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A través de viajes a la República Dominicana, Gabriel Maldonado y sus compañeros entraron en contacto con cayuqueros y decidieron aprender a construir embarcaciones monóxilas, es decir, hechas de un solo tronco.
A través de viajes a la República Dominicana, Gabriel Maldonado y sus compañeros entraron en contacto con cayuqueros y decidieron aprender a construir embarcaciones monóxilas, es decir, hechas de un solo tronco.

La organización Creative Capital seleccionó al colectivo puertorriqueño MAOF materia y oficios como uno de los 50 proyectos artísticos que respaldará económicamente con hasta $100,000 este año.

Anualmente, los Creative Capital Awards reciben miles de solicitudes- este año fueron 5,200- que son evaluadas por un panel formado por nueve experimentados curadores, pasados recipientes del premio, productores y otros profesionales de las artes.

La iniciativa boricua MAOF comenzó a principios de 2013 como un laboratorio temporero para explorar materiales en Beta-Local en Santurce. Hace cuatro años trabaja de manera independiente, siguiendo el mismo propósito de estudiar la cultura material en Puerto Rico en conjunto con artistas, gestores culturales y artesanos.

“Canoas, cayucos y balsas” es la propuesta desarrollada por MAOF para beneficiarse del reconocimiento que otorga hasta $500,000 en financiamiento y otros $500,000 en servicios de desarrollo profesional.

La meta del grupo es construir una flota de buques, utilizando materiales de árboles nativos construidos con técnicas creadas desde la época precolombina hasta el presente, explicó Creative Capital en un comunicado de prensa para dar a conocer a los galardonados.

“El artista investigará la estética y cualidades simbólicas del objeto buque, el acto de la navegación y el océano como cuerpo unificador entre las islas”, agregó la organización en la descripción del proyecto en el que trabajarán Diego Andrés de la Cruz Gaitán, Mario Gracia, Engel Leonardo y Gabriel Maldonado.

Con madera de al menos 58 árboles de 48 especies, MAOF ya ha construido sobre 60 piezas de mobiliario como parte de su investigación.

Gaitán, co director de MAOF, explicó que el grupo decidió hace varios años enfocarse en la madera como material de estudio porque usualmente termina en los vertederos cuando se desecha debido a la poda, las remodelaciones en hogares o calles, entre otras razones. A través del trabajo realizado, han descubierto y documentado muchas características de las maderas de Puerto Rico. Esta información es muy importante para entender su utilidad, especialmente en momentos que el planeta sufre las consecuencias del uso indiscriminado de materias primas contaminantes. La madera, por el contrario, es orgánica.

“Nos concentramos en el madera por la situación histórica en la que se encontraba. Compramos una herramienta de aserradero que permite pasar del tronco a la madera”, comentó Gaitán.

Después del azote del huracán María el desdén hacia la madera se transformó en entusiasmo. Muchos, incluyendo extranjeros, empezaron a ver una oportunidad de negocio en la conversión de los miles de árboles caídos en materia prima. Para MAOF, sin embargo, el interés era y sigue siendo otro.

“Nosotros examinamos las cualidades del material, usando la redacción y la fotografía. Acumulamos el conocimiento para volver a crear las condiciones de estar cerca de estos materiales que son parte del entorno, pero nos familiarizamos más con los del extranjero. Cómo huele, cómo se trabaja la madera; queríamos contribuir a conocer eso”, detalló.

Vital el conocimiento oral

El ejercicio de investigar incluyó recopilar el conocimiento que oralmente podían compartir trabajadores de la madera con quienes el grupo se iba encontrando.

El guayacán, por ejemplo, es la madera más densa del planeta. En Puerto Rico, abunda en las partes más secas de la isla, particularmente en la zona oeste.

“Aquí se usa para pilones y piezas artesanales de ese tipo. Se tornea pero descubrimos que los ejes de chamuceras para barcos, que son unas piezas mecánicas que requieren resistencia al salitre, se hacían de guayacán. Es una madera autolubricante, por la resina y el aceite que tiene”, contó Mario Gracia, otro de los codirectores de MAOF, quien es ebanista.

Otra información recopilada es que la madera del higuero es ideal para hacer cabos de azadones, por ser liviana y fuerte.

Unidad caribeña

Para la construcción de las embarcaciones, el grupo ya ha realizado viajes a la República Dominicana, donde han tenido entrevistas y reuniones con activistas, historiadores y otros profesionales y trabajadores. A través de esos encuentros determinaron que se dedicarán a aprender y practicar la técnica para fabricar embarcaciones monóxilas, o sea, talladas de un solo tronco.

“La intención es que a través de la investigación de la navegación, los objetos y las técnicas de construcción podamos contribuir a la idea de una antilla más comunicada y pensar en el mar como un cuerpo vinculante entre las islas. Que nos guíe la unión”, precisó.

En la región dominicana de Sabana Del Mar, en Samaná, los cayuqueros (como se les llama a quienes construyen las embarcaciones) son muy mayores y no tienen discípulos que aprendan la técnica que emplean para hacer las naves.

“Si no se hace algo, la talla artesanal para construir embarcaciones monosílicas puede desaparecer. Nosotros como puertorriqueños, antillanos, nos interesa aprenderla y darle continuidad. Consideramos que es un ejemplo de cómo nos gustaría imaginarnos todo el conocimiento en las Antillas. Poder defenderlo, documentarlo, aprenderlo y reproducirlo”, indicó Gaitán, al adelantar que se realizarán publicaciones de todo lo investigado para el beneficio de quien desee o necesite dicho conocimiento.

Los seleccionados para recibir los fondos de Creative Capital este año están localizados en 15 estados y territorios, desde Nueva York hasta California;Puerto Rico a Washington. El 60 por ciento son mujeres y el 77 por ciento son de raza negra.

“El Creative Capital Award es una inversión en la carrera y el potencial de los artistas. No es un regalo de una vez, sino una continua relación y una red expandida de inspiración”, indicó la organización.

En total, los fondos para el premio a los 50 proyectos de 58 artistas asciende a $5 millones. Desde su fundación en 1999 la entidad ha invertido $45 millones en 561 propuestas artísticas.


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