Denver— Un joven de 16 años, presuntamente radicalizado por una “red extremista”, disparó un revólver varias veces durante un ataque en una escuela secundaria en las afueras de Denver, donde dos estudiantes resultaron heridos, informaron las autoridades el jueves.

Algunos estudiantes huyeron y otros se encerraron durante el tiroteo del miércoles en la escuela secundaria Evergreen, ubicada en las faldas de las Montañas Rocosas. Una de las víctimas recibió disparos dentro de la escuela y otra fuera.

El sospechoso, un estudiante identificado como Desmond Holly, se autoinfligió un disparo y falleció posteriormente, informaron funcionarios de la Oficina del Sheriff del condado de Jefferson.

Las autoridades indicaron que el agente de recursos escolares se encontraba en ausencia médica y dos agentes de medio tiempo que ahora comparten el puesto no estaban presentes en el momento del tiroteo. El agente que trabajaba en la escuela ese día había sido enviado previamente a un accidente cercano.

Los detalles sobre cómo Holly supuestamente se radicalizó no se dieron a conocer de inmediato. Se revelarán más adelante, declaró la portavoz de la oficina del sheriff, Jacki Kelley, durante una conferencia de prensa el jueves.

Tampoco quedó claro si Holly tuvo alguna disputa con las víctimas o si les disparó al azar.

Kelley describió una escena caótica mientras los estudiantes se refugiaban en sus casas o huían.

“Disparaba y recargaba, disparaba y recargaba, disparaba y recargaba”, dijo. “Esto seguía y seguía, y mientras lo hacía, intentaba encontrar nuevos objetivos”.

Pero Kelley dijo que las puertas de seguridad le impedían el acceso a las zonas de la escuela donde los niños se refugiaban. Añadió que Holly trajo “bastante munición” a la escuela.

“La razón por la que tenemos tantas escenas del crimen en el interior es porque tenemos ventanas reventadas. Tenemos casilleros reventados. Estamos encontrando munición usada y sin usar. Así que es una zona enorme”, dijo.

Los investigadores estaban registrando la habitación del sospechoso, su mochila y su casillero mientras intentaban esclarecer el tiroteo. También estaban en contacto con los padres del sospechoso.

Kelley dijo que las autoridades analizarían si los padres deberían enfrentar cargos penales por permitirle el acceso al arma. Holly había viajado en autobús a la escuela el miércoles por la mañana, dijo.

Las dos víctimas permanecían en estado crítico el jueves, dijo Kelley.

En la escuela, los autos de estudiantes y personal permanecieron estacionados en el estacionamiento el jueves. Los agentes impidieron el acceso a los conductores. Se instaló un puesto de mando en el exterior y se podía ver a las autoridades entrando y saliendo de la entrada principal de la escuela. Las banderas de Colorado y de Estados Unidos aún ondeaban en lo alto de los mástiles.

Sila Reilly se detuvo para depositar flores en memoria de los heridos en el tiroteo. Al no poder acercarse mucho, colocó varios ramos de flores blancas en lo alto de un poste de la cerca cerca del campo de béisbol de la escuela.

En un comunicado, el gobernador de Colorado, Jared Polis, se declaró “devastado” por el tiroteo.

“Mi condolencia a las víctimas y sus familias mientras lidian con este acto de violencia sin sentido”, declaró Polis.

“Estoy cansada de que esto sea una crisis cotidiana”, dijo Reilly, señalando que su hijo pronto asistirá a una escuela preparatoria similar a Evergreen, en otro distrito escolar cercano.

Las autoridades no han proporcionado más detalles sobre el lugar exacto donde ocurrieron los tiroteos en el campus de 900 estudiantes ni sobre la relación entre el sospechoso y las dos víctimas. La escuela se encuentra a unas 30 millas al oeste de Denver.

Ninguno de los agentes del orden que acudieron al tiroteo disparó, afirmó Kelley. Añadió que los agentes encontraron al tirador a los cinco minutos de llegar.