Nueva York - Cientos de empleados federales que trabajan en servicios de salud mental, brotes de enfermedades y preparación para desastres se encuentran entre los afectados por los despidos masivos de la administración de Donald Trump durante el fin de semana, dijeron el lunes trabajadores actuales y despedidos, mientras la administración apuntaba a presionar a los legisladores demócratas para que cedieran y pusieran fin al cierre del gobierno de casi dos semanas.

La iniciativa de reducción de personal en todo el gobierno que comenzó el viernes trastornó al enorme Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos (HHS, por sus siglas en inglés) apenas seis meses después de que pasara por una ronda anterior de recortes y cuando muchos empleados ya estaban desconectados del trabajo debido al cierre.

La situación se volvió aún más caótica durante el fin de semana, cuando más de la mitad de los empleados de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) que habían recibido avisos de despido se enteraron de que los recibieron por error y aún estaban empleados en la agencia.

El HHS, a través de sus agencias, es responsable de rastrear las tendencias de salud y los brotes de enfermedades, realizar y financiar investigaciones médicas y monitorear la seguridad de los alimentos y medicamentos, así como de administrar programas de seguro médico para casi la mitad del país. Entre las agencias del HHS que enfrentan recortes de personal se encuentran los CDC, la Administración de Servicios de Salud Mental y Abuso de Sustancias (SAMHSA, por sus siglas en inglés) y la Administración para la Preparación y Respuesta Estratégica (ASPR, por sus siglas en inglés), según empleados actuales y despedidos que hablaron con The Associated Press.

Exempleados y profesionales de la salud dijeron que les preocupaba que los despidos pudieran tener impactos negativos en la salud y dificultar que las agencias del HHS cumplieran con las obligaciones establecidas por el Congreso.

El portavoz del HHS, Andrew Nixon, dijo que los empleados despedidos fueron considerados no esenciales. Agregó que la agencia está trabajando para “cerrar entidades derrochadoras y duplicadas, incluidas aquellas que están en desacuerdo con la agenda de Trump de Hacer que Estados Unidos vuelva a estar saludable”.

Nixon se negó a compartir qué agencias del HHS vieron despidos o cuántos empleados del HHS se vieron afectados. Sin embargo, una presentación judicial del viernes de la administración de Trump dio una estimación, diciendo que entre 1,100 y 1,200 de los casi 80,000 empleados del HHS estaban recibiendo avisos de despido.

Alrededor de 600 trabajadores de los CDC permanecieron despedidos el lunes en relación con el cierre del gobierno federal después de que cientos más hubieran sido originalmente blanco, según la Local 2883 de la Federación Estadounidense de Empleados del Gobierno (AFGE, por sus siglas en inglés), que representa a los empleados de los CDC en Atlanta.

De los más de 1,300 empleados de los CDC que recibieron avisos de reducción de personal el viernes, alrededor de 700 recibieron posteriormente correos electrónicos revocando sus despidos, dijo el sindicato.

El AFGE Local 2883 calificó la acción como un “truco con motivación política” para despedir ilegalmente a los trabajadores de la agencia.

“Estas acciones imprudentes están interrumpiendo y destruyendo las vidas de las personas trabajadoras comunes, que constantemente están siendo utilizadas como moneda de cambio”, dijo la presidenta de AFGE, Yolanda Jacobs, en un comunicado el lunes.

Un funcionario federal de salud que habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizado a discutir el asunto con los medios dijo que los avisos incorrectos de reducciones forzadas de personal (RIF, por sus siglas en inglés) fueron el resultado de una falla en el sistema.

Entre los seleccionados para el despido y luego reintegrados se encontraban los oficiales del Servicio de Inteligencia Epidémica de los CDC, los “detectives de enfermedades” que se despliegan para responder a los brotes que amenazan la salud pública, dijo la doctora Anne Schuchat, ex subdirectora principal de los CDC, quien dijo que estaba en contacto con los oficiales del EIS en esa situación.

“Estas son personas que entran en lugares realmente aterradores”, dijo Schuchat. “Por lo general, uno piensa que es la naturaleza la que le va a dar problemas, los virus, no el gobierno”.

SAMHSA, una agencia dentro del HHS dedicada a abordar las enfermedades mentales y la adicción, también vio recortes, según dos empleados de la agencia con conocimiento de los despidos que no estaban autorizados a hablar públicamente.

Si bien el alcance total de los despidos no estaba claro, algunos de los departamentos afectados incluyeron la Oficina de Comunicaciones de la agencia y el Centro de Servicios de Salud Mental, donde decenas fueron despedidos de múltiples áreas, según uno de los empleados.

Dentro del CMHS, una de las dos ramas que supervisaba millones de dólares en subvenciones para clínicas de salud comunitarias fue mayormente terminada, dijeron los empleados.

Dakota Jablon, analista de salud pública y exempleada de SAMHSA, dijo que la pérdida de más personal en SAMHSA, principalmente una agencia de concesión de subvenciones, tendría “efectos devastadores en el campo de la salud conductual”.

“Incluso si las subvenciones continúan, la pérdida de personal experimentado significa que aquellos que permanecen estarán demasiado dispersos, a menudo fuera de sus áreas de especialización”, dijo.

El doctor Eric Rafla-Yuan, psiquiatra y presidente del Comité para Proteger la Salud Mental Pública, dijo que los recortes de personal en SAMHSA podrían poner en riesgo las redes de seguridad estatales para las personas con enfermedades mentales, porque la agencia proporciona fondos y apoyo significativos a los programas estatales.

Los despidos masivos se producen seis meses después de que miles de investigadores, científicos, médicos, personal de apoyo y líderes sénior fueran despedidos del HHS o aceptaran ofertas de jubilación anticipada o separación voluntaria.

El personal del departamento se incluyó en poco menos de 80,000 empleados en un plan de contingencia antes de que comenzara el cierre del gobierno, una disminución de más de 2,000 con respecto a su nivel de personal a principios de año.

Los recortes son parte del amplio esfuerzo del secretario de Salud, Robert F. Kennedy Jr., para rehacer el departamento mediante la consolidación de agencias que supervisan miles de millones de dólares para servicios de adicción y centros de salud comunitarios bajo una nueva oficina llamada Administración para una América Saludable. El plan se ha retrasado en medio de la legislación en curso y el rechazo del Congreso.