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El mejor elíxir para los cantantes puertorriqueños, la soprano Anaïs Mejías, el tenor Ángel Vargas, el bajo Ricardo Lugo, la soprano Elizabeth Rodríguez y el barítono César Méndez ha sido poder regresar a su tierra, reencontrarse como colegas y amigos, y compartir un mismo escenario con una ópera por la vertiente de la comedia romántica.
Se trata de “L’Elisir d’Amore”, una célebre obra de Gaetano Donizetti, que será presentada por Ópera de Puerto Rico, y que reúne a estos exitosos talentos, en una pieza de ópera en la que por primera vez todo su elenco es graduado del Conservatorio de Música de Puerto Rico.
“Para mí se siente como algo generacional, porque soy el primero de todos nosotros que se graduó del Conservatorio y el primero que comenzó a hacer trabajos afuera. Todos ellos tienen increíbles carreras. Me siento como cuando empecé en el Conservatorio, que yo veía a mi generación futura, y en aquel entonces era Pablo Elvira, Justino Díaz, Antonio Barasorda y otros puertorriqueños que ya no están con nosotros, a los que admiraba muchísimo. Pensaba cuándo será el día que podré compartir escenario con ellos, aunque durante toda la carrera siempre hemos compartido. Se siente muy bonito, unhonor no solo al Conservatorio, sino honor a todo lo que hemos hecho nosotros”, expresó Ricardo a El Nuevo Día.
Mientras manifiestan lo conscientes que se encuentran de mantenerse en constante evolución, reciben cada oportunidad de presentarse como un agradecimiento por poder dedicarse a lo que les apasiona. En esta ocasión hay varias emociones que afloran.
“Estoy emocionado porque llevaba tiempo sin venir a Puerto Rico. Después de la pandemia, ya van tres años sin venir, así que esto representó una oportunidad de cantar en casa y de cantar con amigos, estar frente a mi familia y del público de aquí que nos quiere mucho y nos han visto por muchos años”, dijo César, por su parte, quien reside en Rusia.
En una única función, a celebrarse este próximo sábado, 18 de noviembre a partir de las 8:00 p.m. en la Sala de Festivales Antonio Paoli, del Centro de Bellas Artes Luis A. Ferré, se presentarán ante un público que también les ha visto crecer y desarrollarse, según Elizabeth.
“Con los compañeros se ha dado ese proceso de respeto, y a la misma vez de, ‘te doy las gracias por haber caminado antes de mí y construir’. Así que es algo muy bonito y la energía es bien rica también”, señaló.
Idónea para toda la familia
El elenco estará acompañado por un coro de 28 voces preparados por Jo Anne Herrero, todos bajo la dirección escénica de Gilberto Valenzuela, autor también del diseño de la producción. Además, la Orquesta Sinfónica de Puerto Rico tendrá al maestro Roselín Pabón en el podio.
Al tratarse de una comedia romántica, con un argumento que no pasa de moda y una partitura llena de hermosas melodías que apelan a todo público —entre ellas la de la célebre aria “Una furtiva lágrima”— manifiestan que con esta ópera, consolidada como una de las favoritas de todos los públicos desde su estreno en 1832 en el Teatro Lírico de Milán, en Italia, el público se podrá relacionar o identificar.
“Es una perfecta ópera para niños, para decir ‘esta fue mi primera ópera’, porque en esta puesta en escena estamos incluyendo algunos colores de nuestra puertorriqueñidad, que van a hacer que el público se sienta identificado, y se rompa un poco ese bloque que a veces existe, de que eso es música de Europa, sino que se va a sentir”, comunicó Anaïs, quien interpreta a “Adina” uno de los papeles protagónicos.
“L’Elisir d’Amore” trata sobre un campesino ingenuo, enamorado perdidamente de una rica hacendada, que sucumbe a las promesas de un charlatán que vende vino tinto haciéndolo pasar como un milagroso elixir para despertar el amor. Ese campesino, llamado “Nemorino” será encarnado por Ángel Vargas con su poderosa voz, quien participó en las competencias del Metropolitan Opera, y que lleva tiempo preparando este rol con los mejores profesores de Italia.
“Cuando empecé a estudiar el rol de ‘Nemorino’, dije ‘diantre, este muchacho está en escena todo el tiempo, canta, canta y canta’, y lo vi con un poquito de respeto. Así que velo cuándo puedo cantar mucho y cuándo debo descansar, porque tengo que cuidarme pues va a ser una noche larga. En el proceso del ensayo, de trabajarlo todos juntos, tenemos una química tan natural que es tan divertido, que siente que pasa rápido… Entre todos hemos creado una energía muy linda”, aseguró Ángel.
