Ocho meses después de su segundo mandato, la promesa de larga data del presidente Donald Trump de enfrentarse a quienes percibe como sus enemigos políticos ha provocado debates sobre la libertad de expresión, la censura de los medios y los enjuiciamientos políticos.

Desde la suspensión del comediante Jimmy Kimmel hasta las restricciones del Pentágono a los reporteros y una aparente apelación pública a la fiscal general Pam Bondi para que inicie casos legales contra sus adversarios, Trump ha intensificado sus movimientos para consolidar el poder en su segunda administración y erradicar a quienes se han pronunciado en su contra.

En una publicación en las redes sociales este fin de semana dirigida a Bondi, Trump dijo que “no se está haciendo nada” en las investigaciones sobre algunos de sus enemigos.

“No podemos demorar más, está matando nuestra reputación y credibilidad”, dijo. Señalando que fue acusado y procesado penalmente, “¡¡¡DEBE HACERSE JUSTICIA, AHORA!!!"

Al criticar las investigaciones sobre los tratos de Trump bajo el Departamento de Justicia del presidente demócrata Joe Biden, el senador Rand Paul, republicano por Kentucky, dijo el domingo que “no está bien que la administración de Trump haga lo mismo”.

Trump ha intensificado su discusión sobre la persecución de casos legales contra algunos de sus oponentes políticos, parte de una promesa de retribución que ha sido un tema de su regreso a la Casa Blanca. Presionó públicamente a Bondi este fin de semana para que avance con tales investigaciones.

Trump publicó una especie de carta abierta el sábado en las redes sociales a su principal fiscal para que avance en tales investigaciones, incluida una investigación de fraude hipotecario contra la fiscal general de Nueva York, Letitia James, y un posible caso de amenaza contra el exdirector del FBI, James Comey.

Publicó que había “revisado más de 30 declaraciones y publicaciones” que caracterizó como críticas a su administración por la falta de acción en las investigaciones.

“Tenemos que actuar rápido, de una forma u otra”, dijo Trump a los periodistas más tarde esa noche en la Casa Blanca. “Son culpables, no son culpables, tenemos que actuar rápido. Si no son culpables, está bien. Si son culpables o si deben ser acusados, deben ser acusados. Y tenemos que hacerlo ahora”.

Trump escribió más tarde en una publicación de seguimiento que Bondi estaba “haciendo un GRAN trabajo”.

Paul, un frecuente crítico de Trump desde la derecha, fue preguntado durante una entrevista en “Meet the Press” de la NBC sobre la conveniencia de que un presidente ordene a su fiscal general que investigue a oponentes políticos. El senador denunció “la guerra legal en todas sus formas”.

El senador Chris Murphy, demócrata por Connecticut, dijo que era “inconstitucional y profundamente inmoral que el presidente encarcele o silencie a sus enemigos políticos”. Advirtió que podría sentar un precedente preocupante para ambos partidos.

“Volverá y tendrá un efecto boomerang en los conservadores y republicanos en algún momento si esto se convierte en la norma”, dijo Murphy en “This Week” de ABC.

El líder demócrata del Senado, Chuck Schumer, de Nueva York, dijo en “State of the Union” de CNN que Trump está convirtiendo el Departamento de Justicia “en un instrumento que persigue a sus enemigos, sean culpables o no, y la mayoría de ellos no son culpables en absoluto, y eso ayuda a sus amigos. Este es el camino hacia una dictadura. Eso es lo que hacen las dictaduras”.

El Departamento de Justicia no respondió el domingo a un mensaje en busca de comentarios.

Cada nuevo presidente designa a sus propios fiscales federales en jurisdicciones de todo el país. Y Trump ya ha trabajado para instalar a personas cercanas a él en algunos de esos puestos, incluida la expresentadora de Fox News Jeanine Pirro, en el Distrito de Columbia, y Alina Habba, su exabogada, en Nueva Jersey.

Trump ha abastecido en gran medida su segunda administración con leales, continuando el sábado con la nominación de un ayudante de la Casa Blanca como principal fiscal federal para la oficina que investiga a James, enemiga de Trump desde hace mucho tiempo.

