Detroit- El presidente Donald Trump anunció esta semana planes para debilitar las normas sobre la distancia que deben recorrer los nuevos vehículos de los fabricantes de automóviles con un galón de gasolina, establecidas bajo el mandato del expresidente Joe Biden.

La administración Trump dijo que las normas, conocidas formalmente como Corporate Average Fuel Economy (CAFE) son la razón por la que los vehículos nuevos son demasiado caros, y que recortarlas reducirá los costes y hará que la conducción sea más segura para los estadounidenses.

Las nuevas normas reducirían la media de las flotas de vehículos ligeros a aproximadamente 34.5 mpg en el modelo del año 2031, frente al objetivo de aproximadamente 50.4 mpg de ese año según la norma de la era Biden.

He aquí los hechos.

TRUMP: las políticas favorables al VE “obligaron a los fabricantes de automóviles a fabricar vehículos con tecnologías caras que elevaron los costos, hicieron subir los precios y empeoraron mucho el auto”.

LOS HECHOS: Es cierto que las normas de consumo de gasolina han influido en el aumento de los precios de los vehículos en los últimos años, pero los expertos afirman que hay otros muchos factores que han contribuido, y algunos mucho más.

La escasez de existencias durante la pandemia, los problemas de la cadena de suministro, los aranceles y otras dinámicas comerciales, e incluso las crecientes inversiones de los fabricantes de automóviles en sus negocios también han disparado los precios. Los precios medios también han subido a medida que los fabricantes de automóviles se han inclinado por las costosas camionetas y todoterrenos que tanto gustan a los consumidores estadounidenses.

El precio medio de transacción de un vehículo nuevo alcanzó los $49,105 en octubre, según la guía de compra de coches Edmunds.

Un análisis de Consumer Reports de los vehículos de los años 2003 a 2021 -un período en el que el consumo medio de combustible mejoró un 30%- no encontró ningún aumento significativo en los precios de los vehículos ajustados a la inflación causada por los requisitos. Al mismo tiempo, constató un ahorro medio de $7,000 por vehículo durante toda su vida útil en los modelos de 2021 en comparación con los de 2003. Ese análisis, realizado principalmente antes de la pandemia de coronavirus, atribuyó gran parte del aumento medio del precio de etiqueta al cambio hacia vehículos más grandes y caros.

Según Jessica Caldwell, jefa de análisis de Edmunds, es poco probable que la reducción de las normas de ahorro de combustible suponga un alivio rápido de los precios. Y aunque la relajación de las normas puede significar finalmente precios más bajos de automóviles, su menor eficiencia significa que esos ahorros podrían ser devorados por los mayores costes de combustible, dijo.

TRUMP: Las políticas de Biden eran “una búsqueda para acabar con el coche de gasolina”

LOS HECHOS: El Gobierno de Biden puso en marcha varias políticas para aumentar la adopción de vehículos eléctricos, incluido el establecimiento de un objetivo para que la mitad de las ventas de vehículos nuevos en Estados Unidos sean eléctricos en 2030.

La Ley de Reducción de la Inflación de la era Biden incluía incentivos fiscales que ofrecían a los compradores de coches hasta $7,500 de descuento en el precio de un vehículo eléctrico y dedicaba miles de millones de dólares a la recarga en todo el país, financiación que Trump intentó detener. La administración Biden aumentó los requisitos de ahorro de combustible y estableció límites más estrictos para las emisiones del tubo de escape.

Aunque esas medidas pretendían ayudar a construir el mercado de vehículos eléctricos, no se exigía a los fabricantes de automóviles que vendieran vehículos eléctricos ni a los consumidores que los compraran. Y los coches de gasolina siguen constituyendo la gran mayoría del mercado estadounidense.

TRUMP: “Teníamos que tener un coche eléctrico en muy poco tiempo, aunque no hubiera forma de cargarlos”

LOS HECHOS: Aunque muchos compradores potenciales de VE siguen preocupados por su recarga, la disponibilidad de recarga pública ha mejorado significativamente en los últimos años.

La financiación de la era Biden y la inversión privada han aumentado la carga en todo el país. Ahora hay más de 232.000 puertos individuales de carga rápida y de nivel 2 en EE.UU. A partir de este año, se han instalado suficientes puertos de carga rápida para una media de uno por cada milla (1,6 kilómetros) de carreteras del Sistema Nacional de Autopistas de EE.UU., según un análisis de AP de los datos del Departamento de Energía.

Sin embargo, esas estaciones de carga rápida no están uniformemente dispersas. Muchas se concentran en el extremo oeste y el noreste, donde las ventas de VE son mayores.

Los expertos señalan que la mayor parte de la recarga de vehículos eléctricos puede hacerse en casa.

SECRETARIO DE TRANSPORTES SEAN DUFFY: La reducción de los requisitos hará que los conductores “estén más seguros en las carreteras gracias a todas las nuevas tecnologías que tenemos y que salvan vidas”.

LOS HECHOS: Los vehículos más nuevos -de gasolina y eléctricos- están repletos de funciones de seguridad avanzadas, como frenado automático de emergencia, mantenimiento de carril, avisos de colisión y mucho más.

Duffy sugirió que los consumidores serán más propensos a comprar vehículos nuevos si son más asequibles, lo que significa que habrá menos coches viejos en las calles sin la tecnología de seguridad. Esto supone que los precios de los vehículos bajarán con la relajación de los requisitos, lo que, según los expertos, podría no ser el caso. Además, la alta tecnología encarece el vehículo.

“Si los estadounidenses compran más vehículos nuevos equipados con las últimas tecnologías de seguridad, esperaríamos que la seguridad general en carretera mejorara”, dijo Caldwell de Edmunds. “Sin embargo, no está claro si la flexibilización de las normas de consumo de combustible aumentará significativamente las ventas de vehículos nuevos”.

El Insurance Institute for Highway Safety, una organización independiente sin ánimo de lucro dedicada a la investigación automovilística, también afirma que los vehículos eléctricos o híbridos son tan seguros o más que los de gasolina.

Otra parte de la seguridad es la salud pública. Los requisitos de eficiencia implantados para hacer frente a la crisis del petróleo de los años 70 fueron también una forma de reducir la contaminación perjudicial para el ser humano y el medio ambiente.

“Este retroceso haría retroceder a la industria automotriz, manteniendo los automóviles contaminantes en nuestras carreteras durante años y amenazando la salud de millones de estadounidenses”, dijo Katherine García, directora de la campaña Transporte Limpio para Todos de Sierra Club. “Esta peligrosa propuesta se suma a la larga lista de formas en que la administración Trump está desmantelando nuestras protecciones de aire limpio y salud pública”.