Washington — Los miembros del Congreso asistirán a reuniones informativas de emergencia esta semana después de que el asesinato de un legislador estatal de Minnesota trajo temores renovados, y avivó las tensiones partidistas existentes, sobre la seguridad de los legisladores federales cuando están en Washington y en su casa.

El sospechoso del ataque tenía docenas de legisladores federales enumerados en sus escritos, además de los legisladores estatales y otros a los que supuestamente atacó.

El hombre está acusado de disparar y matar a la ex presidenta de la Cámara de Representantes demócrata, Melissa Hortman, y a su esposo, Mark, en su casa la madrugada del sábado en los suburbios del norte de Minneapolis y de herir a otro legislador y a su esposa en su casa.

Los tiroteos se producen después de que las amenazas creíbles contra los miembros del Congreso se hayan más que duplicado en la última década, el recuento preocupante de una era que ha estado marcada por una serie de ataques violentos contra los legisladores y sus familias.

En 2011, la representante demócrata Gabby Giffords fue baleada y herida en un evento en su distrito de Arizona. En 2017, el representante republicano Steve Scalise fue baleado y herido mientras practicaba para un juego de béisbol del Congreso con otros legisladores republicanos cerca de Washington.

En 2022, el esposo de la entonces presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, Paul, fue atacado en su casa por un hombre que irrumpió en su casa de San Francisco. Y en 2024, dos hombres diferentes intentaron asesinar a Donald Trump durante su campaña presidencial.

Los cuatro sobrevivieron, algunos con heridas graves. Pero esos ataques, entre otros, y muchos momentos críticos para los miembros de ambos partidos, han sacudido a los legisladores y han suscitado preguntas recurrentes sobre si tienen suficiente seguridad y si alguna vez podrán estar realmente seguros en sus trabajos.

“No tengo una solución para este problema en este momento”, dijo la senadora de Minnesota Tina Smith, amiga de Hortman, que recibió mayor seguridad después del ataque. “Veo tan claramente que este estado actual de las cosas no es sostenible”.

El senador de Connecticut Chris Murphy dijo que los legisladores están “claramente en el punto en que tenemos que ajustar las opciones disponibles para nosotros”.

La sección de evaluación de amenazas de la Policía del Capitolio de Estados Unidos investigó 9,474 “declaraciones preocupantes y amenazas directas” contra miembros del Congreso el año pasado, la cifra más alta desde 2021, el año en que el Capitolio fue atacado por los partidarios de Donald Trump después de que intentó anular su derrota en las elecciones presidenciales de 2020. En 2017, hubo 3,939 amenazas investigadas, dijo la Policía del Capitolio.

Si bien los miembros del Congreso pueden ser de alto perfil, sí tienen algunos recursos disponibles que podrían no estar disponibles para los legisladores estatales y locales, dijo el senador Mike Rounds de Dakota del Sur, quien fue miembro del Senado estatal de Dakota del Sur durante 10 años antes de ser gobernador del estado. En la legislatura estatal, “simplemente no era factible todo el tiempo” tener mayor seguridad, dijo Rounds.

A medida que las amenazas han aumentado, los miembros del Congreso han tenido acceso a nuevos fondos para agregar seguridad en sus casas personales. Pero no está claro cuántos lo han usado y si hay suficiente dinero para mantener a los legisladores realmente seguros.

“Los recursos no deberían ser la razón por la que un senador o congresista de Estados Unidos sea asesinado”, dijo Murphy.

En lugar de unir a los legisladores, los tiroteos en Minnesota han creado nuevas tensiones internas. Smith el lunes confrontó a uno de sus compañeros senadores, el republicano de Utah Mike Lee, por una serie de publicaciones en X durante el fin de semana. Uno se burló del gobernador de Minnesota, Tim Walz, un demócrata que se postuló para vicepresidente el año pasado. Otra publicación decía sobre los asesinatos: “Esto es lo que sucede cuando los marxistas no se salen con la suya”.

Amigos y excolegas entrevistados por The Associated Press describieron a Vance Luther Boelter, el hombre acusado de asesinar a Hortman y a su esposo, como un cristiano devoto que asistía a una iglesia evangélica y asistía a mítines de campaña de Donald Trump. Los registros muestran que Boelter se registró para votar como republicano mientras vivía en Oklahoma en 2004 antes de mudarse a Minnesota, donde los votantes no enumeran la afiliación partidaria.

Smith habló con Lee fuera de una reunión de la conferencia del Partido Republicano tan pronto como llegó a Washington el lunes. “Yo diría que pareció sorprendido de ser confrontado”, dijo a los periodistas después.

El líder demócrata del Senado, Chuck Schumer, también criticó las publicaciones de Lee en el pleno del Senado, diciendo que para él “avivar las llamas de la división con falsedades, mientras el asesino aún estaba prófugo, es profundamente irresponsable. Debería eliminar sus publicaciones e inmediatamente disculparse con las familias de las víctimas”.

La oficina de Lee no respondió a una solicitud de comentarios.

Los legisladores ya estaban nerviosos antes de los tiroteos, que se produjeron menos de dos días después de que el senador demócrata Alex Padilla fuera retirado por la fuerza de una conferencia de prensa con la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, en California. Los agentes sujetaron a Padilla y lo tiraron al suelo.

Los senadores demócratas enojados inmediatamente tomaron el pleno del Senado el jueves por la tarde para denunciar el trato a Padilla. “Lo que fue realmente difícil para mí ver fue que un miembro de este cuerpo fue llevado de rodillas y obligado a arrodillarse ante las autoridades”, dijo el senador de Nueva Jersey Cory Booker. “Esta es una prueba. Esta es una encrucijada”.

En la sesión informativa del martes, los senadores demócratas dicen que planean preguntar a los funcionarios de seguridad, así como a los líderes republicanos, sobre la expulsión de Padilla de la conferencia de prensa, así como sobre su protección contra amenazas externas.

“Ciertamente espero escuchar a los líderes responder de una manera profunda”, dijo el senador de Nuevo México Ben Ray Lujan, un demócrata.

La senadora Tammy Baldwin, demócrata por Wisconsin, quien dijo que le habían informado que su nombre también estaba en la lista del sospechoso, dijo que quería escuchar recomendaciones en la sesión informativa sobre cómo mejorar la seguridad.

“Y podemos tomar esas recomendaciones”, dijo Baldwin. “Pero creo que, tanto con el presidente y su administración como con los miembros del Congreso, necesitamos bajar la temperatura. Nunca hay lugar para la violencia política. Y la retórica: las palabras importan”.