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En medio de la temporada de huracanes, las ferreterías confrontan problemas para abastecer sus tiendas y mantener los niveles de inventario, mientras los precios de los materiales de construcción siguen en escalada, según comerciantes entrevistados.
“Lo que está sucediendo es algo bien preocupante. La situación está difícil por varios factores: está la situación de la inflación, una moneda débil, los costos de flete de China que se han triplicado, la falta de empleados. Son muchas cosas”, señaló Marcos Rodríguez, expresidente de la Asociación de Comerciantes en Materiales de Construcción (ACMC).
Indicó que, aunque las ferreterías están tomando previsiones para tener el inventario suficiente, la cantidad de faltantes se ha disparado a causa del disloque por pandemia en la cadena de suministros. “Siempre ha habido faltantes, como 10%, pero ahora se ha agudizado y está en 30%”, dijo Rodríguez.
Agregó que los precios de los materiales de construcción están tan volátiles que las cotizaciones para diversos proyectos de construcción tienen que revisarlas en par de meses, ya que podrían perder dinero, si honran una cotización de hace tres meses.
“A nivel mundial hay muchas fábricas cerradas, otras tienen menos personal, y cuando eso pasa suben los precios”, manifestó Pablo Barreto, dueño de Comercial Hermanos Barreto en Arecibo, Hatillo y Lares, quien indicó que en tiempos de pandemia se dificulta conseguir la mercancía.
Barreto, quien lleva tres décadas en el negocio, dijo que antes pagaba $3,800 por traer un furgón de China –incluso llegó a pagar $1,700 en ocasiones-, ahora le cuesta casi $15,000 y se anticipa que para fin de año estará en $20,000. “Lo mismo ocurre en Panamá, Colombia, donde quiera. Yo traía tubería galvanizada de Honduras, y me dijeron que tenía que pagar $4,000 adicionales si quería que la embarcaran”.
Los precios se han disparado. Un panel de ¾ de Brasil antes costaba entre $19 y $21, hoy está a $50, el panel de PVC de $30 subió a $60, y la madera tratada 2 X 6 X 20 pies de largo antes valía $24.95, y hoy $50. “Todo está difícil de conseguir. Hay que pagarlo más rápido y más caro para poder tenerlo”, sostuvo.
Y si eso no fuera suficiente, Barreto lidia además con la renuncia de empleados. “Esta semana se fueron cuatro. Los están pirateando de todos lados. Yo acabo de evaluar a todos mis empleados, y al 90% les tuve que subir el salario”, añadió el comerciante, quien dijo que el problema de personal ha surgido en meses recientes.
Por su parte, Jorge Pérez, de ferretería Arilope ACE en Aguadilla, señaló que la gente se pregunta por qué han subido los precios y es porque los costos de los materiales de construcción se han disparado. “El alza es significativa desde que empezó el COVID. Había antes aserraderos con tres turnos, ahora tienen uno… la madera ha subido cinco y seis veces a lo que estaba en enero de 2020. Lo mismo pasa con el acero, el cobre, PVC, las tuberías, todo ha subido sustancialmente”.
Hasta suplidores grandes tienen problemas serios para abastecer la demanda. En el caso de Craftsman, la compañía envió una notificación a sus clientes de que, una vez se acabe el inventario de mangueras gruesas, no va a poder suplirlas hasta dentro de nueve a 12 meses porque no tienen la materia prima, según Pérez.
Otro dilema que enfrentan es la escasez de plataformas y furgones. “No hay plataformas o contenedores para traer la mercancía. Esto se ha complicado de una manera que nadie podía prever”.
El disloque en la cadena de suministros ha limitado el poder de negociación de los comerciantes. “Antes cuando iba a comprar tenía poder de negociación en el precio, negociaba con tres o cuatro suplidores. Ahora, negociar es tenerlo. Tenemos que decidir si lo compramos para los clientes o si no lo tenemos”, sostuvo el ferretero de Aguadilla.
Juan Bauzá, comerciante del grupo True Value, comentó que está a la espera de unas paelleras y quemadores que ordenó en febrero para sus dos ferreterías. La mercancía estuvo más de tres meses en el puerto de Valencia, sin ser embarcada, pese a que pagó $7,800 por el envío. Esa cifra es mucho más que los $2,500 que pagaba antes de pandemia. “Era lo tomas o lo dejas, y tuve que pagarlo. Aún así, todavía no ha llegado. Me enteré que llegará a Panamá, y de allá lo envían hacia acá”.
Bauzá dijo estar preocupado por el aumento en precios y la escasez de algunos artículos, entre los que mencionó la madera y el PVC. “Todo está atrasado, si compras fuera de Estados Unidos, en Chile, España, China. Los abastos se están acabando en el ramo que yo estoy, que es ferretería, que le sirvo a la industria de la construcción. Ahí pudiera haber un tranque grandísimo por falta de materiales, varillas, madera”, expresó, al tiempo que indicó que a nivel de consumidor hay mercancía suficiente.
“Me preocupa ese disloque porque esta es la industria de la reconstrucción de Puerto Rico y para hacer las mejoras que hacen falta se necesita tubería, PVC, maderas. Hace más de cinco meses que no veo barcos atracando en el puerto bajando madera”, expresó Bauzá con preocupación.