Complacen los retos
Para Anaïs, quien lleva 11 años residiendo en Italia, esta pieza es un reto, porque las obras en las que ha trabajado tienden a ser más dramáticas y la comedia no se le da con la facilidad que se pudiera pensar.
“En Puerto Rico, particularmente, he hecho siempre obras que son un poco más dramáticas. De tres óperas que había hecho en la isla, en dos moría. A mí me viene mucho más natural el dramatismo, versus ser una persona feliz y encontrarme con esa ligereza, ser juvenil, solar. Puedo ser muy solar como persona, pero al momento de estar en escena, me sale natural todo lo contrario. La comedia no es fácil”, destacó la intérprete de “Adina”, que después de este espectáculo regresa para hacer una operetta, en su primer rol protagónico grande en Europa.
Será la primera vez que en la isla cante un rol de “bel canto”, lo que cataloga como lo más difícil porque tiene que ser “siempre lindo”. “No puede haber un momento en que a veces tus emociones se vayan al otro extremo, que a veces sí lo hago porque es mi naturaleza, pero en un mundo ideal, debería ser la cosa más limpia y angelical que te puedes imaginar”, argumentó la soprano.
En esa misma línea, Elizabeth menciona que el reto particular ha sido conectar con la compañera, para que se mantenga esa comedia constante. “El que podamos intercambiar estas miradas porque, obviamente, en las miradas se ve todo el pensamiento. Tenemos que tener esa conexión en el escenario”, añadió esta soprano y profesora del Conservatorio de Música, quien ha hecho más zarzuelas que ópera, por lo que los personajes que son comedia se le hacen un poco más cómodos.
Lo que dijeron del ahora…
“El periodo del cantante siempre es uno que se mantiene evolucionando siempre. Nunca se debe de establecer, por lo menos en tu mente, de que ya llegaste a un sitio, que estás cómodo y ya, que te vas a quedar ahí. En esta carrera, cada paso, cada día tiene un reto increíble. Eres afortunado si tienes todas las herramientas para resolverlo y caminar hacia ese próximo reto. Creo que la carrera se mide en cuanto a cómo te sientas haciéndolo, si te sientes feliz, el proceso de dónde estás cantando, con quién y cómo, pero en general, si estás haciendo lo que estudiaste, estás fomentando lo que aprendiste, no hay ningún problema. Aunque yo esté en una boda, aquí, en un recitalito, o allá, siempre sentirse honrado y agradecidos de lo que se hace“ - Ricardo Lugo, bajo
“Poder dedicarnos a nuestras pasiones, es muy bonito. En cuanto al agradecimiento, tenemos que estar bien conscientes de eso. Como el proceso de la carrera es tan complicado, cada oportunidad que tenemos de simplemente tener unas personitas que nos estén escuchando, hacemos ruido, somos agradecidos y seguimos creciendo”- Elizabeth Rodríguez, soprano
“Uno es tan bueno como la ultima presentación que tuvo. Uno tiene que ser muy agradecido, pero hay una responsabilidad muy grande con la música, el público y con uno mismo, cuando se presenta. Lamentablemente, el público puede ser muy cruel, que si haces una cosita chiquita, y por ejemplo si lo haces en tu país, queda para la posteridad. Yo siento mucha responsabilidad cuando vengo aquí más que en otros sitios” - Anaïs Mejías, soprano
“Ricardo me dice, ‘Ángel tienes que hacer ruido, tienes que hacer ruido, donde sea, pero es ruido. Yo creo que esas palabras me han motivado a que si esto es lo que quiero hacer, lo que me apasiona y me hace feliz, continuar. Estar ahora en casa, luego de varios años en Italia, me ha recargado las baterías para seguir. Pase lo que pase, venga lo que venga, ¡a hacer ruido”, - Ángel Vargas, tenor
“Trabajo de manera fija en el Teatro Mariinsky en Rusia, voy para año y medio, y estoy por comenzar mi segunda temporada. Siento que estoy en un buen momento ahora, que ya estoy en un punto en el que puedo hacer muchas cosas, me siento más cómodo con la voz, técnicamente, y a la expectativa de más cosas que van a venir. Al estar trabajando fijo allá, puedo hacer ruido constantemente, y pronto me voy a convertir en papá. Estoy en un punto en el que todo se pone en perspectiva. Seguir en la carrera es bien importante y con más animo de seguir adelante a la familia de uno”, - César Méndez, barítono