Estoy en reflexión sobre los días que se avecinan. La época navideña evoca muchos sentimientos. En casa, es tiempo de grandes celebraciones pues el 25 de diciembre es el aniversario de bodas de mis padres y mi hermana y yo nos casamos en diciembre. Además, nací este mes. Celebraciones nunca nos faltan. Las que me encantan son los desayunos el día después. Son momentos íntimos donde se hace un recuento de la noche anterior, nos vestimos relajadamente, nos acompañamos y compartimos. Esos sentimientos llaman a un menú tan relajante y reconfortante como el ambiente. A mi me relaja cocinar y a mi familia le relaja envolverse en los sentidos; olfato, gusto, vista y tacto. Es como un masaje sensorial que solo una mezcla de sabores, olores y texturas nos puede dar. ¡A cocinar!