Cuando estrenó por primera vez en 1958, no fue bien recibida por todo el mundo. De hecho, hubo algunos que tildaron sus argumentos de innecesarios porque los temas que sugería —y sugiere aún— no eran problemas reales en Puerto Rico. Más de seis décadas después, esos mismos temas siguen en el corazón de las discusiones más importantes sobre la identidad puertorriqueña. Y es que “Vejigantes”, de Francisco Arriví, es a la misma vez un retrato de su época y una profecía.