El “food truck” cercano al aeropuerto internacional de la ciudad ha probado ser un acierto entre una clientela que sigue en aumento
El “food truck” cercano al aeropuerto internacional de la ciudad ha probado ser un acierto entre una clientela que sigue en aumento
Houston, Texas.- Cuando piensan en la comida puertorriqueña, el matrimonio de Carlos y Bárbara Sella recuerdan las recetas de sus abuelas y la disciplina que les inculcaron.
Por ello, consideraron que no había mejor nombre para su camión de comida boricua que La Chankleta PR.
El negocio abrió en junio pasado en los alrededores del aeropuerto internacional George H. Bush de Houston, en la zona de Humble.
“Nos ha ido muy bien. Muchos (de los clientes) trabajan en el aeropuerto, otros vienen nada más llegar a Houston”, dijo Bárbara, mientras abría el negocio, ubicado en un parque –una placita le llama-, en el que también hay camiones de comida cubana, mexicana y griega, entre otras.
De sus abuelas, dijeron los Sella, “sale la fuerza de la cocina puertorriqueña”. La influencia sobre ambos la tuvieron principalmente sus abuelas maternas. María Dolores López en el caso de Bárbara. Para Carlos, el honor recae sobre Adamina Lasalle.
“No hay comida que que una abuelita haga que no venga con amor. Creo que si uno le pone amor a todo lo que uno hace, todo sale rico… La clave en la cocina es el amor”, sostuvo Bárbara, aunque reconoce que las abuelas también sabían cómo amenazar con las chancletas “para que nos comiéramos la comida”.
En el negocio, el menú es variado, e incluye mofongo con carne frita o chicharrones de pollo, alcapurrias, tripleta, sándwich cubano, sorullos y bacalaítos, entre otras delicias.
La oferta abarca todas esas bebidas que han sido parte de la cultura puertorriqueña y muchos pueden extrañar cuando se mudan a otro país, como jugos de parcha, guanábana y mangó o refrescos como la Malta India, Coco Rico, Kola Champagne y Old Colony.
“Todo lo cocinan bueno”, dijo Carlos Quijano, natural de Mayagüez, quien fue el primer cliente en llegar a la guagüita de La Chankleta PR – junto a su esposa, la añasqueña Linda Medina, y su hijo- el día que El Nuevo Día visitó a los Sella.
El plato preferido de Quijano, quien hace ocho años reside en la zona de Houston y viven en el vecindario de Atascocita -a minutos del local en que está La Chankleta-, es el mofongo con carne frita, un manjar que dice no encuentra en otro sitio.
Como el mofongo con carne frita, la tripleta, las alcapurrias y el sándwich cubano causan sensación. La tripleta se hace con lechón, jamón, pollo, mayo-ketchup, lechuga y tomate, en pan ‘sobao’. “Le damos un toque diferente a como se hace en Puerto Rico”, dijo Bárbara, quien es natural de Carolina, mientras Carlos viene del pueblo de Aguadilla.
El matrimonio, no obstante, se conoció en Orlando, Florida.
Originalmente, la familia se mudó a Hemphill, Texas, a unas dos horas y media de Houston. Allí Carlos desarrolló su negocio de construcción y la administración de un hotel, el cual aún tiene a su cargo.
En Hemphill comenzaron con La Chankleta. Pero se dieron cuenta de que tenían un negocio de comida boricua en el sitio equivocado.
“Queríamos mudarnos a una zona más puertorriqueños. En Hemphill no había oportunidades de crecimiento. Allí viven solo unas 1,100 personas”, indicó Bárbara.
La meta es que el camión de comida de La Chankleta PR en Humble sea el primero de varios.
“Queríamos traer algo diferente, algo que fuera más concreto de lo que es la comida puertorriqueña… ha sido un ‘hit’. Houston tiene más oportunidades, la comunidad es más grande, hay muchos puertorriqueños. Esa es la clave”, narró Bárbara.
--
Te invitamos a descargar cualquiera de estos navegadores para ver nuestras noticias: