Texas ha sido este año el centro del brote de sarampión más grande del país en más de dos décadas, ya que una enfermedad que se consideraba erradicada ha enfermado a más de 700 personas en el estado, ha enviado a decenas a hospitales y ha provocado la muerte de dos niños que no estaban vacunados.

Pero incluso cuando el brote disminuye, un proyecto de ley aprobado por los legisladores estatales y enviado al gobernador republicano Greg Abbott facilitaría significativamente que los padres matriculen a sus hijos en la escuela sin las vacunas estándar para enfermedades como el sarampión, la tos ferina, la polio y la hepatitis A y B.

Los partidarios dicen que el proyecto de ley agiliza un proceso de exención ya legal que permite a las familias evitar las vacunas por razones de conciencia, creencias religiosas o razones médicas. Les permitiría descargar los formularios necesarios de un sitio web en lugar de comunicarse con los funcionarios de salud estatales y esperar a que uno llegue por correo.

El proyecto de ley no cambia qué vacunas se requieren. Sin embargo, los críticos dicen que facilitar el proceso de exención abre una puerta a nuevos brotes con resultados potencialmente mortales.

“Si este proyecto de ley se convierte en ley, es probable que Texas vea más enfermedades, más muertes y mayores costos de atención médica para las familias y las empresas”, dijo Rekha Lakshmanan, directora de estrategia del proyecto de inmunización sin fines de lucro con sede en Texas, a los senadores estatales antes de que el proyecto de ley obtuviera la aprobación final.

“El brote (en Texas) no es una coincidencia. Es el canario en la mina de carbón que grita a todo pulmón”, dijo.

El proyecto de ley de exención, así como otros proyectos de ley aprobados por la Cámara de Representantes de Texas sobre demandas contra los fabricantes de vacunas y la eliminación de las restricciones de inmunización en los trasplantes de órganos, son una instantánea de los esfuerzos en docenas de estados conservadores para cuestionar las vacunas o revertir los requisitos.

A nivel nacional, esta ola ha sido impulsada por la persistente resistencia de la pandemia de COVID-19 y la aceptación por parte de la administración Trump de Robert F. Kennedy Jr., quien fue uno de los principales defensores de las vacunas en el país antes de ser nombrado secretario del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos.

Los datos federales más recientes muestran que las tasas de vacunación en el jardín de infantes de los Estados Unidos han disminuido desde la pandemia: 92.7% en el año escolar 2023-24 en comparación con el 95% antes de COVID-19, y la proporción de niños con exenciones aumentó a un máximo histórico. Y la semana pasada, el informe federal “Make America Healthy Again” sobre la salud y el bienestar de la nación cuestionó la necesidad de los mandatos de vacunas para los niños en edad escolar.

La Asociación Nacional de Administradores de Inmunización, una organización de funcionarios estatales y locales de inmunización, ha estado rastreando casi 600 proyectos de ley relacionados con las vacunas en todo el país en 2025, y la mayoría no se considerarían pro-vacunas, dijo Brent Ewig, director de políticas del grupo.

“Vimos un aumento en los proyectos de ley relacionados con las vacunas durante la pandemia. En los últimos años se había ido reduciendo. Con las acciones recientes a nivel federal, ha habido un nuevo aumento”, dijo Ewig.

El sarampión se ha considerado eliminado de los Estados Unidos desde el año 2000. El brote en Texas comenzó a fines de enero en las comunidades menonitas del oeste de Texas que se han resistido a las vacunas y desconfían de la intervención del gobierno, y el virus altamente contagioso rápidamente saltó a otros lugares con bajas tasas de vacunación.

Al igual que muchos estados, Texas exige que los niños obtengan vacunas para protegerse contra 11 enfermedades para asistir a escuelas públicas y privadas y centros de cuidado infantil. Las tasas de vacunación del estado para el año escolar 2023-24 oscilaron entre 93.78% para la varicela y 95.78% para la hepatitis B.

Pero los padres pueden obtener exenciones por razones religiosas o personales, o si un médico determina que no sería seguro debido a una condición médica.

Las tasas de exención en Texas han estado aumentando durante casi dos décadas, con un aumento dramático en los últimos cinco años. Según el Departamento de Servicios de Salud de Texas, la agencia recibió solicitudes de exención para casi 153,000 estudiantes en el año fiscal 2023-2024, en comparación con 136,000 el año anterior y casi el doble de las 77,000 solicitadas en 2019.

El proyecto de ley sobre el papeleo de exención de vacunas facilitaría que los padres obtengan el formulario necesario permitiéndoles descargarlo en una computadora o teléfono inteligente. El sistema actual en el que los padres solicitan a los funcionarios de salud estatales que envíen por correo una copia en papel a su hogar a veces puede tardar semanas. El formulario aún tendría que ser notariado antes de ser entregado a una escuela y se matricule a un estudiante.

Los defensores dicen que los cambios ayudarían a los padres a sortear el proceso burocrático y a matricular a sus hijos en la escuela más rápido.

“Este proyecto de ley no trata sobre si las vacunas son buenas o malas, se trata de la eficiencia del gobierno y de mantener a los niños en las escuelas”, dijo Jackie Schlegal, fundadora de Texans for Medical Freedom, que aboga por la “libertad de elección de vacunas”.

Los críticos argumentan que simplificar el proceso del formulario de exención hace que sea demasiado fácil para los niños no vacunados matricularse en una escuela, poniendo en peligro la salud de otros niños y familias.

“Durante años, Texas ha logrado un delicado equilibrio entre el derecho de los padres y la salud y seguridad públicas”, dijo Lakshmanan. “Este proyecto de ley es más que un simple formulario... Podemos apoyar a los padres sin poner en riesgo a otras familias.”

Aún está pendiente una votación en el Senado sobre un proyecto de ley que permitiría demandar a los fabricantes de vacunas que anuncian en Texas si su vacuna causa lesiones a una persona. Ese proyecto de ley ha sido rechazado por la Asociación de Fabricantes de Texas.

La autora de ese proyecto de ley es la representante estatal de primer período Shelley Luther, quien fue encarcelada brevemente en 2020 por abrir su salón de belleza en Dallas en violación de la orden de emergencia del gobernador durante la pandemia. Abbott rápidamente debilitó su aplicación de las medidas de seguridad contra el coronavirus y un tribunal ordenó su liberación.