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Aibonito deja su huella en el cultivo de flores

José Luis Rodríguez es uno de los 25 floricultores que mantienen viva la tradición y el color en el ‘Jardín de Puerto Rico’

17 de abril de 2024 - 11:15 PM

Rodríguez Collazo es el propietario de Jardín El Cerro, que integra dos cuerdas de terreno con miles de plantas. (Isabel Ferre Sadurni)

Don José Luis Rodríguez Collazo vive rodeado por miles de flores que, cultiva desde hace cerca de 33 años cuando se convirtió en floricultor, debido a su amor por las plantas ornamentales.

Sin saberlo, comenzó a buscar pascuas en Aibonito para revenderlas en San Juan, hasta que se atrevió a producirlas en un ranchito que construyó en su casa, ubicada el sector El Cerro del barrio Asomante.

De esa manera surgió Jardín El Cerro, un espacio de dos cuerdas de terreno en el cual cultiva sobre una treintena de variedad de flores, entre estas, trinitarias, pascuillas, coronas de cristo, orquídeas, amapolas, miramelindas, playeras, begonias, entre otras.

En un colorido escenario, Rodríguez Collazo de 62 años, recibe a los visitantes con una enorme sonrisa, “porque aquí soy feliz y, para mí esto es una terapia”.

“Empecé con las pascuas que fueron mi primer amor; son de las plantas más difíciles para cultivarlas porque son delicadas. Seguimos evolucionando, empezamos con un ranchito, luego seguimos creciendo en la industria haciendo otras estructuras”, apuntó el hombre nacido en Santurce.

Resaltó que su mercado se concentra en dos épocas del año: el Festival de las Flores y Navidades, en verano y diciembre, respectivamente.

“Aquí puede haber unas 25,000 plantas, aproximadamente. Se trabajan producciones para dos épocas, pero trabajan todo el año. Hay algunas que son de interior y otras de exterior”, manifestó sobre el negocio fundado en 1991.

Sobre las pascuas, destacó que, “nosotros recibimos los esquejes desde Florida en Estados Unidos a principios de año y lo desarrollamos acá; seguimos sacando pedacitos y seguimos multiplicando. Se ponen en oasis y se siguen desarrollando hasta agosto o septiembre que es la época de sembrar toda la producción”.

“Luego se le dan los pinches necesarios y de ahí las dejamos desarrollar hasta finales de octubre, pues cuando los días se ponen cortos, la pascua empieza a coger colorido natural. De ahí, se mercadean entre noviembre y diciembre. Son 10 meses de producción”, explicó.

Al culminar con la producción de pascuas, el floricultor trabaja con “las plantas de flores para el Festival de las Flores, en canastas y diferentes variedades de planta. Vienen también de Florida en forma de esquejes, ya vienen con raíces”.

“Nosotros las trasplantamos a los tiestos de 5 y 6 pulgadas, y las que se desarrollan más grandes como las hortensias, se siembran en tiestos de 8 pulgadas para que tengan un poco más de espacio”, sostuvo al destacar que la operación genera tres empleos directos.

Según don José, Aibonito es el lugar idóneo para este tipo de cultivo por su “clima fresco”.

“Todo el mundo (floricultores) no produce lo mismo. La amapola siempre llama la atención y la gente las busca porque hay diferentes variedades de flores y hay quienes las coleccionan. Esto para mi es una terapia”, concluyó.

Para detalles: 787-205-5837.

Festival de las Flores

Don José es uno de 25 floricultores que mantienen su operación en el llamado ‘Jardín de Puerto Rico’ a donde hace más de medio siglo se celebra el Festival de las Flores.

Según Cynthia López Cardenales, presidenta de la Junta de Directores del Festival de las Flores, Inc., el tradicional evento comenzó con la creación de un club de jardinería por parte del Servicio de Extensión Agrícola.

“Ellos crearon un club de jardinería y el primer festival de flores, que lo celebraron en el Jardín Botánico de Río Piedras en 1957. De ahí, ellos vieron que había una brecha bien fuerte en poder celebrar eventos en nuestro pueblo y no tener que llevarlos lejos, ni sacar las plantas de aquí”, recordó.

El primer Festival en suelo aiboniteño se realizó en la Casa Ulrich para el 1969, “con la ayuda y apoyo total del Servicio de Extensión Agrícola”.

Aunque al principio este evento se efectuaba por tres o cuatro días, su popularidad ocasionó que “lo aumentaran a 10 días de celebración, tal como se mantiene en la actualidad”.

“Anualmente, participan entre 30 a 34 floricultores. Tenemos 54 espacios para la venta, pero unos son sencillos, otros son dobles y todos ellos crean su jardín de exhibición que son los que premia el Servicio de Extensión Agrícola que todavía colabora en cuanto a las premiaciones de los jardines de exhibición y charlas educativas”, mencionó.

Asimismo, resaltó que, “en el pasado, se sacó un promedio de floricultores y 18 de Aibonito, los demás son de pueblos como Mayagüez, Las Marías, San Juan, Las Piedras, Gurabo, Caguas, entre otros municipios que vienen hasta aquí para vender sus productos”.

“En Aibonito quedan cerca de 25 floricultores, en el pasado teníamos más de 30 porque ya muchos se han retirado y no han tenido la suerte de contar con familiares que sigan su legado”, confesó al destacar que, “entre los jardines que participan se encuentran: Emanuelli, La Jalda, El Nuevo Rancho, Collazo Plants que es el único que tiene bonsái, y La Ceiba, entre otros”.

De otra parte, López Cardenales aseguró que desde ya se preparan para la edición 54 de la multitudinaria actividad que se efectuará del 28 de junio al 7 de julio en los terrenos del Festival ubicados en el kilómetro 6.6 de la carretera PR-722.

Este espacio, según la también administradora de la propiedad, “se mantiene operando todo el año pues se renta para distintos eventos privados. Por eso, la operación genera seis empleos directos”, y unos 120 temporeros que laboran directamente con el evento principal.

Para detalles: 787-735-4070.

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