Trump anunció el sábado a Lindsey Halligan como fiscal federal en el Distrito Este de Virginia, justo un día después de que Erik Siebert renunciara al cargo y Trump dijera que lo quería “fuera”.

Trump dijo que le molestaba que Siebert hubiera sido apoyado por los dos senadores demócratas del estado.

“Ahora solo hay dos estándares de justicia en este país. Si eres amigo del presidente, un leal al presidente, puedes salirte con casi cualquier cosa, incluso golpeando a los agentes de policía”, dijo Murphy, mencionando a los acusados en el motín del 6 de enero de 2021 en el Capitolio de Estados Unidos indultados por Trump cuando regresó al cargo. “Pero si eres un oponente del presidente, puedes encontrarte en la cárcel”.

Trump se ha presentado como un oponente de la censura, prometiendo en su discurso inaugural de enero “devolver la libertad de expresión a Estados Unidos” y firmando una orden ejecutiva de que ningún funcionario, empleado o agente federal puede restringir inconstitucionalmente la libertad de expresión de ningún ciudadano estadounidense.

Según un memorando de 17 páginas distribuido el viernes, el Pentágono intensificó las restricciones a los medios de comunicación, diciendo que requerirá que los periodistas acreditados firmen un compromiso de abstenerse de informar sobre información que no haya sido autorizada para su divulgación, incluida información no clasificada. Los periodistas que no cumplan con la política corren el riesgo de perder las credenciales que brindan acceso al Pentágono.

Cuando se le preguntó el domingo si el Pentágono debería desempeñar un papel en la determinación de lo que los periodistas pueden informar, Trump dijo: “No, no lo creo”.

“Nada detiene a los reporteros. Ya lo sabes”, dijo Trump a los periodistas cuando salía de la Casa Blanca para el servicio conmemorativo de Charlie Kirk.

Trump ha demandado a numerosas organizaciones de medios por cobertura negativa, y varias se han resuelto con el presidente por millones de dólares. Un juez federal en Florida desestimó el viernes la demanda por difamación de Trump de $15,000 millones contra The New York Times.

Quizás la situación más llamativa involucra la suspensión indefinida por parte de ABC el miércoles del veterano programa nocturno del comediante Jimmy Kimmel. Lo que dijo sobre el asesinato de Kirk había llevado a un grupo de estaciones afiliadas a ABC a decir que no transmitiría el programa y provocó algunos comentarios ominosos de un alto regulador federal.

Trump celebró en su sitio de redes sociales: “Felicitaciones a ABC por finalmente tener el coraje de hacer lo que tenía que hacerse”.

Más temprano en el día, el presidente de la Comisión Federal de Comunicaciones, Brendan Carr, quien ha lanzado investigaciones de medios que han enfurecido a Trump, dijo que los comentarios de Kimmel eran “verdaderamente enfermizos” y que su agencia tiene un caso sólido para responsabilizar a Kimmel, ABC y la empresa matriz de la cadena, Walt Disney Co., por difundir información errónea.

“Podemos hacer esto de la manera fácil o de la manera difícil”, dijo Carr. “Estas empresas pueden encontrar formas de tomar medidas sobre Kimmel o habrá trabajo adicional para la FCC en el futuro”.

El senador Markwayne Mullin, republicano por Oklahoma, argumentó que la destitución de Kimmel no fue un enfriamiento de la libertad de expresión, sino una decisión corporativa.

“Realmente no creo que ABC hubiera decidido despedir a Jimmy Kimmel por una amenaza”, dijo el domingo en CNN. “ABC ha sido un crítico de larga data del presidente Trump. Lo hicieron porque sintieron que ya no cumplía con su marca”.

No todos los republicanos han aplaudido la medida. En su podcast del viernes, el senador republicano Ted Cruz, de Texas, lo calificó de “increíblemente peligroso para el gobierno ponerse en la posición de decir que vamos a decidir qué discurso nos gusta y cuál no, y vamos a amenazar con sacarte del aire si no nos gusta lo que estás diciendo”.

Trump llamó a Carr “un gran patriota estadounidense” y dijo el viernes que no estaba de acuerdo con Cruz.