Elon Musk ha alejado a muchos compradores potenciales de sus autos Tesla y ha provocado una caída en las ventas con su incursión en la política. Pero las acciones se han disparado de todos modos y ahora quiere que la compañía le pague más, mucho más.

Los accionistas se reunirán el jueves para la junta anual de Tesla en Austin, Texas, y decidirán en una votación por poder si otorgan a Musk, el director ejecutivo de la compañía y ya la persona más rica del mundo, suficiente capital para convertirlo potencialmente en la primera persona trillonaria de la historia.

Es una votación que ha desatado un acalorado debate en ambos lados del tema, incluso atrayendo los comentarios del papa al respecto como un ejemplo de desigualdad de ingresos.

Varios fondos de pensiones se han manifestado en contra del paquete, argumentando que la junta directiva está demasiado en deuda con Musk, su comportamiento es demasiado imprudente últimamente y las riquezas ofrecidas son excesivas.

Los partidarios dicen que Musk es un genio que es la única persona capaz de marcar el comienzo de un futuro dominado por Tesla en el que cientos de miles de autos Tesla autónomos, muchos sin volantes, transportarán personas y robots humanoides de Tesla marcharán alrededor de fábricas y hogares, recogiendo cajas y regando plantas. El pago es necesario para incentivarlo, dicen, y mantenerlo enfocado.

Musk ha amenazado con abandonar la compañía si no obtiene lo que quiere y ha criticado a algunos de los críticos del paquete como ‘terroristas corporativos’.

Para obtener sus acciones de Tesla, Musk debe obtener la aprobación de la mayoría de los accionistas con derecho a voto de la compañía. Mejorando las probabilidades, Musk puede votar sus propias acciones, que valen el 15% de la compañía.

Los accionistas escucharon por primera vez sobre el paquete salarial en septiembre cuando la junta directiva lo propuso en una presentación detallada ante los reguladores federales de valores. El documento, que consta de 200 páginas, también contiene otras propuestas que se someterán a votación en la reunión, incluso si se permite a Tesla invertir en otra compañía de Musk, xAI, y quién debería formar parte de la junta en el futuro.

Musk no necesariamente obtendrá todo ese dinero, ni siquiera un centavo, si se aprueba el paquete. Primero tiene que cumplir varios objetivos operativos y financieros.

Para obtener el pago completo, por ejemplo, tiene que entregar al mercado automotriz 20 millones de Teslas en 10 años, más del doble de la cantidad que ha producido en los últimos doce años. También tiene que aumentar masivamente el valor de mercado de la compañía y sus ganancias operativas y entregar un millón de robots, desde cero en la actualidad.

Sin embargo, si no alcanza los objetivos más grandes, el paquete aún podría entregarle mucho dinero.

Musk obtendrá $50,000 millones en acciones adicionales de Tesla, por ejemplo, si aumenta el valor de mercado de la compañía en un 80%, algo que hizo este año pasado, además de duplicar las ventas de vehículos y triplicar las ganancias operativas, o alcanzar cualquiera de los otros dos de una docena de objetivos operativos.

Musk ya es el hombre más rico del mundo con un patrimonio neto de $493,000 millones, según la revista Forbes, y muy por delante de algunos de los más ricos de años pasados.

Vale más que dos Cornelius Vanderbilts, el magnate naviero y ferroviario del siglo XIX cuya riqueza ajustada por la inflación alcanzó los $200,000 millones más o menos en su punto máximo. El gigante del acero, Andrew Carnegie, una vez valió $300,000 millones, según Carnegie Corp., muy por debajo de la riqueza de Musk también.

Musk todavía está detrás de John D. Rockefeller, pero se está acercando rápidamente. El titán ferroviario alcanzó un pico de riqueza ajustada por la inflación de $630,000 millones en 1913, según Guinness World Records.

Musk dice que no se trata realmente del dinero, sino de obtener una mayor participación en Tesla, se duplicará a casi el 30%, para poder controlar la compañía. Dice que esa es una preocupación apremiante dado todo el poder que Tesla puede tener pronto, específicamente algo a lo que se refirió en una reunión reciente con inversores como su futuro ‘ejército de robots’.

Esa fue una referencia a la división Optimus de Tesla, que fabrica trabajadores humanoides que serán tan numerosos que, como dijo Musk recientemente, no querría que nadie más que él los controlara.

Muchos inversores se han manifestado en apoyo del paquete, incluido Baron Capital Management, cuyo fundador calificó a Musk como indispensable para la compañía. ‘Sin su implacable impulso y estándares intransigentes’, escribió el fundador Ron Baron, ‘no habría Tesla’.

Los críticos incluyen el fondo de pensiones público más grande de Estados Unidos, Calpers, y el fondo soberano de Noruega, el más grande del mundo. Argumentan que el pago es excesivo, y el fondo de Noruega expresa preocupación de que la junta que lo diseñó, que incluye al hermano de Musk, no sea lo suficientemente independiente. Dos gigantes corporativos de vigilancia, Institutional Shareholder Service y Glass Lewis, dijeron que también votarán en contra.

Incluso el Vaticano ha intervenido, denunciando la brecha de riqueza en el mundo y criticando la oferta del billón de dólares en particular.

‘Si eso es lo único que tiene valor’, dijo el Papa León XIV, ‘entonces estamos en grandes problemas’.

A juzgar solo por el precio de las acciones, Musk ha tenido un éxito espectacular. La compañía ahora vale $1.5 billones.

Pero gran parte de ese aumento refleja grandes apuestas de los inversores de que Musk podrá entregar cosas que son difíciles de lograr, y la forma en que Musk ha dirigido la compañía recientemente no inspira confianza. Ha roto numerosas promesas, y su tendencia a decir lo que piensa ha saboteado a la compañía.

Solo este año, por ejemplo, prometió entregar taxis sin conductor en varias ciudades, asegurar la aprobación regulatoria en Europa para su software de conducción autónoma e impulsar las ventas en un 20% o 30%.

En cambio, sus robotaxis sin conductor en Austin y San Francisco tienen monitores de seguridad humanos en el interior. Los europeos aún no han aprobado su software. Y las ventas de Tesla continúan cayendo en picada, con nuevas cifras que muestran el lunes una asombrosa caída del 50% el mes pasado solo en Alemania.

Dicho esto, Musk ha logrado lo imposible antes. Se temía ampliamente que su compañía hace media docena de años estuviera cerca de la bancarrota porque no estaba fabricando suficientes autos, pero luego tuvo éxito y las acciones se dispararon.

‘Con frecuencia se tambalea al borde del desastre’, dijo la propietaria de Tesla y administradora de dinero Nancy Tengler, ‘y luego retrocede justo a tiempo’.