La presidenta del Colegio de Profesionales de la Enfermería de Puerto Rico (CPEPR), Susan Figueroa González, informó este miércoles que brindarán una ayuda económica a los enfermeros colegiados que fueron cesanteados de los hospitales afiliados a Metro Pavía Health System.

Hasta el momento, no hay cifras oficiales sobre cuántos trabajadores fueron afectados por un plan de “reorganización” de la empresa de la familia Artau, pero Figueroa González precisó que el número podría ascender a 130. Esa sería la cifra de despidos más reciente, pues el plan de despidos se puso en marcha más temprano este año, según reveló El Nuevo Día.

Metro Pavía comenzó las cesantías en abril de este año. La nueva ronda de despidos que inició el viernes pasado y continúo ayer, martes, supo El Nuevo Día. Hubo cesantías en los hospitales de Ponce, Arecibo, San Juan y Cabo Rojo.

“Estamos recopilando toda la data y programando visitas a los hospitales para atender a los compañeros afectados. La pérdida de empleos en el sector de la salud siempre es devastadora, especialmente en un sistema que ya enfrenta grandes desafíos. Es fundamental que nos unamos para apoyar a nuestros valiosos profesionales de la salud en este momento crítico”, afirmó Figueroa González en un comunicado de prensa.

La presidenta precisó que los enfermeros colegiados podrán solicitar la ayuda económica que brinda el colegio, luego de completar una serie de formularios, presentar las evidencias requeridas y cumplir con los requisitos establecidos previamente.

Asimismo, sostuvo que la institución ofrecerá asesoría laboral y asistirá con el envío de los currículums de los afectados a diferentes centros de trabajo.

“Nuestro compromiso está con el bienestar de los profesionales de la salud y continuaremos trabajando para mitigar el impacto de esta situación. El gobierno tiene que tomar medidas decisivas frente a la crisis de salud que afecta a los puertorriqueños”, apuntó Figueroa González.

“El factor económico dentro del sistema de salud, los altos costos de operación, la emigración de profesionales y el deterioro de la infraestructura tras desastres naturales han dejado al sistema en una situación crítica. Es vital que se implementen soluciones sostenibles para garantizar un futuro donde todos tengamos acceso a una atención médica de calidad”, agregó.

La presidenta lamentó la inacción del gobernador Pedro Pierluisi y el secretario del Departamento de Salud, Carlos Mellado, pese a que en mayo les envió una carta advirtiendo sobre las dificultades que enfrenta el sistema de salud de la isla.

“Tenemos quiebras y cuadros fiscales tétricos en casi todas las instituciones hospitalarias, comprometiendo el derecho a la salud de los puertorriqueños y las condiciones generales de empleo de todos nuestros profesionales de salud; condiciones que obstaculizan el desarrollo socioeconómico de Puerto Rico”, reza parte de la misiva enviada por Figueroa González a los funcionarios.