Nueva York - El New York Times presentó el jueves una demanda contra el Pentágono, intentando anular las nuevas normas impuestas por el Secretario de Defensa, Pete Hegseth, que han llevado a que la mayoría de los principales medios de comunicación sean expulsados del edificio.

El periódico dijo que las normas violan la libertad de expresión constitucional y las disposiciones sobre garantías procesales, ya que otorgan a Hegseth el poder de determinar por su cuenta si un reportero debe ser vetado. Medios como The Times abandonaron el Pentágono en lugar de aceptar las normas como condición para obtener una credencial de prensa.

En su lugar, la administración Trump ha poblado la sala de prensa del Pentágono con medios mayoritariamente conservadores que aceptaron las normas, que participaron el martes en una sesión informativa con el secretario de prensa de Hegseth.

“La política es un intento de ejercer control sobre la información que no gusta al gobierno”, dijo Charles Stadtlander, portavoz del periódico. El Times presentó la demanda ante el Tribunal de Distrito de Washington, D.C.

Muchos siguen informando sobre el Pentágono desde la distancia

A pesar de haber perdido sus credenciales, los medios a los que se ha denegado el acceso al Pentágono han seguido informando sobre el ejército estadounidense. En la última semana han protagonizado reportajes en los que se cuestionaba el papel de Hegseth en los ataques militares a embarcaciones con presuntos narcotraficantes, incluido un segundo ataque a una embarcación tras avistarse supervivientes.

No obstante, el Times afirma que la denegación de acceso al Pentágono restringe la capacidad de sus periodistas para hacer su trabajo. Dado que la nueva política otorga a Hegseth el derecho a expulsar a los reporteros que trabajen en reportajes que no sean de su agrado -incluso si no implican información clasificada-, tiene un efecto amedrentador sobre los periodistas, argumentó el periódico en los documentos judiciales. A los abogados también les preocupa que se impongan restricciones similares en otras agencias federales.

El Pentágono ha argumentado que la política impone normas de “sentido común” que protegen a los militares de la divulgación de información que podría ponerlos en peligro. Durante su sesión informativa del martes, la secretaria de prensa del Pentágono, Kingsley Wilson, dijo que no se echa de menos a los medios de comunicación heredados.

“El pueblo estadounidense no confiía en estos propagandistas porque dejaron de decir la verdad”, dijo Wilson. “Así que no vamos a rogar a estos antiguos guardianes que vuelvan y no vamos a reconstruir un modelo roto sólo para apaciguarlos”.

Prohibidas las salidas que lleguen a millones

Varios medios de comunicación cuya cobertura llega a millones de personas, entre ellos The Associated Press, Washington Post y CNN, solicitaron al Pentágono acceso a la sesión informativa de Wilson del martes y se les negó, diciéndoles que era sólo para la prensa acreditada.

El Times cita el comentario de Wilson sobre los “propagandistas” como prueba de que el Pentágono discrimina a los periodistas por sus puntos de vista, el mismo argumento que esgrime The Associated Press para impedir que el presidente Donald Trump niegue el acceso a sus periodistas a los actos en el Despacho Oval y el Air Force One. El caso de AP sigue su curso en los tribunales federales.

Los abogados del Times creen que su caso de discriminación de puntos de vista es más sólido, puesto que sus reporteros ya no tienen credenciales para entrar en el Pentágono. Los periodistas de AP pueden entrar en la Casa Blanca, pero no a algunos actos informativos concretos que allí se celebran.

La demanda se presenta en nombre del periódico y de uno de sus reporteros, Julian E. Barnes. El Departamento de Defensa, Hegseth y el portavoz jefe del Pentágono, Sean Parnell, figuran como demandados.

Aunque ha emprendido la demanda en solitario para actuar con rapidez, The Times ha declarado que agradecería el apoyo de otras organizaciones de noticias.

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Esta historia fue traducida del inglés al español con una herramienta de inteligencia artificial y fue revisada por un editor antes de su publicación.