Si estás dispuesta a cambiar tus prioridades, esta es una señal de que estás lista para la maternidad. (Shutterstock)
Aquella mujer que sufra depresión posparto, un tratamiento inmediato puede ayudarle a controlar los síntomas y a crear un vínculo con su bebé. (archivo)

Las emociones afloran cuando se trata del nacimiento de un bebé, que pueden variar desde entusiasmo y alegría hasta miedo y ansiedad. No obstante, también puede generar melancolía posparto y depresión, que vale la pena destacar, que no son lo mismo.

Cambios del estado de ánimo, episodios de llanto, ansiedad y dificultad para dormir son algunas de las emociones que puede experimentar una mujer después del nacimiento de su bebé, lo que se conoce como melancolía posparto o los llamados “baby blues”, que de acuerdo con la Clínica Mayo, que suele comenzar dentro de los primeros dos a tres días después del parto, y puede durar hasta dos semanas.

Sin embargo, hay otras mujeres que pueden sufrir de estos síntomas posparto de manera más intensa y prolongarse hasta un año después, -lo que se denomina como depresión postparto- a tal grado que pueden eventualmente interferir con su capacidad para cuidar a su bebé y manejar otras tareas diarias.

De acuerdo con dicha entidad dedicada a la investigación, prevención y tratamiento de enfermedades, a veces se denomina depresión perinatal porque puede comenzar durante el embarazo y continuar hasta el nacimiento del bebé. En raras ocasiones vez, tras el parto también se puede desarrollar un trastorno extremo del estado de ánimo llamado psicosis posparto.

La depresión posparto no es un defecto de carácter ni una debilidad. A veces, se trata simplemente de una complicación derivada del parto. Aquella mujer que sufra depresión posparto, un tratamiento inmediato puede ayudarle a controlar los síntomas y a crear un vínculo con su bebé.

Síntomas

Los síntomas de la depresión posparto varían y pueden tener una intensidad de leve a grave.

Síntomas de la melancolía posparto

Los síntomas de la tristeza posparto, que duran solo unos pocos días o entre una y dos semanas después del nacimiento del bebé, pueden incluir los siguientes:

  • Cambios de humor
  • Ansiedad
  • Tristeza
  • Irritabilidad
  • Sentirse abrumado
  • Llanto
  • Poca concentración
  • Problemas con el apetito
  • Trastornos del sueño

Síntomas de depresión posparto

Al principio, puede confundirse la tristeza posparto con la depresión posparto, pero los síntomas de esta última son más intensos y duran más tiempo. Finalmente, pueden interferir con tu capacidad de cuidar a tu bebé y realizar otras tareas diarias. Los síntomas en general aparecen en las primeras semanas después del parto. Sin embargo, pueden comenzar más tarde (durante el embarazo) o hasta seis meses después de dar a luz.

Los síntomas de la depresión posparto pueden incluir lo siguiente:

  • Estado de ánimo depresivo o cambios graves de humor
  • Llorar demasiado
  • Dificultad para establecer un vínculo con tu bebé
  • Alejarte de tus familiares y tus amigos
  • Perder el apetito o comer mucho más de lo habitual
  • Incapacidad para dormir (insomnio) o dormir demasiado
  • Terrible fatiga o falta de energía
  • Menor interés y entusiasmo por las actividades que solías disfrutar
  • Intensa irritabilidad e ira
  • Miedo de no ser una buena madre
  • Desesperanza
  • Sentimientos de inutilidad, vergüenza, culpa o ineptitud
  • Menos capacidad para pensar con claridad, concentrarte o tomar decisiones
  • Desasosiego
  • Intensa ansiedad y ataques de pánico
  • Pensamientos sobre lastimarte a ti misma o a tu bebé
  • Pensamientos recurrentes de muerte o suicidio

Si no se trata, la depresión posparto puede durar muchos meses o incluso más.

Psicosis posparto

En el caso de la psicosis posparto, una afección poco común que suele aparecer en la primera semana después del parto, los síntomas son graves. Entre los síntomas se pueden incluir los siguientes:

  • Sensación de confusión y desorientación
  • Pensamientos obsesivos acerca de tu bebé
  • Alucinaciones e ideas delirantes
  • Problemas de sueño
  • Demasiada energía y malestar
  • Paranoia
  • Intentos de lastimarte a ti misma o a tu bebé

La psicosis posparto puede causar pensamientos o conductas que ponen en riesgo la vida y requiere tratamiento inmediato.

Cuándo debes consultar con un médico

Si te sientes deprimida después del nacimiento de tu bebé, es posible que te resistas a admitirlo o sientas vergüenza de ello. No obstante, si tienes algún síntoma de tristeza o depresión posparto, llama al proveedor principal de atención médica, al obstetra o al ginecólogo y programa una cita. Si tienes síntomas que indican que puedes tener psicosis posparto, busca ayuda de inmediato.

Es importante llamar al proveedor de atención médica lo antes posible si los síntomas de depresión tienen estas características:

  • No desaparecen después de dos semanas.
  • Están empeorando.
  • Te dificultan cuidar de tu bebé.
  • Te dificultan completar las tareas diarias.
  • Incluyen pensamientos acerca de hacerte daño a ti misma o a tu bebé.

Si tienes pensamientos suicidas

Si, en algún momento, tienes pensamientos acerca de lastimarte a ti misma o a tu bebé, pide ayuda de inmediato a tu pareja o seres queridos para que cuiden al bebé. Llama al 911 o al número de asistencia de emergencia local para obtener ayuda.

