“Nuestra primera carrera en el sexto juego fue gracias a un cruce (de señales, en un lanzamiento salvaje) entre (José) De León y Juan Centeno. Cuando vas a ganar, no pierdes”, apuntó Oliveras sobre el último juego de la serie que acabó 2-1 con un jonrón solitario de Blaime Crim en la parte baja del noveno acto.
“La química en el dugout entre los veteranos y los jóvenes, el liderato de Henry (Ramos), Danny (Ortiz) y Emmanuel Rivera, y la entrega de los hermanos Palacios (Josh y Richie) fueron clave para hacer lo que hicimos con Caguas. Jugamos de una manera relajada y eso fue fundamental para ganar la serie”.
Con este viaje a la final, Oliveras totaliza 14 apariciones en finales. Tiene seis subcampeonatos. Así que si alguien que conoce muy bien lo que hay que hacer para salir airosos en una final es él.
“Este es el momento de dejar la presión a un lado. La presión es para las mangueras y las gomas”, bromeó. “El que controle sus emociones y cometa menores errores mentales será el que tendrá mayores opciones de ganar”, dijo.
“Por eso, la importancia de mi mensaje a los muchachos de relajarse. Fue lo que hicimos ante Caguas. Yo no hice nada diferente a lo que hizo Luis Matos aquí en el equipo. Solo les pedí que jugaran relajados, ya que cuando lo haces buenas cosas pasan”.
Los Indios no presentan cambios en su elenco para la final. El único es en el cuerpo de entrenadores con salida del adiestrador de lanzadores, Bill Simas, quien saldrá hoy por una situación familiar y será reemplazado por David Rosario.
Mayagüez también tendrá derecho a reclamar un jugador de los equipos eliminados en esta fase en el sorteo especial de la final.
El lunes en la tarde, Oliveras no había decidido quién sería el abridor para el choque inicial. Daryl Thompson era una opción. También dijo que iban a evaluar incluir en la rotación a Braden Webb, quien trabajó como cerrador en la semifinal. Webb fue abridor en la regular y líder en ponches.
Antes de conocer el resultado de la otra semifinal, Oliveras, a su vez, aseguró que no tenía un rival favorito entre Carolina y Santurce. “Juego con el que sea”, respondió.
En la fase regular, los Indios dominaron la serie particular 6-4 ante Carolina.
¿Y ganar un octavo campeonato como dirigente en la liga invernal a estas alturas de tu carrera, a tus 76 años, qué significaría?, se le preguntó.
“Ganar un octavo campeonato sería un logro secundario para mí. Mi mayor deseo es ganar para darle un campeonato al dueño José Feliciano, al gerente Héctor Otero y a la fanaticada de Mayagüez, que está ávida de un título. Esa sería mi mayor satisfacción”, contestó.
Otero, a su vez, irá a su cuarta final seguida como gerente de los Indios. En su carrera acumula dos títulos, ambos con Oliveras como dirigente. Fueron en 1999-00 con Santurce y 2009-10 con los Indios.
La confección del elenco
Para esta temporada, Otero diseñó una estrategia de ir agregando peloteros durante toda la temporada, tras la experiencia de las últimas dos finales cuando veía una merma en la ofensiva.
Así que desde diciembre fue agregando a jugadores de posición como los hermanos Palacios, Chavez Young, Roberto “Bebo” Pérez, José Barrero (lesionado) y Blaime Crim, junto a los lanzadores Chavez Fernander y Rob Whalen. Y en el camino dejaron en libertad a los hermanos Downs, Jeter y Jerry, y otros fueron relegados al banco como Brett Rodríguez y Anthony García.
Y la estrategia le rindió frutos.
“Este equipo fue confeccionado para los playoffs entre todos los movimientos que fuimos haciendo. Desde septiembre lo fuimos trabajando así. Era que lo veía proyectado para este momento de la temporada”, dijo Otero.