Las semillas de calabaza son valoradas por sus múltiples propiedades beneficiosas para la salud. Su consumo se relaciona con la mejora de la función prostática, el apoyo al sistema urinario, un descanso más profundo y su efecto antiparasitario natural.

Estas cualidades han sido documentadas tanto por la medicina tradicional como por estudios científicos recientes.

Uno de los componentes más estudiados de las semillas de calabaza es la cucurbitina, un aminoácido con efecto antiparasitario. Este compuesto actúa inmovilizando lombrices y tenias dentro del intestino, impidiendo su adherencia a las paredes intestinales y favoreciendo su eliminación a través de las heces.

A diferencia de algunos tratamientos farmacológicos, este método resulta suave para el sistema digestivo. Por ello, puede ser considerado en niños bajo supervisión médica.

Para fines antiparasitarios, se aconseja ingerir entre 30 y 50 gramos de semillas crudas y sin sal en ayunas, durante un período de tres a cinco días. Se pueden acompañar con jugo de papaya o agua tibia para mejorar su efecto y facilitar el tránsito intestinal.

Más allá de su acción desparasitante, las pepitas de calabaza ofrecen una alta densidad nutricional. Son fuente de proteínas vegetales y minerales como magnesio, zinc, fósforo, potasio e hierro, lo que las convierte en un complemento valioso en dietas vegetarianas o veganas.

Contienen también ácidos grasos saludables, como el oleico y el linoleico, que poseen propiedades antiinflamatorias. Estos compuestos pueden contribuir al alivio de molestias digestivas o articulares.

Diversas investigaciones indican que el consumo regular de pepitas de calabaza puede ayudar a reducir los síntomas de la hiperplasia prostática benigna (HPB), como la dificultad para orinar, y a mejorar la función vesical en hombres.

Por su contenido en antioxidantes y magnesio, también favorecen la salud cardiovascular, ayudando a regular la presión arterial y los niveles de colesterol.

Las semillas de calabaza contienen triptófano, un aminoácido esencial en la síntesis de serotonina y melatonina, neurotransmisores que regulan el estado de ánimo y el sueño. Consumir una porción antes de dormir puede contribuir a un descanso más profundo y reparador.

Aunque son un alimento seguro y nutritivo, su uso con fines terapéuticos debe realizarse con moderación. En niños o personas con afecciones digestivas, se recomienda contar con la orientación de un profesional de la salud. Su efectividad es mayor cuando se integran en una alimentación equilibrada y acompañada de hábitos saludables.