Además, considera estas opciones si tienes pensamientos suicidas:

Llama a la Línea PAS, que opera los siete días, las 24 horas, al 1-800-981-0023. Cuenta con personal altamente capacitado en conducta humana que puede individualizar cada caso, atender las necesidades del paciente y, posteriormente, canalizar el seguimiento, no solo al paciente sino a todo su entorno.

  • Llama a la Línea PAS, que opera los siete días, las 24 horas, al 1-800-981-0023. Cuenta con personal altamente capacitado en conducta humana que puede individualizar cada caso, atender las necesidades del paciente y, posteriormente, canalizar el seguimiento, no solo al paciente sino a todo su entorno.
  • Busca ayuda de un proveedor de atención médica.
  • Llama a un profesional de salud mental.
  • Comunícate con un amigo íntimo o un ser querido.
  • Ponte en contacto con un pastor, un líder espiritual u otra persona de tu comunidad religiosa.

Ayudar a un amigo o ser querido

Las personas con depresión pueden no reconocer o admitir que están deprimidas. Tal vez no sepan cuáles son los signos y síntomas de la depresión. Si sospechas que una amiga o una persona querida tiene depresión posparto o está desarrollando psicosis posparto, ayúdala a buscar atención médica de inmediato. No aguardes con la esperanza de que mejore.

Causas

No existe una causa específica de la depresión posparto, pero la genética, los cambios físicos y los problemas emocionales pueden contribuir.

  • Genética. Los estudios demuestran que tener antecedentes familiares de depresión posparto, sobre todo si fue grave, aumenta el riesgo de tenerla.
  • Cambios físicos. Después del trabajo de parto, una disminución considerable de los niveles de hormonas (estrógeno y progesterona) en el cuerpo puede contribuir a la depresión posparto. Otras hormonas producidas por la glándula tiroides también pueden descender bruscamente, lo que puede hacer que sientas cansancio, pereza y depresión.
  • Problemas emocionales. Cuando estás con falta de sueño y abrumada, puedes tener problemas incluso para manejar problemas menores. Es probable que estés ansiosa acerca de tu capacidad para cuidar a un recién nacido. Puedes sentirte menos atractiva, tener dificultades con tu sentido de identidad o sentir que has perdido el control de tu vida. Cualquiera de estos problemas puede contribuir a la depresión posparto.

Factores de riesgo

La depresión posparto puede afectar a cualquier madre reciente y puede ocurrir después del nacimiento de cualquier bebé, no solo del primero. No obstante, tu riesgo aumenta si ocurre lo siguiente:

  • Tienes antecedentes de depresión, ya sea durante el embarazo o en otros momentos.
  • Tienes trastorno bipolar.
  • Tuviste depresión posparto después de un embarazo previo.
  • Tienes familiares que tuvieron depresión u otros trastornos del estado de ánimo.
  • Sufriste eventos estresantes durante el año anterior, como complicaciones en el embarazo, una enfermedad o la pérdida de un trabajo.
  • Tu bebé tiene problemas de salud u otras necesidades especiales.
  • Tuviste mellizos, trillizos u otro embarazo múltiple.
  • Tienes dificultad para amamantar.
  • Tienes algún problema de relación con tu cónyuge o pareja.
  • No tienes una buena red de apoyo.
  • Tienes problemas económicos.
  • El embarazo no fue planificado ni deseado.

Complicaciones

Si no se trata, la depresión posparto puede afectar el vínculo entre la madre y el hijo, y causar problemas familiares.

  • En la madre. La depresión posparto que no se trata puede durar unos meses o más y, a veces, se transforma en un trastorno depresivo continuo. Es posible que la madre deje de amamantar, tenga problemas para relacionarse con el bebé y para cuidarlo, y corra un mayor riesgo de suicidarse. Incluso cuando se trata, la depresión posparto aumenta el riesgo de una mujer de sufrir episodios futuros de depresión mayor.
  • En el otro progenitor. La depresión posparto puede tener un efecto dominó y causar tensión emocional en todas las personas cercanas a un bebe recién nacido. Cuando la madre está deprimida, también puede aumentar el riesgo de depresión del otro progenitor del bebé. Además, es posible que el otro progenitor ya tenga un mayor riesgo de padecer depresión, independientemente de si su pareja está deprimida o no.
  • En los niños. Los hijos de madres que sufren depresión posparto y no reciben tratamiento son más propensos a tener problemas emocionales o de comportamiento, como dificultades para dormir o para comer, llanto excesivo y retrasos en el desarrollo del lenguaje.

Prevención

Si tienes antecedentes de depresión, especialmente depresión posparto, infórmale al médico si estás planificando quedar embarazada o tan pronto como descubras que estás embarazada.

  • Durante el embarazo, el proveedor de atención médica puede controlarte minuciosamente para verificar si existen síntomas de depresión. Es posible que tengas que completar un cuestionario para detectar la depresión durante el embarazo y después del parto. A veces, la depresión leve puede tratarse con grupos de apoyo, asesoramiento u otros tipos de terapia. En otras ocasiones, pueden recomendarte tomar antidepresivos, incluso durante el embarazo.
  • Después de que nazca tu hijo, es posible que el proveedor de atención médica te recomiende chequeos posparto tempranos para detectar síntomas de depresión posparto. Cuanto antes se detecten, más temprano podrás iniciar el tratamiento. Si tienes antecedentes de depresión posparto, el proveedor de atención médica puede recomendarte un tratamiento con antidepresivos o terapia de conversación inmediatamente después del parto. La mayoría de los antidepresivos son seguros para tomar durante la lactancia.
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