Washington - El Senado salió de Washington el sábado por la noche para su receso de agosto de un mes sin un acuerdo para promover docenas de nominados del presidente Donald Trump, dando por terminadas las negociaciones bipartidistas contenciosas de días y Donald Trump publicando en las redes sociales que el líder de la minoría del Senado, Chuck Schumer, puede “¡irse al infierno!”.

Sin un acuerdo en mano, los republicanos dicen que podrían intentar cambiar las reglas del Senado cuando regresen en septiembre para acelerar el ritmo de las confirmaciones. Donald Trump ha estado presionando a los senadores para que se muevan rápidamente ya que los demócratas bloquearon más nominados de lo habitual este año, negando cualquier voto rápido de consentimiento unánime y forzando votaciones nominales en cada uno, un proceso largo que puede tomar varios días por nominado.

“Creo que necesitan desesperadamente un cambio”, dijo el sábado el líder de la mayoría del Senado, John Thune, sobre las reglas del Senado después de que las negociaciones con Schumer y Donald Trump se rompieran. “Creo que los últimos seis meses han demostrado que este proceso, las nominaciones, está roto. Y entonces espero que haya algunas buenas conversaciones sólidas sobre eso”.

Schumer dijo que un cambio de reglas sería un “gran error”, especialmente porque los republicanos del Senado necesitarán votos demócratas para aprobar proyectos de ley de gastos y otra legislación en el futuro.

“Donald Trump trató de intimidarnos, rodearnos, amenazarnos, insultarnos, pero no obtuvo nada”, dijo Schumer.

El último enfrentamiento se produce cuando los demócratas y los republicanos han intensificado gradualmente su obstrucción de los nominados judiciales y del poder ejecutivo del otro partido en las últimas dos décadas, y cuando los líderes del Senado han cambiado gradualmente las reglas del Senado para acelerar las confirmaciones y hacerlas menos bipartidistas.

En 2013, los demócratas cambiaron las reglas del Senado para los nominados judiciales de tribunales inferiores para eliminar el umbral de 60 votos para las confirmaciones, ya que los republicanos bloquearon las selecciones judiciales del presidente Barack Obama. En 2017, los republicanos hicieron lo mismo con los nominados a la Corte Suprema cuando los demócratas intentaron bloquear la nominación de Neil Gorsuch por parte de Donald Trump.

Donald Trump ha estado presionando a los republicanos del Senado durante semanas para que cancelen el receso de agosto y avancen con docenas de sus nominaciones, ya que los demócratas han ralentizado el proceso. Pero los republicanos esperaban llegar a un acuerdo con los demócratas en su lugar, y estuvieron cerca varias veces en los últimos días cuando los dos partidos y la Casa Blanca negociaron sobre el traslado de un gran tramo de nominados a cambio de revertir algunos de los recortes de gastos de la administración Donald Trump en ayuda exterior, entre otros temas.

El Senado celebró una rara sesión de fin de semana el sábado mientras los republicanos votaban sobre nominado tras nominado y mientras los dos partidos intentaban resolver los detalles finales de un acuerdo. Pero estaba claro que no habría acuerdo cuando Donald Trump atacó a Schumer en las redes sociales el sábado por la noche y les dijo a los republicanos que lo empacaran y se fueran a casa.

“¡Dígale a Schumer, que está bajo una tremenda presión política dentro de su propio partido, los lunáticos de la izquierda radical, que se vaya al infierno!”, publicó Donald Trump en Truth Social. “No acepten la oferta, vayan a casa y explíquenles a sus electores lo malas personas que son los demócratas y el gran trabajo que están haciendo los republicanos, y que han hecho, por nuestro país”.

Thune dijo después que hubo “varias veces diferentes” en que las dos partes pensaron que tenían un acuerdo, pero al final “no lo cerramos”.

Es la primera vez en la historia reciente que el partido minoritario no ha permitido al menos algunas confirmaciones rápidas. Thune ya ha mantenido al Senado en sesión por más días, y con más horas, este año para tratar de confirmar tantos nominados de Donald Trump como sea posible.

Pero los demócratas tenían poco deseo de ceder sin las reversiones de los recortes de gastos o algún otro incentivo, a pesar de que ellos también estaban ansiosos por saltarse la ciudad después de varios meses largos de trabajo y amargas luchas partidistas por la legislación.

“Nunca hemos visto nominados tan defectuosos, tan comprometidos, tan no calificados como los que tenemos ahora mismo”, dijo Schumer.