

5 de agosto de 2025 - 2:16 PM
Washington — El día del presidente Donald Trump comenzó de manera típica, con una entrevista televisiva y una llamada con el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy. Luego, dio un giro inesperado e inusual cuando apareció en el techo del Ala Oeste de la Casa Blanca.
El martes por la mañana, Trump salió por una puerta conectada al Comedor Estatal y pisó el techo sobre la sala de prensa y la columnata oeste que bordea el Rose Garden. Pasó casi 20 minutos inspeccionando el techo y los terrenos de abajo, incluyendo una remodelación recién pavimentada del Rose Garden.
Los periodistas, alertados por el posicionamiento fuera de lo común de francotiradores sobre la Oficina Oval, gritaron preguntas desde abajo. Uno gritó: ‘Señor, ¿por qué está en el techo?’
‘Dando un pequeño paseo’, respondió Trump. ‘Es bueno para la salud’.
Trump caminó con un pequeño grupo que incluía a James McCrery, arquitecto del recién anunciado proyecto del salón de baile de $200 millones. Se movieron lentamente, con Trump gesticulando y señalando frecuentemente el techo y los terrenos. Varias veces, se dirigió hacia la esquina más cercana al cuerpo de prensa, saludando y ahuecando las manos para gritar respuestas a las preguntas gritadas.
En un momento, dijo que estaba mirando ‘otra forma de gastar mi dinero para este país’. Más tarde, cerca del final de su aparición en el techo, se le preguntó a Trump qué iba a construir. Bromeó: ‘Misiles nucleares’.
La inesperada caminata en la azotea se produce cuando Trump busca dejar una huella duradera en lo que a menudo se conoce como ‘La Casa del Pueblo’.
Ha redecorado sustancialmente la Oficina Oval mediante la adición de adornos dorados y querubines, retratos presidenciales y otros elementos, e instaló enormes astas de bandera en los jardines norte y sur para ondear la bandera estadounidense. Y la semana pasada, su administración anunció que la construcción de un enorme salón de baile comenzará en septiembre y estará lista antes de que termine el mandato de Trump a principios de 2029.
Mientras Trump apareció en el Ala Oeste, la Casa Blanca ha dicho que el salón de baile estará donde actualmente se encuentra el ‘Ala Este, pequeña, muy cambiada y reconstruida’.
Si bien es raro, ha habido momentos a lo largo de los años en que los presidentes se aventuraron a salir, e incluso durmieron, en el techo de la Casa Blanca.
Para promover la energía renovable, el presidente Jimmy Carter instaló 32 paneles solares en el techo del Ala Oeste en la década de 1970. Los paneles fueron retirados durante la administración Reagan.
En 1910, el presidente William Howard Taft hizo construir un porche para dormir en el techo para escapar de las calurosas noches de verano de Washington.
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