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Por años, Wilfredo “Bazooka” Gómez se encontró en un presunto patrón de abuso y aislamiento de sus seres queridos y amistades por parte de su pareja Diana Sevilla Villalobos, rechazando todo tipo de ayuda, que terminó el miércoles cuando el tres veces campeón mundial fue sacado por las autoridades de su hogar en la urbanización Venus Gardens de Cupey en condiciones deplorables.
Víctor “Luvi” Calleja, otrora monarca mundial y amigo de Gómez, fue parte del grupo encabezado por la esposa legal de Gómez, Carolina Gamboa, su hijo Wilfredo Jr., y el abogado Peter Díaz para remover de la residencia al apodado “El Niño de Las Monjas” bajo una orden 408, que consiste en un ingreso involuntario a un hospital psiquiátrico.
Durante la tarde del miércoles, las cámaras de Telenoticias captaron el momento en que la Policía, junto con personal médico, “rescataron” a Gómez de la casa ante la resistencia de Sevilla Villalobos, quien obstaculizó el operativo de forma agresiva. El miembro del Salón de la Fama Internacional de Boxeo, de 65 años, salió desorientado, con aspecto descuidado. Sin embargo, soltó una sonrisa cuando vio a Gamboa y Calleja.
“Yo vengo haciendo estas gestiones hace años”, dijo Calleja, expresidente de la Comisión de Boxeo local, a El Nuevo Día.
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“Sabía por la situación que estaba pasando Wilfredo, las condiciones en las que estaba él. Al principio, él me contaba pero luego no me contaba más nada. En varias ocasiones, amigos en común me dijeron que buscan montarlo en un avión y llevarlo a Orlando (donde reside Gamboa). Pero su voluntad no estaba en eso. Decía que no, que espera, que estaba esperando por un dinero. Nadie tenía acceso a él”, contó.
Según Calleja, Gómez y Sevilla Villalobos establecieron una relación sentimental hace unos cinco años. Desde el inicio, se percató de un patrón de control de ella sobre Gómez. Indicó que la falta de comunicación con Gómez empeoró al comienzo de la pandemia del COVID-19 en marzo de 2020. En las pasadas semanas, Calleja recibió información de que la condición de salud de Gómez estaba delicada.
“Su hijo me llamó y buscamos los pasos a seguir (para ayudarlo). A esto le doy las gracias al licenciado Peter Díaz, que hablé con él de justicia para ayudarlo. Aquí quien tiene el poder es la esposa, que está casada con él todavía y siempre estuvo pendiente para saber de él pero esta señora (Sevilla Villalobos) no le daba acceso a nada, le quitó el celular. Carolina llegó ayer (martes) y nos reunimos con Peter. Se unieron todas las partes, tuvimos la orden del tribunal, se sacó de ahí (de la residencia) y se llevó al hospital”, relató Calleja.
Añadió que los vecinos de la casa también alertaron sobre las condiciones en que se encontraba quien es considerado uno de los mejores boxeadores en la historia de Puerto Rico.
“Tú viste como estaba la casa allí, asquerosa. El se veía abandonado como quien dice. Doy gracias a todos los que pusieron su granito de arroz para removerlo. Díaz fue un factor bien clave porque uno le decía para que saliera de ahí y decía que no. Siempre traté, hablando con su hijo y esposa. Esta vez, se hizo legalmente y fue exitoso. Cuando lo vi, me dolió, me duele. Me sentí bien mal pero, a la misma vez, cuando vi su cara de felicidad cuando vio a su hijo me hizo sentir mejor. Tengo dos grandes ídolos y uno es Wilfredo Gómez. Estamos en victoria. Fue un día pesado pero espero que todo sea mejor ahora”, declaró Calleja.
Una vista de seguimiento del caso fue programada para el 13 de marzo en el Tribunal de San Juan.