Madison, Wisconsin - Wisconsin podría ser la última gran inversión de Elon Musk en una campaña política. Y fue un fracaso.

Musk, la persona más rica del mundo, dijo el martes que gastaría menos en campañas políticas.

El anuncio se produjo cuando Musk se está retirando de su papel en la administración de Donald Trump, diciendo que dedicará más tiempo a sus negocios, y solo siete semanas después de que el candidato que apoyó en la carrera por la Corte Suprema de Wisconsin perdiera por 10 puntos porcentuales.

Los demócratas en el estado indeciso dijeron que los comentarios de Musk muestran que un esfuerzo liderado por el partido en las elecciones de esta primavera, denominado “People vs. Musk”, tuvo éxito en hacer que Musk y su dinero fueran “tóxicos”.

“El pueblo ha ganado”, dijo el presidente del Partido Demócrata de Wisconsin, Ben Wikler. “El mayor financiador de la política republicana está tomando sus juguetes y se va a casa”.

Brandon Scholz, un estratega republicano retirado de larga data en el estado, dijo que al menos en Wisconsin, “después de esa carrera judicial, merece ser etiquetado como tóxico”. Pero eso no significa que Musk no pueda gastar dinero en carreras en el estado y a nivel nacional nuevamente, especialmente si los riesgos son altos y su dinero podría marcar la diferencia, dijo Scholz.

“¿Trae consigo mucho equipaje? Posiblemente”, dijo Scholz. “Pero con el tiempo, tal vez no tanto”.

El gasto de Musk en la carrera por la Corte Suprema de Wisconsin de este año ayudó a convertirla en la carrera judicial más costosa en la historia de Estados Unidos. Y llegó solo cinco meses después de que Musk gastara al menos $250 millones para ayudar al presidente Donald Trump a ganar, revirtiendo las pérdidas en Wisconsin y otros estados de batalla cuatro años antes.

Musk estaba totalmente involucrado en la carrera por la Corte Suprema de Wisconsin, incluso haciendo una aparición personal en Green Bay el fin de semana anterior a las elecciones con un sombrero de queso, popular entre los fanáticos de los Green Bay Packers de la NFL, y entregando personalmente cheques por $1 millón a los partidarios. Fue una extensión del papel de alto perfil de Musk en la carrera presidencial, donde hizo campaña junto a Trump y encabezó algunos de sus propios mítines.

“Es un gran problema”, dijo a la multitud de aproximadamente 2,000 personas en el centro de eventos, donde cientos de manifestantes se estaban manifestando contra su aparición afuera. “No estoy haciendo esto por teléfono. Estoy aquí en persona”.

Pero su aparición, y el dinero, no funcionaron. El candidato que Musk apoyó perdió el condado de Brown, donde se encuentra Green Bay, por 3 puntos porcentuales, y luego perdió a nivel estatal por más del triple de ese margen.

Después de la derrota, Musk ha dicho poco públicamente sobre la carrera y su participación en ella. Su popularidad también se ha desplomado. Una encuesta del Centro de Asuntos Públicos AP-NORC realizada dos semanas después de las elecciones judiciales de Wisconsin encontró que solo el 33% de los adultos tenían una opinión favorable del director ejecutivo de Tesla, una disminución del 41% en diciembre.

La participación de Musk en la carrera se produjo al mismo tiempo que era la cara de la administración de Trump que empuñaba una motosierra en un esfuerzo por reducir el tamaño del gobierno federal. Su Departamento de Eficiencia Gubernamental, también conocido como DOGE, ha implementado recortes profundos a la fuerza laboral y al gasto, en algunos casos buscando cerrar agencias enteras, pero se ha quedado muy por debajo de sus objetivos para reducir el gasto federal.

El representante demócrata de Estados Unidos, Mark Pocan, de Wisconsin, es uno de los miembros más liberales del Congreso y un crítico acérrimo tanto de Trump como de Musk. Pocan es escéptico de que Musk realmente se aleje.

“No me creo nada de eso, en primer lugar”, dijo Pocan. “Esto solo significa que se dan cuenta de lo tóxico que es Elon Musk y el trabajo que hizo a través de DOGE”.

Kelda Roys, una senadora estatal demócrata, también fue moderada en su entusiasmo por las declaraciones de Musk de que planea hacer “mucho menos” gasto político en el futuro. “Hay un montón de otros hermanos multimillonarios, estoy segura, dispuestos y felices de ocupar su lugar”, dijo Roys.

Musk también podría involucrarse en futuras carreras, pero de una manera mucho más discreta, dijo Scholz, el republicano. “En Wisconsin, tenía un perfil enorme, enorme, enorme”, dijo Scholz. “Se convirtió en la campaña. Se convirtió en la historia”.

Musk gastó al menos $3 millones en la carrera por la Corte Suprema de Wisconsin él mismo. Los grupos respaldados por Musk, America PAC y Rebuilding America’s Future, gastaron otros $19 millones en apoyo del candidato respaldado por los republicanos, Brad Schimel. Eso fue parte de más de $100 millones gastados en ambos lados.

America PAC gastó al menos $6 millones en proveedores que enviaron encuestadores puerta a puerta en todo el estado, según la Wisconsin Democracy Campaign, no partidista. Fue una repetición de lo que el grupo hizo el otoño pasado en los siete estados de batalla presidencial más competitivos, incluido Wisconsin, que fueron llevados por Trump. Además de sus contribuciones políticas, Musk pagó a tres votantes individuales $1 millón cada uno por firmar una petición en un esfuerzo por aumentar la participación.

Musk también ofreció pagar $20 a cualquiera que se registrara en el sitio de su grupo para tocar puertas por Schimel y publicara una foto de sí mismos como prueba. Su organización prometió $100 a cada votante que firmara la petición contra “jueces activistas” y otros $100 por cada firmante que refirieran.

El propio Musk recibió a Schimel en su podcast y expuso lo que estaba en juego en términos contundentes. “Una elección aparentemente pequeña podría determinar el destino de la civilización occidental”, dijo Musk en una publicación en las redes sociales el día de las elecciones del 1 de abril. “Creo que importa para el futuro del mundo”.

Los demócratas hicieron de la carrera un referéndum tanto sobre Musk como sobre la agenda de Trump, eligiendo con éxito a un juez cuya victoria asegura que la Corte Suprema de Wisconsin permanecerá bajo control liberal hasta al menos 2028. Casualmente, el anuncio de Musk sobre gastar menos en carreras políticas se produjo solo unas horas después de que una jueza liberal anunciara su candidatura para la carrera por la Corte Suprema de Wisconsin de 2026.

La jueza de la Corte de Apelaciones de Wisconsin, Chris Taylor, está desafiando a un juez conservador en funciones que se puso del lado de Trump en su demanda infructuosa que intentó anular su derrota de 2020 en Wisconsin. La carrera se decidirá en abril, meses antes de las elecciones intermedias en las que los demócratas esperan que la inquietud con Trump y Musk ayude al partido a obtener ganancias.

Taylor pareció estar adoptando un enfoque similar a su campaña que el candidato respaldado por los demócratas que ganó este año. “Mi campaña va a ser una campaña sobre la gente de este estado”, dijo a The Associated Press, “no sobre multimillonarios, no sobre los más poderosos”.