Washington— Los principales líderes del Pentágono insistieron el jueves en lo destructivos que habían sido los ataques de Estados Unidos contra las instalaciones nucleares de Irán y describieron en detalle el estudio y la planificación detrás de la misión de bombardeo.

En una rara rueda de prensa del Pentágono, el secretario de Defensa, Pete Hegseth, y el general Dan Caine, jefe del Estado Mayor Conjunto, trabajaron para cambiar el debate de si los objetivos nucleares fueron “obliterados”, como ha dicho el presidente Donald Trump, a lo que describieron como el heroísmo de los ataques, así como la extensa investigación y preparación que se llevó a cabo para llevarlos a cabo.

“Si quieren llamarlo destruido, si quieren llamarlo derrotado, si quieren llamarlo obliterado, elijan su palabra. Este fue un ataque históricamente exitoso”, dijo Hegseth en una sesión a menudo combativa con los medios.

Dijo una vez más que una evaluación temprana de la Agencia de Inteligencia de Defensa, una parte del Departamento de Defensa, era preliminar y que el informe reconocía que había poca confianza y lagunas en la información. Hegseth reprendió a los periodistas por centrarse “sin aliento” en esa evaluación de inteligencia y dijo que tales historias eran solo intentos de socavar al presidente republicano.

Ese informe de inteligencia decía que si bien los ataques de Estados Unidos contra tres instalaciones nucleares iraníes causaron daños significativos, los sitios no fueron totalmente destruidos y que el programa de Teherán solo se retrasó unos meses.

Bombarderos furtivos de Estados Unidos lanzaron 12 bombas de penetración profunda en el sitio de enriquecimiento de uranio Fordo de Irán y dos en Natanz, dijo un funcionario estadounidense a The Associated Press. El funcionario habló bajo condición de anonimato para discutir operaciones militares.

A pesar del gran tonelaje de armamento utilizado en Fordo, el informe de la DIA decía que los sitios no fueron totalmente destruidos.

En la sesión informativa, Caine describió los 15 años de estudio de dos oficiales de la Agencia de Reducción de Amenazas de Defensa para crear una bomba que pudiera penetrar la instalación nuclear de Fordo que Irán estaba construyendo en las profundidades del subsuelo.

Con el tiempo, dijo, el departamento tuvo muchas personas con doctorados trabajando en el programa, “haciendo modelos y simulaciones que éramos silenciosamente y en secreto los mayores usuarios de horas de supercomputadora dentro de Estados Unidos”.

Los pilotos de los bombarderos involucrados en los ataques del fin de semana describieron el destello después del lanzamiento de la bomba como “la explosión más brillante que jamás habían visto”, dijo Caine.

En la sesión informativa, Hegseth respondió a algunas preguntas atacando personalmente al reportero o a la prensa en su conjunto.

Cuando se le preguntó repetidamente si alguno de los materiales nucleares fue retirado de las instalaciones iraníes, Hegseth reconoció que el Pentágono estaba “revisando todos los aspectos de la inteligencia y asegurándose de que tengamos una idea de lo que estaba dónde”.

“No tengo conocimiento de ninguna información de inteligencia que diga que las cosas no estaban donde se suponía que debían estar” o que fueron movidas, dijo Hegseth.