La interacción de los adolescentes con las redes sociales se ha relacionado con una serie de riesgos, incluida la explotación sexual, problemas de imagen corporal y el acoso cibernético, entre otros.
La interacción de los adolescentes con las redes sociales se ha relacionado con una serie de riesgos, incluida la explotación sexual, problemas de imagen corporal y el acoso cibernético, entre otros. (Archivo)

Por mucho tiempo la adolescencia se ha visto como una etapa complicada, una época de rebeldía ante los mayores y de probarse o identificarse con sus pares. De hecho, a veces a los jóvenes se les tilda de apáticos, irresponsables y pocos comprometidos o que no son capaces de cumplir con las tareas que se les impone. Pero la realidad es que el adolescente de hoy no cuenta con muchas de las herramientas de vida que han tenido generaciones anteriores.

“Es como la indefensión aprendida”, explica el psiquiatra Ángel Martínez, quien se refiere a un modelo animal que muestra que si un individuo ve que por mucho esfuerzo que haga no se puede modificar el entorno, se rinde antes.

“A los jóvenes de hoy se les ha quitado todo y se les ha dejado casi como única conexión las redes sociales, con lo tóxicas que pueden llegar a ser. Todo eso junto a su pensamiento, típico de adolescentes, que ven la vida en función de lo que está pasando ahora y por tanto tienen una proyección muy negativa del futuro, con frustración y desesperanza”, resalta el también director médico del Hospital Panamericano, tras señalar que las barreras que tuvieron en la pandemia afectaron sus relaciones con sus pares y eso los ha convertido en un grupo más vulnerable.

“La vía de escape que tenían con sus iguales, para salir, compartir o hablar fue inexistente o ha estado muy restringida. En las familias ha habido muchos problemas, desde pérdidas de seres queridos o de empleo, has muchas otras preocupaciones y esto puede haber provocado una pérdida en la relación del adolescente y sus padres. Y por último, muchos meses sin clases y de incertidumbre”, explica el doctor Martínez, quien cree que la pandemia los desvinculó de sus pares y los expuso “más que nunca a vivir bajo el control de sus padres”.

Por ejemplo, se estima que después de la pandemia ha habido un aumento considerable en los trastornos de ansiedad, especialmente en jóvenes de 12 a 17 años, debido a que estuvieron casi dos añps sin poder socializar y compartir normalmente con sus pares, lo que puede causar mucha ansiedad entre los adolescentes, según han constatado los profesionales de la salud. Cabe destacar, además, que los eventos de años recientes, que incluyen los huracanes de 2017 y 2022, los sismos del 2020 y los casi tres años de pandemia de COVID-19 han tenido un impacto severo en la población, pero particularmente en los menores.

Según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), el 13 % de los jóvenes a nivel global han sido diagnosticados formalmente con un trastorno de salud mental. Mientras que el 40 % de esos adolescentes tienen problemas de ansiedad o depresión. Y en Estados Unidos hubo un aumento de un 31% en las visitas a salas de emergencias en las edades de 12 a 17 años por condiciones de salud mental, y un 50% de aumento de intentos suicidas entre niñas de 12 a 17 años en el 2021, en comparación con el año 2019.

Refugio tóxico

Para el doctor Martínez, las redes sociales se pueden convertir en un “un refugio tóxico”, aunque para muchos adolescentes fue casi la única manera de conectar con el mundo. “La evidencia científica sobre la relación entre un mayor uso de redes sociales y una menor autoestima es amplia desde hace años y la pandemia ha hecho que muchos jóvenes hicieran un uso brutal de las redes. Además, la autoestima de los jóvenes se construye a través de las relaciones con sus personas significativas, pero estas se han restringido o eliminado”, advierte el psiquiatra.

De hecho, el doctor Martínez menciona que, según un informe reciente de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), la salud mental de los adolescentes está en crisis. “El informe encontró que casi una de cada tres chicas de secundaria consideró el suicidio en 2021, un aumento del 60% desde 2011. La depresión y los comportamientos relacionados, como autolesionarse y los intentos de suicidio, también han aumentado desde al menos 2012. A pesar de la evidencia clara de esta crisis, muchos la han desestimado como un mito, lo que nos deja pagando el precio por nuestra negación”.

El psiquiatra resalta que son muchos los factores que pueden contribuir a una depresión. Y uno de los más importantes, advierte, es el aumento del uso de las redes sociales entre las niñas adolescentes. Por ejemplo, dice que, en 2009, el uso de las redes sociales era ocasional, pero para 2016, era casi obligatorio, con el 90% de las adolescentes usándolo todos los días. “Este cambio hacia la interacción en línea se ha relacionado con una serie de riesgos, incluida la explotación sexual, problemas de imagen corporal y el acoso cibernético, que las niñas experimentan más que los niños”.

Y aunque algunos han negado la relación entre el tiempo de pantalla y el bienestar, el psiquiatra señala que los investigadores han encontrado que cuando se trata de niñas y el uso de las redes sociales, hay un vínculo considerable con la depresión.

De hecho, el informe no reconoce el papel que juegan las redes sociales y otras nuevas tecnologías en la crisis de salud mental entre los adolescentes. Pero el doctor Martínez señala que el informe del Cirujano General de Estados Unidos sobre el tema sí lo hizo.

Mientras tanto, el psiquiatra cree que los padres pueden tomar ciertas medidas. Por ejemplo, que hasta cierta edad los menores no pueden tener redes sociales y usar controles parentales para restringir el uso de las redes sociales. Sin embargo, destaca que se necesita hacer algo más allá del control parental.

“Los niños no necesitan permiso de los padres para abrir una cuenta de redes sociales ni tampoco necesitan demostrar su edad. A pesar de que la edad mínima actual de 13 años para usar redes sociales, los preadolescentes usan TikTok y otras redes sociales rutinariamente”, advierte el doctor Martínez, tras proponer que las compañías que manejan redes sociales deberían verificar la edad y eliminar los algoritmos “que empujan contenido dañino y mantienen a los adolescentes en aplicaciones de redes sociales más tiempo del saludable”.

En ese sentido, el especialista concluye que, aunque no podemos deshacer el pasado, sí se pueden tomar medidas para abordar la crisis de salud mental en los adolescentes. “Es hora de reconocer que los padres, las escuelas, los profesionales y los que trabajan con política pública, nos queda mucho por hacer por nuestros jóvenes”.

Algunas sugerencias

Según el psiquiatra Ángel Martínez, el informe reciente de los CDC sugiere tres formas de mejorar la salud mental de los adolescentes:

1. Proporcionar más servicios de salud mental en las escuelas.

2. Promover que las escuelas sean más inclusivas.

3. Mejorar la educación sobre la salud mental.

De la misma forma, los niños -y adultos- que expresan pensamientos relacionados con el deseo de hacerse daño a sí mismos o que intentan suicidarse necesitan una evaluación urgente con un profesional de la salud mental.

En esos casos, es importante tomar acción de inmediato. Una opción es llamar a la Línea de Primera Ayuda Sicosocial, mejor conocida como Línea PAS (1-800-981-0023), de la Administración de Servicios de Salud Mental y Contra la Adicción (Assmca), donde orientan sobre cómo ayudar a la persona y a qué hospital se puede llevar, según su área.

El Hospital Panamericano también cuenta con un programa de intervención aguda dirigido a jóvenes entre 13 y 17 años que estén experimentando síntomas de depresión, uso de sustancias, intentos suicidas, trastornos alimentarios, entre otros. Para más información puedes llamar al 1-800-981-1218.

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